FABRIZIO:
Como jefe de la familia Garibaldi, junto a mis cinco hermanos, la idea de renunciar al liderazgo en un momento tan crítico me resultaba inconcebible.
—Lo consideraré y discutiré el asunto con los demás —declaré con voz firme, aunque por dentro me debatía entre la prudencia y el ardor guerrero—. Pero, dime, Colombo, ¿a qué se debe tu inesperada visita? Hace tiempo que no teníamos noticias tuyas. ¿Cuándo has regresado? —Acabo de llegar y mi primer destino fue este lugar —respondió el detective Colombo, su voz impregnada de esa característica sinceridad que tanto lo distinguía—. Mi misión en América ha llegado a su fin y me encuentro con este huracán apenas piso tierra nuevamente. Filipo, he sido informado acerca de cómo lograste aprehender a los perpetradores del ataque a Alonso en