Natasha Vorobiev se ve en la necesidad de huir de su país buscando un refugio en otro lugar, tendrá que esconder su identidad si no quiere ser hallada y asesinada por el mundo peligroso del que ha escapado. Se cruzará en el camino de Alessio Mancini, quien al igual carga su propio infierno, sin embargo, para ambos no será un impedimento tener una relación apasionada, pues tanto él como ella se sienten atraídos al instante que se miran por primera vez. Mientras tanto, Alessio deberá luchar contra sus demonios en su cabeza, al mismo tiempo demostrar su honor si quiere convencer a su padre de que él es el único merecedor de su imperio. Muchos obstáculos, muchas personas en contra de ellos, una lucha entre familias, hermanos y la guerra de una organización más poderosa que cualquier otra que haya enfrentado el imperio Mancini. ¿Esta vez podrán con todo? (SAGA LEGADO DE SANGRE #2)
Ler maisSobre los libros de esta saga. Como algunas ya lo saben, este libro es parte de la saga Legado De Sangre, tendrá otros más, el que continua se llama "Poder y Sangre" y pronto les estaré dando noticias de él. Pueden seguirme y así estar pendiente de todas mis demás novedades. Aqui les dejo el orden de los libros. Trilogía Infierno: 1. Solo una noche 2. Cada noche mía 3. Tuya hasta el infierno Dominio ruso: 1. Deseo prohibido Continua, Legado de sangre: 1. Orgullo y sangre 2. Honor y sangre 3. Poder y sangre (No está disponible) Mas adelante agregare el resto de las historias que irán saliendo. Si desean saber fechas, pueden escribirme o dejarme un comentario, ahi mismo respondo sus dudas. Ahora sí, viene la parte donde les quiero agradecer, más que nada cree esta nota para decirles, mil gracias por haber leído "Honor y sangre." Gracias por tanta paciencia y amor a mis personajes. Espero leer pronto sus nuevos comentarios en la siguiente historia. Les mando un abrazo, con
NATASHATRES MESES DESPUÉS.—¿Estás segura de que no quieres saber que son? Podrías cambiar de parecer después.Estaba insiste e insiste Antonella con el tema del sexo de mis hijos. Había decidido esperar hasta que nacieran para saber si son niños o niñas.No negaba que estaba ansiosa por saberlo, pero ya no faltaba mucho para que nazcan.—Solo quedan aproximadamente dos meses —dije.—¿Y qué? —se quejó. —Yo no soy la que está esperando y ya perdí la paciencia.—Anto, tú nunca has tenido paciencia —la atacó Ivy.Ella resopló molesta y guardó silencio. Se giró con los brazos cruzados y continuó viendo el programa de televisión que estábamos viendo en la sala de entrenamiento de su casa.—¿A dónde fueron los chicos? —pregunté de nuevo.Tanto Antonella cómo Ivanna, no me habían dicho nada cuando la primera vez hice esa pregunta. Algo me estaban ocultando.—No tengo la menor idea —encogió los hombros Ivy y también se volvió al televisor de plasma que estaba colgado en la pared de enfrente.
ALESSIO Muchas horas de angustia, Despliegue las piernas por unos minutos y después me puse de pie. No tenía idea de cuantas horas había pasado, llevaba un largo tiempo plantado en la misma silla, esperando a que el médico o alguien más saliera y nos diga que todo ya está bien, que podré ver a Asha. ―Vayan a descansar y a comer algo ―Se acercó Mika, le tendió un vaso con café a mi madre y otro a mí. Negué, rechazándolo. ―Al menos bebe eso. ―No me apetece nada ―dije. No tenía estómago para ingerir nada, solo había bebido agua y con eso tenía suficiente. Mika suspiró y se giró hacia mi madre. ―Tú si deberías ir a dormir, no has descansado desde que llegamos a Dresde. ―No me iré hasta que nos den nuevas noticias. Incluso no fue a descansar a la habitación que mi padre le consiguió en el hospital, quería despegarse mi, pero si acepto uno que otro alimento que él le trajo. Anto se había ido con Santino, después de que mi padre la regañó por lo de la pelea, que aún no sabía si era cie
ALESSIOSentí la mano de alguien en mi hombro y abrí los ojos, al tiempo que retire mis manos de mi cara, me enderece. Santino se había sentado en la silla de mi lado izquierdo, sé que me estaba observándome, podía sentir su mirada sobre mí.Apoye la cabeza contra la pared y saque un suspiro largo.― ¿Todavía nada? ―preguntó, le di una corta negación con la cabeza.Habíamos llegado al hospital alrededor de casi una hora, llevaba los minutos y los segundos contados y estaba muy desesperado por saber de ella, saber que estaba bien. Cuando llegamos nos acercamos a urgencia y pedí que la atendieran pronto, vi que estaba sangrando, pero no tuve tiempo de averiguar de qué parte estaba herida.Esperaba que el médico que la estaba atendiendo saliera en cualquier momento del lugar donde la llegaron. Cuando entraron allí, una enfermera nos informó que estarían en quirófano, ya que tenían que realizarle una operación lo antes posible porque la bala probablemente había perforado una parte de uno d
ALESSIOMe apresuré hacia el muelle, desesperado busque entre cada yate y bote con mi mirada cuando pase por cada uno. No se veía vida en ninguno, no se miraba que hubiese personas dentro o fuera.«¿Dónde demonios la tienen?»Seguí caminando y buscando. Ahora recuerdo lo que dijo mi hermana, lo de venir ayudarme, la verdad hubiera sido de mucha ayuda. No la quería poner en peligro otra vez, aunque Anto sea feroz y este muy bien entrenada para defenderse, jamás la expondré. Entre más lejos esté de todo esto, mejor.Ahora lo único que quería era encontrar a Asha, si Anto viniera aquí, me sería muy difícil centrarme en una sola persona, estaría preocupado por las dos y eso complicaría el rescate. Asha no están fuerte como mi hermana, ella necesita que la protejan y la salven, y más ahora.Mi mente recordó las palabras anteriores de Antonella. “Asha está embarazada”. Se había repetido constantemente en mi cabeza.Voy a ser papá, y todavía no me lo creía. Sé que eso pasa cuando dos personas
ALESSIO—¡Demonios! ¿Qué fue eso? ¿Ambos se encuentran bien? —cuestionó la voz de Santino, apenas podía oírlo.Mis oídos zumbaban. Todo paso tan rápido, eso que paso fue una explosión y parecía que había estallado en nuestras cabezas.—M i e r d a —masculló la voz de mi padre.Lo había olvidado, él me empujó antes de que alcanzará a alejarme del lugar en el momento que los escombros se derribaron.«Demonios, debe de estar herido».En eso sentí que alguien halo de mí. Los escombros no me cubrieron, pero la caída fue brutal, hasta me quedé sin aire por un momento.—¿Estás bien? ¿Te rompiste algo? —indagó mi amigo.El sentido del oído ya estaba volviendo en sí, cada vez lo escuchaba con claridad. Negué con la cabeza, en ese instante sentí un dolor punzante en la nuca.—Maldición, creo que solo la cabeza —rugí mientras me llevaba una mano a la nuca para tocarme ahí.En cuanto lo hice, comprobé que tenía sangre, tal vez el golpe no fue tan fuerte porque en ningún momento perdí el conocimie
Último capítulo