Mateo Despierta Del Coma.
Cada día que pasaba, la ausencia de Mateo se hacía más profunda en el corazón de Valentina. Su mayor anhelo era ejercer el liderazgo de la banda junto a su esposo, pero la sola posibilidad de perderlo le provocaba una angustia insoportable. A la mañana siguiente, se levantó con una determinación férrea: iría al hospital a verlo.
Mientras se alistaba para salir, uno de sus hombres se acercó a informarle sobre la magnitud de los daños causados por el incendio que provocó el difunto padre de Alonso. Valentina se dirigió al lugar y, al ver los campos que una vez fueron la siembra de su padre reducidos a cenizas, sintió que un nudo de dolor le cerraba la garganta. Sin embargo, contuvo las lágrimas con una fuerza de voluntad admirable y, con voz firme, ordenó:
—Busca al personal idóneo y ponlos a trabajar de inmediato. Quiero ver estas tierras restauradas lo antes posible y que la siembra renazca por completo. ¿Entendido?
El hombre asintió en silencio y partió de inmediato a cumplir sus