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Venganza Inmerecida

Venganza InmerecidaES

Romántica
Jeda Clavo  Recién actualizado
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10
Reseñas insuficientes
77Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

TragediaMultimillonarioMafiaDramaMalentendidoOdioCruel

Enzo Ferrer es un mafioso, un hombre frío, despiadado y cruel, todos le temen porque no perdona los errores, ni a amigos, ni mucho menos a sus enemigos, es rencoroso y vengativo, nunca olvida una afrenta; no cree en la amistad y no confia en las buenas intenciones de la gente… y su mal carácter se acrecentó cuando una tragedia marcó su vida, perdiendo a su única hermana y sumiéndolo en una espiral de odio… ahora su único deseo es veng de la hija del hombre causante de la muerte de su hermana, y no descansará hasta verla destruida tal y como su padre destruyó a su sangre. Nicol es el tesoro más preciado de la familia Parisi, es caprichosa, consentida, acostumbrada a salirse con la suya y a ser amada por todos, ante la crisis financiera de su padre decide aceptar las condiciones del único hombre que los puede salvar de la ruina. Lo que no sabe es que a Enzo no le mueve el amor, si no un deseo enfermo de destruir, lo más valioso que tiene Juli Parisi.

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Último capítulo

  • Capítulo 77. Algo que faltaba.

    El aire entre ellos se detuvo, cargado de la tensión que irradiaban los dos hombres. Por un lado, estaba Enzo, cuyos ojos oscuros brillaban con una intensidad capaz de helar la médula de los huesos. Iba vestido de negro, desde las botas de cuero de sus pies hasta el abrigo ajustado que se ceñía a su cuerpo, con la cabeza rapada, sostenía la pistola con un brazo firme y extendido.Al otro lado, Torrence. Era lo opuesto a Enzo en muchos aspectos, pero había algo parecido en su forma de estar de pie, en cómo sostenía la pistola y en cómo sus ojos azul claro brillaban con una mezcla de confianza y miedo. Iba vestido con un traje gris claro, y del cuello le colgaba una pajarita roja brillante. Su piel pálida parecía casi brillar a la luz de la luna, y la pistola que empuñaba apuntaba directamente a su oponente.Los dos hombres duraron por varios minutos en un punto muerto, sin querer dar el primer paso. Se miraban fijamente en la quietud de la noche, cada uno retando al otro a apretar el g

  • Capítulo 76. ¡Es tu turno!

    Nicol observó cómo el helicóptero descendía a través de las copas de los árboles y cómo sus aspas liberaban ráfagas de aire, los rotores latían a un ritmo constante, y el viento que agitaban rodeaba a Nicol como un capullo de aire inestable y urgente.El motor se detuvo, las aspas disminuyeron su velocidad y la vista de Nicol se aclaró. Pudo distinguir las siluetas familiares de los hombres Ferrari que desembarcaban de la nave, los fue observando uno a uno bajar, mientras esperaba ver a su esposo, se fijó en sus rostros, estaban serios, no mostraban ninguna emoción, su paso era rápido y constante.NO TE PRESTES A SACAR, DISTRIBUIR NI A LEER MIS LIBROS EN PDFS, ES UNA VIOLACIÓN DE MI DERECHO DE AUTOR.De pronto vio bajar a Piero del helicóptero, su rostro se contorsionaba en una expresión de desesperación que ella nunca había visto antes, y mientras corría, su juventud y vitalidad contrastaban con la quietud que se había instalado tras la llegada del helicóptero. Lo vio correr hacia el

  • Capítulo 75. Emboscada.

    Como Giorgi vio a Enzo inmovible, repitió sus palabras, aunque en el fondo sabía que, si el hombre no quería moverse, no iba a ver fuerza humana capaz de hacerlo cambiar de opinión, porque cuando él tomaba una decisión, difícilmente se retractaba.—Por favor sobrino, no hay tiempo que perder, debes irte ahora mismo, no sabemos en qué tiempo van a atacar, tienes que ponerte a salvo con tu familia —dijo Giorgi con la voz entrecortada por el miedo y la angustia, y al mismo tiempo invocando sus lazos familiares para ver si de esa manera lograba persuadirlo.Enzo se molestó con Giorgi y lo miró con irritación mientras negaba con la cabeza.—No soy ningún cobarde que corre como un ratón cuando el barco parece hundirse y envía a los demás a pelear por él, parece que no me conoces. Me quedaré aquí, envía a los Ferrari, a Nicol, Piero, Zoila y Andreas, si quieres también puedes ir tú.Nicol miró a Enzo y aunque admiró su actitud, se irguió en todo su tamaño y se paró frente a él, dispuesta a e

  • Capítulo 74. Se dieron cuenta que estás vivo.

    Enzo respiró hondo y miró a Nicol a los ojos. Podía ver el miedo, la aprensión, la incertidumbre que la hacían dudar, pero también el amor y la determinación que brillaban en su mirada. Era una mirada de fuerza, una mirada que decía que ella haría lo que fuera necesario para superar ese momento difícil.—Sé que será duro —dijo en voz baja—, pero es lo que hay que hacer. Debo protegerte a ti y a nuestros hijos.Extendió la mano y le tocó levemente la barbilla, levantándole la cara para que se encontrara con la suya.Nicol asintió, sin apartar los ojos de los suyos.—Te entiendo Enzo, pero como acabas de decir, la decisión no es tuya, si no mía —dijo—, no tengo miedo del futuro Enzo, uno vive el presente y construye ahora, no me iré, pase lo que pase, aquí estaré contigo, para que enfrentemos cualquier cosa que nos toque.Enzo sonrió. —Gracias, mi amor, por mantenerte a mi lado, no voy a defraudarte —declaró Enzo.La besó suavemente en los labios, sintiendo el calor de su abrazo.—Junt

  • Capítulo 73. La decisión está en tus manos.

    Nicol suspiró y se giró hacia él, por un momento le mantuvo la mirada, mientras él la miraba de manera suplicante; su expresión la conmovió y terminó aceptando. Se acercó lentamente, mientras él lo veía con sus ojos llenos de emoción, posando sus manos sobre el pecho de Enzo. Estaba lista para abrirse nuevamente a él. Él se acercó para encontrar su beso, pero antes que ella pudiera decir algo, ya había comenzado el beso más intenso y bello que ella hubiera experimentado en toda su vida. Fue un sentimiento perfecto de amor y reconciliación entre los dos. Ella sintió que el enojo y el dolor del pasado desaparecía mientras sus labios se fundían.El calor de sus cuerpos les provocaba un intenso cosquilleo en la piel. Sintió que su amor aumentaba cada vez más conforme la abrazaba con fuerza contra su pecho. En ese momento comprendió que ya no había regreso, que él iba a estar allí para amarla y cuidar de ella o era lo que ambos pensaban, no sabía que las cosas podían cambiarse en un segun

  • Capítulo 72. Enséñame a ser el hombre que quieres

    Nicol estaba sin palabras, no podía creer lo que estaba viendo. Allí, bajando de los helicópteros, en el jardín del castillo estaba la familia Ferrari. Camilo, Taddeo, Sebastián padre e hijo, sus esposas y los hijos de Taddeo, solo faltó Gálata, todos vestidos de manera casual.Nunca se lo hubiera esperado ni siquiera sabía de qué manera reaccionar, vio cómo Piero estaba también sin palabras, todos los habían saludado con una sonrisa y un abrazo, arropándolos con su presencia, de manera alegre y cariñosa.Enzo, se quedó viendo el intercambio de afecto entre ellos, de pronto Piero corrió hacia él y lo abrazó.—Papá, ¡Esta sorpresa es genial! Es que es tan buena la idea, que, si no es porque estaba molesto contigo, te la habría dado yo mismo… gracias papá —le dijo conmovido.Él se quedó mirando a Nicol, pero ella se mantuvo sin dirigirle la palabra y eso preocupó más a Enzo, se acercó y por varios segundos se quedaron viendo a los ojos, había una luz en sus ojos que ella nunca había vis

  • Capítulo 71. Sorprendida.

    Nicol lo vio y una expresión de tristeza se dibujó en su rostro, dio un paso atrás, se dio la vuelta y comenzó a caminar mientras tomaba la mano de Piero y se lo llevaba con ella. Sus pies se movían como si los guiara una fuerza invisible, cada paso alejándola de la cocina y de la actitud grosera de Enzo. Sus ojos se llenaron de lágrimas al mismo tiempo que intentaba contenerlas. —Nicol, por favor detente —le dijo Enzo pasándose la mano por el rostro con preocupación, pero ella no se detuvo.Él caminó con rapidez hacia la estufa y sacó el celular de Piero de la olla donde lo había metido.Luego corrió detrás de ellos, justo cuando llegó a la puerta de la habitación, ella se la cerró en la cara, si dejarlo entrar y sin querer escucharlo.—Mi amor, por favor, lo siento… Nicol —llamó golpeando la puerta para llamar su atención, pero lamentablemente no recibió ninguna respuesta—, Piero hijo ábreme, sé que metí la pata hasta el fondo, no supe manejar mis celos, jamás había celado a nadie

  • Capítulo 70. Celos.

    Después de pasar el momento más apasionado de todos, Enzo se quedó abrazado a Nicol, esta vez todo había sido diferente, porque ambos terminaron entregándose en cuerpo y alma, y él estaba jodidamente más loco cada día por esa mujer, se sonrió al darse cuenta de eso, él a quien todos temían y corrían despavorido había caído rendido a los pies de una jovencita de no más de un metro cincuenta y cinco, mientras él medía uno noventa. Sus cabellos ya estaban creciendo, eran cortos, y desprendían un fragante olor que lo relajaba a tan punto que le provocaba pasar horas oliéndolo, sus ojos verdes parecían que tenía la capacidad de penetrar hasta el alma, y sus labios gruesos y rosados eran invitadores. El aroma que desprendía de su cuerpo mezclado con el perfume que emanaba de las flores del jardín, lo hacía sentirse como en el paraíso.Pero el paraíso se vio interrumpido por el pitido de notificación en su nuevo celular. Tenía pereza de tomarlo, pero Nicol se lo pasó.—Puede ser importante

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Capítulo 1. Acepto casarme contigo
Venganza Inmerecida/Jeda Clavo
Enzo miraba atentamente a uno de los hombres que más odiaba en la vida, sentado rogándole para que no lo arruinara, nada más y nada menos que el mismísimo Juliano Parisi, causante de la muerte de su hermana hacía ocho años. ―No puedes hacerme esto Enzo… tú me habías dicho que el préstamo era para pagar en un plazo de diez años, solo llevamos la mitad, yo no esperaba reembolsar esa cantidad de dinero, me descapitalizaría, tendría que vender hasta mi casa… no puedo dejar a mi familia en la calle. ―¡Eso no es mi problema Parisi! Es tu culpa que estuvieras emocionado por recibir el dinero y no te dieras cuenta de lo demás, debiste leer las letras pequeñas del contrato ―dijo con firmeza. ―Sabes que no tengo dinero ahora. ―sollozó el hombre. ―Lo lamento ¡El tiempo se venció! ―pronunció Enzo de manera inmisericorde. ―Debe haber algo que pueda hacer ―siguió diciendo el hombre―, por favor Enzo, ¡No me hagas esto! ¡Por lo que más quiera! ―¿Lo que más quiero? Lo que más quiero ya no lo teng
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Capítulo 2. La verdad tras la boda
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Dos semanas después La bella Nicol, se miraba al espejo emocionada, engalanada con un delicado y elegante vestido de novia blanco inmaculado, digno de una princesa, una tiara de platino con espinelas rosas y brillantes diamantes elaborada con el motivo de una mariposa, de cuarenta quilates, zapatillas transparentes con incrustaciones de diamantes, asemejando a las de cristales de cenicienta y es que ella era una soñadora, enamorada, que amaba los cuentos de hadas y en ese momento, creía firmemente que estaba siendo la protagonista de uno.Su madre la abrazó, sin embargo, no podía dejar de sentir esa opresión en el pecho, no pudo evitar un par de lágrimas salir.―Madre, no llores que se te correrá el maquillaje… no tienes nada de que preocuparte, Enzo me hará la mujer más feliz del mundo… ya lo viste, no escatimó esfuerzos en complacerme en todo lo que le pedí, la ropa, la decoración de la iglesia, la sala de fiestas… y la luna de miel grandiosa, hasta me llevará a su propia isla de l
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Capítulo 3. Atisbo de valentía
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Nicol no dejaba de llorar, las lágrimas corrían como cascadas por su rostro. Eso enfureció a Enzo, quien se giró hacia ella y tomó con violencia su mentón apretándola con fuerza, mientras la joven lo miraba con una expresión de miedo.―¡Cállate de una vez! No soporto verte llorar, me irritas y me pones de mal humor.—¿Por qué me haces esto? Yo… te amaba… soñaba contigo, con ser tu esposa, y ser… feliz a tu lado —dijo ella con voz entrecortada.—Eso es para que veas que los sueños se convierten en pesadillas… y te voy a dar un consejo, espero que nunca te olvides, el amor te hace vulnerable y te destruye… no debiste haberte enamorado… siempre a quien terminas amando acaba convirtiéndose en tu verdugo, como lo fue tu padre de mi hermana cuando se burló de ella y la dejó embarazada, llevándola a la muerte y ahora yo seré el tuyo —dijo con crueldad.—Mi papá, no pudo haberse burlado de tu hermana… él no es capaz de hacer eso… mi papá es un buen padre y esposo… muy familiar, jamás ha sido
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Capítulo 4. Un hombre despreciable
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—¿Quién demonios te crees para hablarme así? ¿Qué me estás diciendo? —gritó él casi en un ataque de furia incontrolable.—Que me dejes en paz, que no me toques, que no me trates como si fuera una mujer que vende su cuerpo. Anda, ¡Ve a tu cuarto a cogerte a tus mujeres y déjame a mí en paz! Porque si en algún momento llegué a creerte un príncipe azul, ahora me doy cuenta, que solo eres una porquería de hombre —dijo con vehemencia mientras lo miraba con esos ojos azules tan agitados como las olas del mar.Lo que no esperó Nicol, fue recibir la bofetada del hombre golpeándola en la boca, dejando por un momento a la chica aturdida y con el sabor metálico de la sangre, mientras expresaba con odio.—¡A mí no me hables así! Porque esa bofetada es nada comparada con lo que te haré si vuelves a hacerlo.Aún no había terminado de hablar, cuando de vuelta recibió una bofetada de la joven, quien extendió el brazo y lo golpeó por el rostro.—¡Y tú no vuelvas a golpearme en tu vida! —exclamó con un
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Capítulo 5. Un juramento.
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―Hazme el favor de levantarte, si crees que con esta actuación lograrás conmoverme, estás equivocada… no existe nada en el mundo que me conmueva, ni que me haga más humano… la única que lograba hacer eso era mi hermana y tu maldit0 padre, la acabó, solo agradécele a él ―le dijo sacudiéndola con fuerza.La cabeza de Nicol se tambaleaba de un lugar a otro como si fuera la de una muñeca, lo que enfurecía más al hombre que pensaba que la joven estaba actuando.―¡Párate o juro que te dejaré aquí! ―espetó con odio.La fiebre la tenía delirando y en medio de sus delirios, Nicol se imaginaba en un mundo donde era feliz.Enzo la soltó de manera despectiva.―Si no quieres levantarte, entonces quédate allí ―expresó soltándola y la joven se rodó en la bañera, aunque su cabeza no se hundió.Enzo la observó una vez más y trató de ignorar su condición, pero aun así no pudo evitar notar la palidez de su rostro, sus ojos brillantes y sus labios entreabiertos respirando con debilidad.Se disgustó porqu
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Minutos antes En ese momento, Enzo veía la foto de su hermana, mientras mantenía una copa en su mano, era imposible no quebrarse cada vez que la observaba, sobre todo en esa fecha donde se cumplía un aniversario más de la muerte de sus padres y lo único bueno y puro que le había quedado era su hermana, la cual le había sido arrebatada sin misericordia.Gema había sido como su hija, cuando sus padres fueron asesinados, ella tenía diez años y el dieciséis, solicitó su emancipación solo para poder quedarse con su custodia y protegerla, pero no lo hizo bien y a Gema le costó la vida.Ella había sido la única luz en su camino, en esos momentos de mayor tormenta, cuando decidió continuar con el legado de terror y maldad de su padre, después que el desgraciado de Mackenzo decidiera acabar sus vidas.―¡Maldit0 desgraciado Mackenzo! Pero seguramente debes estar retorciéndose en el infierno que tú mismo te buscaste ―espetó en voz alta y hasta con una expresión de satisfacción al recordar como a
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