Para Bianca Spencer, superar la humillante verdad de su prometido al dejarla plantada en el altar por amar a otro mujer, es algo imposible de lograr porque todos la ven con lástima, sin empleo y sin poder continuar sus estudios tuvo que buscar un empleo para ayudar a su madre pero un accidente la hizo volver a encontrar al hombre que días atrás la llamó mendiga, Haciéndole una propuesta que la llevaría al principio de sus problemas ya que hará que el sensual y cruel magnate, se de cuenta que la chica a la que una vez llamó mendiga puede que también puede tener sentimientos pero ¿podrá Bianca ser correspondida sin salir lastimada nuevamente?
Leer másBianca aun seguía devastada por el abandono de su prometido, ni siquiera había pasado siquiera un mes desde que él la dejó plantada en el altar no sin antes confesarle que no la amaba y que se había enamorado de su vecina
Intentando volver a su vida de antes cuando era soltera buscó empleo por toda la ciudad pero siempre al atardecer, llegaba a casa de su madre sin esperanza de algún empleo decente ya que en la mayoría de los empresas grandes y pequeñas le pedían al menos ser pasante universitaria
Pero su día, especialmente el de hoy, fue detestable para ella ya que uno de los empresarios que iba saliendo chocó con ella haciendo que el poco dinero que le quedaba, se desperdiciara cuando se le resbala de las manos al chocar con ella, cuando se acercó, creyó que se disculparía con ella cuando se regresó, pero las palabras que salieron de su boca la hicieron sentirse humillada.
“¡Fíjate por donde vas, mendiga, ve a pedir a otra parte que estorbas!”
—¿Cariño, no vas a comer? —Bianca sale de sus recuerdos —¿Estas seguras de que no pasó nada malo?
Bianca sonríe con tristeza
—Estoy bien. Solo me siento cansada. —murmura mientras observa su plato con comida servido, de la nada sintió nauseas, sin soportarlo mas salió corriendo hacia el baño. Su madre preocupada por ella la siguió —Puedes…
Su madre estaba angustiada ya que desde días atrás ella no come nada y siempre esta cansada
—¿Bianca, no estarás embarazada… verdad?
Bianca se pone de pie y lava su rostro y boca mientras mira a su madre por el espejo, su pregunta solo hizo que se preocupara mas ya que ella también lo estuvo pensando mucho y creía que lo estaba
—No. Solo estoy así por todas las desgracias que me han pasado, ¿crees que es fácil? El hombre que amaba me abandonó e hizo que abandonara mis estudios becados porque decía que no lo necesitaba. —molesta y dolida lanza la toalla sobre el inodoro —Luego me deja plantada en el día de nuestra boda diciéndome que ama a nuestra vecina.
—Se que no es fácil…
—Me iré a mi habitación, te prometo que estaré bien. Tal vez mañana encuentre empleo de mesera.
Su madre acepta su respuesta y cree en sus palabras, pero Bianca se derrumba lentamente ya que no quería estar embarazada de alguien que le trae amargos recuerdos que se convierten tormentos por las noches.
—Bien. —murmura al ver el restaurante que había publicado un anuncio donde necesitaban una mesera —Por favor Dios, no me abandones ahora.
Cierra sus ojos e inhala profundo, había logrado obtener el empleo y comenzaría en la noche, Bianca estaba tan emocionada que no se percató que el semáforo estaba en rojo y cruzó la calle, al escuchar un claxon acercarse rápidamente, volteó y todo paso en un segundo para ella, el impacto que recibió la dejo inconsciente y la sangre comenzó a brotar de su nariz y de entre sus piernas
—¡Mierda! —Eros se encontraba en el hospital donde atendían a la chica que acaba de atropellar, iba tan sumergido en sus pensamientos que cuando vio a Bianca ya era tarde para frenar —¡De una problema a otro, no puede ser!...
“Nadie vio nada, nadie me vio, así que no hay problema”
Quería asegurarse de no haberla matado o de lo contrario sufriría muchas consecuencias que se le saldría de las manos. Pero estaba seguro que estaba viva ya que frenó aunque lo hizo muy tarde.
—¿Alguna novedad de la mujer que entró hace una hora?
—¿Es pariente de ella?
—Algo así. —responde —¿Esta viva?
—Si, pero al parecer estaba embarazada y perdió al bebé…
“Debe de ser una m*****a broma”…
Ni siquiera prestaba atención a lo que la enfermera decía, Eros la interrumpe preguntándole si podía entrar a verla, ella le dijo que debía decirle con exactitud que parentesco tenia con Bianca así que Eros mintió al decir que empezaban a salir.
—No se preocupe, ella se recuperará con el tiempo y podrá salir embarazada otra vez.
Eros entendió sus palabras ya que hace unos segundos le dijo que empezaban a salir.
Cuando la vio en la camilla sintió culpa ya que por él perdió al bebé. Al entrar vio que tenia su cabeza vendada, pero estaba despierta “Es fuerte”.
—¿Tú? —Eros se sintió confundido y pensó en si ella lo vio antes del accidente. —¿Acaso vienes a llamarme mendiga otra vez?
“¿Mendiga?”
Eros recordó a la chica que parecía una mendiga, había estropeado su traje con salsa de lo que llevaba en sus manos y por eso tuvo que retrasar su reunión con los clientes nuevos y algo que lo hizo quedar como un hombre impuntual.
—Seguramente vienes a burlarte de mi, largo.
Para Eros, que no supiera quien era, le favorecía así que se sintió más tranquilo.
—No seas malagradecida, si estoy aquí es porque te recordé cuando te vi mientras iba de salida y me sentí un poco mal por la forma en que traté ese día. —Bianca se sorprendió por sus palabras —Asi que quería darte una oportunidad para presentarte a una entrevista de trabajo cuando te sientas mejor.
—¿Enserio?
Bianca observa al hombre que tenia a un metro de su camilla, no esperaba que tuviera un lado amable.
—Te dejaré mi tarjeta, cuando te sientas mejor, llámame y te haré la entrevista personalmente, solo… trata de verte mas… decente.
Su sonrisa se desvanece, pero la de Eros seguía siendo impecable y seductora. Al salir y subirse a su auto, decidió cambiarle su color. Al llegar a su residencia notó que había un abrigo en el perchero.
—Asi que me vas a seguir a todas partes. —dijo al ver a su padre. Nota que sostiene algo en sus manos. —Supongo que es una invitación.
—Melisa se casa en el verano.
—Que bien por ella. —murmura Eros sin importancia —Lo que sorprende es que los haya invitado a ustedes…
—En realidad, esta es para ti. —hace un gesto de desagrado —Escucha, te dimos una oportunidad de hacer tu vida con ella, pero tu decisión de…
—No te metas en mi vida o me olvidaré de que eres mi padre, además, tú no eres quien, para darme lecciones de la vida, así que… te pido que salgas de mi casa y me dejes descansar que hoy no estoy de humor.
La emoción de Bianca era notoria ya que no esperaba que sacaría algo bueno de su mal día, cuando su madre llegó al hospital ella sonríe para tranquilizarla, pero su madre no hace más que angustiarse
—Estoy bien. —murmura tomando su mano
—Como me pides eso… estas heridas por un mugroso empleo. —la madre de Bianca se da cuenta que su hija mira con fijeza una tarjeta —¿Qué es eso?
Bianca le explica lo que había pasado antes y lo que pasó después del accidente, su madre toma la tarjeta momentáneamente
—Creo que era mi destino estar aquí mamá. Ya ves, el se disculpó conmigo y dijo que me atendería personalmente, es algo bueno ¿no crees?
—¿Estas segura de que fue por eso?
—¿Por qué mas sería?, seguramente vino a ver a alguien ya que dijo que me vio cuando iba de salida. —Bianca sonríe emocionada porque tenia un empleo asegurado. —Y yo que creía que era un cretino.
Su madre sonríe y besa su frente ya que lo único que le importaba era saber que estaba bien. Al pasar una semana, Bianca llamó a Eros y después de decirle que la vería en la tarde en su oficina, ella se preparó, se vistió mejor para poder tener una buena impresión.
No le dijo nada a su madre sobre el bebé que perdió y tampoco el medico ya que le suplicó que no le dijera nada, no quería preocuparla mas de lo que ya estaba.
—Por favor, no te distraigas al cruzar los peatones.
—Te lo prometo.
Al despedirse de su madre, tomó un taxi, una hora después, se encontraba frente al imponente imperio de la familia Ainsworth, le dieron una credencial de visita y la llevaron hasta la oficina del presidente, se sorprendió al entrar, su oficina incluso tenia un pequeño jardín con cómodos sofás y una meza con vista a la ciudad, donde Eros se encontraba cuando Bianca llegó.
—Señor…
Levanta su mano y le indica que se acerca, la secretaria sale de la oficina y los deja a solas, Bianca se sentía nerviosa ya que se sentía intimidada por la mirada intensa del hombre que estaba a un metro de ella.
—Iré al grano —dijo tajante —No hay vacantes en esta empresas para ti.
—¿Cómo? —la emoción de Bianca se desvanece —¿Pero me dijo que?...
—Te haría una entrevista y que te atendería personalmente, no que te daría un empleo.
Bianca se sintió aun mas humillada ya que se había burlado de ella al hacerla ir a su empresa y gastar su dinero en vano.
—Pero tengo una propuesta para ti, una que te asegura tus estudios pagados totalmente y una vida cómoda hasta que te gradúes de la universidad. —“No tengo nada que perder” —Da a luz a un hijo mío.
De pronto se escucha una detonación, al ver a Bianca a punto de caer al agua intento sujetarla, pero ella cae al agua, mi mundo se vino abajo cuando no la vi mas, al buscar al responsable solo vi a Claudia con un arma apuntando hacia a mi.—Mucho bla bla bla, hola amor. ¿me extrañaste?—Eres una maldita…—¿Yo?.. Bueno, lo soy.—Tu madre debe estar revolcándose en la tumba por la clase de hija que tuvo.—Tienes razón, por eso tuve que deshacerme de ella. —palidezco sin creer lo que había dicho —¿Qué? Cariño, que no te sorprenda, era una molestia y una vergüenza que me buscara y les dijera todos que era su hija—¿Mataste a tu madre? —dijo Melissa paralizada —¡Estas loca!—No, loca es estar obsesionada por un hombre que le valemos una mierda, un hombre que no le importamos en lo absoluto, y esa querida, somos tu y yo. Locas por un hombre que prefirió a una estúpida que conoció en poco tiempo y que ni siquiera sabe mucho de él. ¡¿pero sabes que?! Me di cuenta de algo y por eso habrá un ca
La observo fijamente y aun desconfiando, le ordeno a todos que se vayan pero que dos se quedaran cerca por si algo salía mal, confiar en esta mujer es como probar las posibilidades de sobrevivir si me lanzo de un acantiladoEl tipo que habíamos contratado se veía molesto y nos dice que lo acompañemos, lo seguimos detrás hasta estar a solas con él. Claudia me codea para que le de una parte del dinero, pero el dice que no porque ahora las cosas serán distintas—¿Qué? —dijo claudia molesta —Haber, eso no fue lo que acordamos por llamada.—Si pero tampoco lo era secuestrar a la esposa de uno de los hombres mas poderosos y ricos del mundo.—Las cosas no son como crees —intento persuadirlo —Es una pobre estúpida que solo lo está utilizado por su dinero.—¡No quieran verme la cara de imbécil! —saca su arma cabreado —Esa chica, no es ninguna pobretona, se muy bien que es la hija del reconocido Lucio Blood.—¡Qué! —dijimos ambas al mismo tiempo.—Se muy bien las consecuencias por meterse con a
Escucho que Melissa dice que irá hablar algo conmigo por lo que tuve que regresar a mi puesto y fingir un poco mas para después escapar. Me mira y se burla de mi.—Asi que inventas ser la hija de un hombre tan poderoso solo para salirte con la tuya, eres patética.—¿Patética yo? Mira quien lo dice, la misma que me envió a secuestrarme para deshacerse de una Blood.—Ay por favor —se burla —Todo el mundo sabe que lucio no tiene familia y mucho menos una hija.—Bueno, déjame darte la noticia que mi madre en su juventud era tan irresistible que el cayó a sus pies enamorado, pero por circunstancias de su familia se fue del país, claro sin saber que mi madre estaba embarazada de él y bueno, heme aquí, la hija única de Lucio Blood.—Como se que no estas mintiendo.—Bueno si quieres llama a mi padre y pregúntale, ah, espera… se supone que estas muerta, que ironías de la vida ¿no? Ahora incluso soy más poderosa porque vengo de una familia que la tuya lame el suelo de donde pisa la mía, ups que
Empuño mis manos y me subo a mi auto, de pronto el agente se sube a mi auto y sin preguntar acelero tan rápido como lo es mi auto para alcanzar el vehículo, al alcanzarlos el agente informa sobre la dirección, de pronto el auto parecía perder el control.—¿Qué demonios?<BIANCA>—¡Qué demonios sucede atrás!—¡Mierda detenla!No iba dejarles el trabajo fácilmente, pero son dos contra mí, no sé por cuanto más podré causar estos problemas, pero no duré mucho tiempo ya que me dieron un golpe en la nuca que me dejó aturdida hasta que me quedara dormida, para cuando desperté ya me encontraba encerrada sabrá dios donde en medio de la oscuridadQuise moverme, pero no pude hacer ya que mis manos se encontraban atadas hacia atrás y me estaba lastimando por el respaldar de la silla. Suspiro profundo porque esto no era lo que quería, de saber que esto habría pasado, hubiera acompañado a Eros a ver a esa muerta—Pero si nuestra dama ya despertó. —por un momento me sentí cegada por la luz. Un moren
Después de la acusación que mi supuesta abuela me hizo de tener un amante, Lucio le ordenó que se fuera y ella lo hizo de inmediato, fue tan incomodo todo que ni siquiera salí de la habitación, no me pude despedir de nadie y tampoco quise hablar con mi madre que me insistía en abrir la puerta pero quise hacer, quería esta sola y despejar mi mente, no se que fue lo que pasó después, solo sé, todos se fueron casi de inmediato de la casaSolo estaba siendo amable con el agente, eso era todo, pero esa mujer… tenia que salir con eso, “no puedo creer que yo descienda de ella” es un fastidio pensar que comparto sangre con ella—Bianca… —Eros me abraza por detrás —Vamos… no te afecto lo que dijo esa mujer, no tiene importancia….—Eros, me llamó zorra y encima seguía ofendiendo a mi mamá… ¡ay!... —inhalo profundo —Te juro que quería ponerla en su lugar con unos golpes, si no fuera porque es una mujer de edad adulta… y como cereza al pastel dice que el agente es mi amante, ¿puedes creerlo?—Dim
<BIANCA>El comportamiento de Eros no era normal, pero no le tomé importancia ya que mi mente se encontraba pensando en los problemas que me esta causando los padres de mi padre, esos señores que no se quieren ir de aquí de ninguna forma y es un fastidio porque yo jamas los voy a perdonar, mancharon el nombre de mi madre con mentiras solo porque querían mantener en control absoluto a mi padre—Deja de mortificarte por ellos.—Es que no entiendo como pudieron hacerte eso mamá, manipularon todo para que ustedes…—Hija, es cosa del pasado. Lo único que importa es el presente y que tú siempre me sigas creyendo.Claro que siempre creería en ella, es mi madre y dudar de ella es como si mi esposo desconfiara de mi. Ella me abraza con una sonrisa, acomodo su gorro para luego besar su frente, ella dice que su cabello ha comenzado a caerse así que debía usarlo.—¿Todo bien con… Lucio?.—Si, pensé que había cambiado, pero después de que habláramos sobre nosotros y lo que sucedió, bueno, nos dimo
Último capítulo