Bastien un mafioso dedicado al tráfico de órganos, secuestra y toma la virginidad de Kate una estudiante de diseño de modas, para protegerla de una organización que se dedica a trata de blancas, Kate sin saber nada lo odia con todas sus fuerzas mientras él la mantiene cautiva en su mansión, la cual esconde un secreto, y cuando lo descubre todo cambia entre ellos, Bastien era su amigo de la infancia que tanto buscó por años, Kate debe hablar con su novio para terminar la relación y aqui todo se complica ya que su novio era el que había preparado el plan para que fuera violada transmitiendo en vivo, en la organización de trata de blancas de la cual Bastien la habia salvado. Bastien logrará rescatar a Kate y recuperar su amor?, Kate sucumbirá a los encantos de Bastien? leanlo, estará muy bueno.
Leer másLa mañana había llegado y un rayo de sol tímido se filtró entre las cortinas, acariciando suavemente la piel de Kate.Su cuerpo se movió despacio entre las sábanas de lino blanco, cálidas aún por la figura a su lado.Parpadeó con lentitud, sus pestañas temblando antes de abrir los ojos.Y lo primero que vio... fue él. Su Bastien, ella sonrió, amaba despertar y que él fuera lo primero que viera.Ahí estaba, recostado de lado, a torso desnudo solo con su pantalón de pijama como dormía cada noche, una mano debajo de su cabeza y la otra… acariciando su cintura, con esos dedos largos que podían ser tan letales como tiernos.Él ya estaba despierto, como siempre la observaba con esa intensidad que derretía todo a su paso.Como si estuviera asegurándose de que no fuera un sueño.Kate sonrió apenas, con voz dormida.—Buenos días amor, llegaste tarde anoche…Bastien ladeó una sonrisa suave, la que usaba solo con ella.—Sí, tuve que encargarme de algunas cosas —susurró.Kate alzó la mano y tocó
La vieja mansión olía a ceniza y a pólvora quemada.En la sala central, el eco de los disparos ya era solo un recuerdo.Bastien estaba de pie junto a una mesa improvisada,donde mapas, armas descargadas y vasos de whisky reposaban como vestigios de una guerra terminada.Lucca se acercó primero, limpiándose las manos en un pañuelo ensangrentado.—Todo limpio, Bastien —informó con voz grave—.Sin rastros de nadaArthur asintió, arrojando una pistola descargada sobre la mesa.—Los cuerpos fueron incinerados. Los datos, borrados.Ni el diablo encontrará pruebas de esta noche.Jake, con su eterna media sonrisa torcida, levantó su vaso en señal de respeto.—Por nuestra reina —dijo—. Por Kate.Todos bebieron en silencio.No era celebración. No era júbilo.Era respeto.Era una promesa renovada, sellada en sangre y fuego.Bastien apoyó ambos puños sobre la mesa, su mirada fija, fría.—Nunca más permitiré que se acerquen a ella —juró, su voz baja, peligrosa. — Ni a Kate. Ni a nuestros hijos. N
Pasaron los días desde que Asher y su Ayudante dijeron todo lo que Bastien necesitaba saber, ahora la mansión De Filippi estaba en completo silencio.Solo el tic-tac del viejo reloj de pie rompía la quietud.La noche afuera era oscura, densa, como si el mismo cielo hubiera retenido la respiración.Bastien estaba sentado en su despacho, frente a una larga mesa de roble.Su laptop abierta, las pantallas mostrando mapas, coordenadas, rostros.Cada nombre que John Asher había revelado…Cada rata oculta en las sombras…Esa noche, pagarían.Arthur, Joel, Jake y un equipo de élite de hombres leales estaban dispersos alrededor del mundo, esperando su orden.En Ginebra.En Praga.En Londres.Las cámaras de seguridad mostraban a sus hombres infiltrándose en bancos, laboratorios privados, residencias fortificadas.Bastien se reclinó ligeramente en su silla, cruzando las piernas con elegancia letal. Mientras Lucca estaba detrás de él mirando todo lo que sucedía.Bastien sostenía una copa de whisk
Cuando todo estuvo organizado, Bastien subió las escaleras silenciosamente.Abrió la puerta de su habitación y encontró a Kate dormida, abrazando su almohada, con su rostro sereno.Su corazón se apretó al verla así, pura, inocente, el centro de su universo.Se quitó el traje, poniéndose su pijama de pantalón negro, y se deslizó en la cama, envolviéndola entre sus brazos con una ternura infinita.Kate murmuró en sueños — mmm Bastien — acomodándose más contra él, buscando su calor instintivamente, acurrucándose contra su pecho.Bastien sonrió sabiendo que era el dueño y señor de su alma incluso en sueños y apoyó su frente contra la de ella y susurró:—Nunca dejaré que te toquen nuevamente. Nunca, mi Kitty.Eres mía. Y te protegeré... aunque tenga que destruir el mundo entero.La apretó contra su pecho, cerrando los ojos, su mente ya planeando cada movimiento para el día siguiente.*******************El amanecer llegó frío y gris, pero en el mundo de Bastien, era el inicio de la guerra.
El restaurante se vació poco a poco, dejando solo a los más cercanos en la mesa.Kate, visiblemente cansada pero tranquila, se apoyó en Bastien, quien acariciaba distraídamente su espalda baja mientras charlaba con Joel y Jake en voz baja.Albert se acercó a ellos, su expresión seria.—Bastien —dijo en voz baja, apenas para ellos—.Necesitamos hablar. A solas.Bastien entrecerró los ojos, analizándolo un segundo.Asintió con un leve movimiento de cabeza.—Jake, lleva a Kate a casa. Joel y los hombres ya están listos.Kate frunció el ceño, no queriendo separarse, pero Bastien le besó la frente con ternura.— No quiero, quiero estás contigo Bastien, jamás he llegado sola a casa. — Bastien sonrió.— Está bien princesa, vamos a casa.Bastien le dio la orden a Jake para que llevara a Albert con ellos y lo esperaran en el despacho y que le avisaran a Lucca que estuviera también. El viaje en auto de regreso fue tranquilo.Kate se apoyaba contra el pecho de Bastien, somnolienta, mientras él
La puerta del penthouse se cerró de un portazo brutal, resonando como un disparo en el lujoso, pero gélido departamento.John Asher cruzó el salón a grandes zancadas, su respiración agitada, los ojos inyectados en furia pura.De un manotazo, barrió una bandeja de cristal que voló por el aire, estrellándose contra la pared y haciéndose trizas.—¡Maldito Bastien! —rugió, su voz reverberando en las paredes de mármol—.¡Maldito bastardo!Tomó una lámpara de diseño y la lanzó contra el suelo con toda su fuerza.El estruendo fue ensordecedor.Trozos de porcelana y vidrio se esparcieron como metralla.El asistente apareció en la entrada, tenso, pero prudente.—Señor —dijo con cautela — ¿Qué sucede?— Ese maldito hijo de puta arruinó todo mi plan, todo lo que tenía friamente calculado, lo arruinó, AAAHHH!!!Tomó la mesa de centro y la tiró contra la pared rompiendola en mil pedazos, el cristal estalló para todos lados.— Señor deberíamos considerar retirarnos.Si Bastien ha empezado a sospech
Bastien y Kate regresaron de la zona de baños, tomados de la mano. Kate, más tranquila, apoyó la cabeza brevemente en el brazo de su esposo antes de sentarse de nuevo.Albert ya estaba de vuelta en la mesa, sonriendo, charlando como si nada hubiera pasado. Pero detrás de sus bromas habituales, su mirada era diferente: aguda, protectora.John los observó sentarse. Hubo un microsegundo en que su mirada se tensó, percibiendo que algo había cambiado. Pero no pudo identificar exactamente qué.La conversación siguió. Más forzada, más medida.John intentó retomar el control, lanzando un comentario casual:—Kate, deberíamos hablar pronto de ese proyecto de moda sostenible. Podríamos hacer grandes cosas juntos.Antes de que Kate pudiera responder, Albert intervino, sonriendo ampliamente:—¿Sabes, John? Bastien tiene una red de contactos increíble en Europa para ese tipo de proyectos. Incluso, sabías que su cuñada es la famosa Moira Ricci, la diseñadora mundialmente conocida. Deberías habl
Después de varias horas, los aplausos finales inundaron el salón.Los ganadores fueron anunciados, fotos tomadas, entrevistas rápidas organizadas.Mientras Kate charlaba animadamente con Ara, Cristy y Ally, Bastien no se apartaba más de un metro de ella.John, viendo que la noche se le escapaba de las manos, apretó el vaso de whisky en su mano. No podía perder esta oportunidad. Debía hacer algo.Se acercó al grupo de jurados y organizadores, sonriendo como el perfecto caballero.—Queridos colegas —dijo, alzando su copa—. Ha sido una noche magnífica. Me encantaría invitar a todos los jurados a una cena privada para celebrar nuestro éxito.Albert, que había llegado al cierre, sonrió emocionado.—¡Suena excelente!Kate, instintivamente, miró a Bastien.No necesitaba palabras. Bastien apretó su mano suavemente en respuesta.John, viéndolo, sonrió aún más.—Por supuesto —añadió John—, Kate, siendo la presidenta del jurado espero que nos acompañes —Y miró directamente a Bastien.Bastien sos
La música suave marcaba el inicio del desfile.Modelos jóvenes caminaban por la pasarela, luciendo diseños frescos, creativos, llenos de pasión.Los focos se movían, las cámaras parpadeaban, los asistentes susurraban comentarios.Todo parecía fluir perfectamente.Pero en la mesa de jurado, la verdadera guerra silenciosa se libraba.Kate, sentada en el centro, hojeaba su libreta de anotaciones con genuino interés.A su derecha estaba John Asher, siempre sonriente, impecable, su postura relajada.A su izquierda, Bastien, perfectamente compuesto, pero con una energía densa, una presencia aplastante que hacía que el aire pareciera más pesado.John sonrió cortésmente cuando una modelo pasó.Tomó su libreta, escribió un par de palabras, luego —con una elegancia medida— se inclinó apenas hacia Kate.—Una presentación brillante, ¿no crees? —susurró con tono casual.Antes de que Kate pudiera responder, Bastien giró ligeramente la cabeza.—Opinaremos al final, ¿no es cierto? —dijo, su voz baja,