Mundo ficciónIniciar sesiónMi embarazo estaba en su recta final, y mi corazón anhelaba desesperadamente noticias de mis queridos hermanos. Cada día que pasaba, sentía un vacío creciente al imaginar que mi única hermana, Diletta, no estaría a mi lado en el momento más importante de mi vida. Aunque las mujeres de la familia se desvivían por ofrecerme su compañía y apoyo, en el fondo de mi alma, solo deseaba la presencia reconfortante de mi hermana.
Alonso, mi amado esposo, notaba mi inquietud. Me sorprendía constantemente mirando hacia el puerto y el aeropuerto, como si pudiera hacer aparecer a mis hermanos con la fuerza de mi deseo. Con su dulzura habitual y siguiendo el consejo de mi cuñado, el doctor Luigi, decidió sacarme a dar un paseo por la playa. —Caminar te ayudará con el parto— me recordó con una sonrisa cálida. El atardecer en Cedera era un






