Valentina, decidida a no involucrarlo en sus problemas, intentó cambiar de tema mientras jugueteaba nerviosa con el borde de su taza antes de preguntar:
—Dime, ¿cómo has estado? ¿Qué has hecho todo este tiempo? —preguntó con una sonrisa nerviosa.
Alonso percibió su incomodidad y tomó su mano con suavidad:
—Sé que te dejé sola demasiado tiempo sin explicación —comenzó, su voz cargada de emoción—. Pero en ese momento mi familia se vio envuelta en graves problemas y tuvimos que huir del país. No pude contactarte... no quería ponerte en peligro. —Hizo una pausa mientras sus ojos reflejaban dolor.
Hizo una pausa significativa, tragando con dificultad antes de continuar:
—. Cuando supimos que la banda había sido exterminada, regresamos para retomar nuestros negocios familiares... y lo primero que hice fue buscarte. Fue entonces cuando descubrí lo de tu padre... y tu matrimonio. —Una pausa dramática—. De verdad necesito que me perdones por abandonarte así. Jamás quise repetir lo que