La Inesperada Visita De La Abuela De Mateo.
Valentina permaneció al lado de Mateo hasta que ambos cayeron rendidos por el sueño. A la mañana siguiente, el doctor entró en la habitación. El ligero ruido despertó a Valentina, y su movimiento a su vez hizo que Mateo abriera los ojos. El médico los observó con una sonrisa cordial y bromeó:
—Buenos días, ¿cómo se encuentra nuestro bello durmiente? —dijo con un tono jovial y desenfadado.
Valentina y Mateo no pudieron evitar reírse ante el comentario. Acto seguido, Mateo respondió con honestidad:
—Hola, doctor. La verdad es que me siento bastante cansado y las heridas me molestan.
—Es completamente normal sentirse así después de despertar de un coma. En cuanto al dolor, te administraremos un analgésico —luego añadió con una mirada firme—: Y esta vez sí cumplirás con el reposo absoluto, ¿verdad? Su mejoría depende de usted.
Inmediatamente, Valentina respondió antes de que Mateo pudiera hablar:
—Por supuesto que sí, doctor. Esta vez hará caso y seguirá las indicaciones al pie