Cuando Everly se controla, Eirikr se aparta con cuidado y se pone de pie. Sigue molesto. Ella se da cuenta, pero algo más nubla su mente.
—Te pagaré, prometo que lo haré —asegura ella, pero eso a él no le importa.
—¿Te avergüenzas de mí? —inquiere él mirándola con precaución.
Everly parpadea, sin entender completamente a qué se refiere.
—Cuando el maldito de Neil preguntó si interrumpía algo, dijiste “no” con tanto afán por querer ocultar lo nuestro —reclama Eirikr intentando controlarse.
Se lleva una mano al cabello, mostrando un poco de frustración.
—No me gusta que escondas que estamos juntos —aclara él, haciendo que Everly agache la cabeza—. Si queremos que esto funcione, ninguno debería ocultar al otro. ¿Acaso no es eso lo que hacen las parejas? Presumir de su igual.
—Lo… lo siento —murmura ella, llevándose las manos al rostro para luego comenzar a llorar.
—Nena…
Eirikr se da cuenta de que ha sido demasiado intenso y se acerca a ella para consolarla de nuevo.
—Perdón. Yo sentí cel