LUCIEN MORETTI
Dejé el traje… por el arma. Dejé los números… por la guerra. Todo por ella.
—Felicitaciones, Lucien —dijo el consejero de mi padre—. Tus proyecciones para la empresa fueron brillantes. Solo falta tu firma.
Había usado la que sería mi vida como fachada. Ante todos, era el CEO Moretti. Pero en el bajo mundo… era Lucien, el jefe de la mafia.
Habían pasado dos años desde que me obligaron a ser lo que no quería ser: un mafioso. Yo deseaba una vida sin problemas. Pero la tocaron a ella… a mi Addy. Y por ella, me convertí en esto.
Mi celular vibró. Un mensaje de mi padre:
“Lucien, sé que no quieres volver, pero pasa algo importante. Tu madre… está enferma. Tiene cáncer. Está en etapa uno. Aún podemos hacer algo, pero te necesita, hijo.”
Leer esas palabras me llenó de temor. Paolo, mi mano derecha, lo notó de inmediato.
—¿Jefe? ¿Pasa algo?
—Cancela todos mis planes —le dije, sin vacilar.
—¿Qué? ¡Lucien, esto es el futuro de la familia! Tienes muchos pendientes: cargamentos, re