“Mi amor, te he estado llamando y no me contestas” Lucas envió el mensaje, mientras ponía en marcha su coche.
La llamada inesperada de Isabella, lo hizo regresar a su casa.
Apenas el coche se estacionó, bajó de su automóvil y entró a la mansión. Subió las escaleras con rapidez, preocupado por la salud de su madre. Empujó la puerta encontrando a su prometida sentada en el sofá junto a su madre.
—¡Mamá! ¿Estás bien? —dijo mientras las observaba a ambas con desconcierto.
—¡Sí, mi amor! Fue sólo un mareo. —respondió con voz calmada— Creo que Isabella exageró un poco.
—Lo siento, mi amor —dijo la rubia poniéndose de pie.— Me preocupó verla tan pálida ¿me disculpas?
Lucas aplanó los labios fingiendo una sonrisa. Había dejado de ver a Macarena y sólo por una exageración de su otra prometida.
—No te preocupes, no estaba muy lejos.
Isabella le devolvió una sonrisa fingida. Sabía perfectamente que el había ido a casa de su amante. Con discreción desactivó el GPS para evitar que él de