Para Sasha lo mas importante era serle util a su jefe Leo y ganarse su corazón despues vivir enamorada de él desde hace tres años. creia que lo habia conseguido pero todo cambia cuando se da cuenta que su amado jefe la habia adulado frente a todos a proposito solo para deshacerse de ella. Sasha quería Venganza pero no esperaba que su nuevo jefe y hermano de Leo se involucrara para ayudarla y mucho menos que se enamorara de su nuevo jefe Enzo en medio de su intento conquistar a Leo para destruirlo. ¿Podrá Sasha conseguir su venganza o rompera los corazones de los dos hermanos?
Leer másLlevo mas de una hora caminando. había llegado a la autopista pero con el tonto de leo pisándome los talones sin dejar de repetirme que me suba y que no exagere las cosas y que deje de hacer el ridículo que solo debia decir no y ya.Pero el problema no es solo eso si no que este idiota creyó que podria pasarse de listo conmigo ya que intento meter su mano por debo de mi falda.―Vamos súbete al auto.―Prefiero caminar hasta mi casa aunque me agarre la noche así que puede irse tranquilo.No puedo creer que haya sido tan tonta al pensar que este tarado se iba a disculpar conmigo, pero claro, olvidé que es él, el tipo que nunca se disculpa con nadie si no que somos nosotros los que debemos disculparnos con él―Es enserio que hay que casarse contigo para que aflojes un poco Sasha.Me de detuve de golpe con toda mi rabia contenida.―Y yo debo de ser una modelo top para que alguien como tu se enamore de mi ¿no?.―No. Necesariamente.Lo maldigo en la cara y sigo caminando esperando que alguie
―¿Qué diablos esta haciendo señor Black? ―le doy un codazo para quitármelo de encima pero parece que es y hierro porque ni siquiera se inmuto. ―Suelteme balbuceo forcejando con su mano.―Señor Black. ―dijo mi jefe estrechando su mano. ―No sabia que tenia trabajo por esta ciudad.―Que coincidencias de la vida ¿no crees?. ―Enzo levantó una ceja y dio una leve sonrisa torcida. ―Necesito hablar con Sasha a solas.―Entiendo. ―me mira a mi. ―No te demores.―Si jefe.Cuando él sale me libera de su agarre y furiosa le pregunto que diablos se propone haciendo semejante espectáculo y se justifica con que fue solo coincidencia y es algo que no le creo ni un poquito.―No te quiero cerca, no interfieras en mi trabajo.―Ya tenias uno conmigo a mi lado pero decidiste abandonarme por un abogaducho de quinta.―¿Abogaducho? Enzo, su firma es la mas prestigiosa del país. Si fuera un abogaducho de quinta nunca hubieras aceptado su oferta de ser uno de sus clientes vip. ―frunce el ceño ―Mira, no se que di
―¿Estas bien amigui?.―Si. ―la miro forzando una sonrisa. ―Solo… no me gusta recordar lo que pasó.―Tú tranquila, ya veras que pronto vas a ir subiendo como yo, aunque, con el trabajo que ya tienes ya me has superado. ―no hay maldad ni doble sentido en sus palabras, siempre es amable y sincera conmigo. ―Vamos, esta noche, yo invito las copas.―No. ―recuerdo lo que me dijo mi jefe. ―Voy a salir de la ciudad con el presidente.Me mira con maldad.―Ay amiga… ―me codea.―No es eso. ―ruedo los ojos. ―Es por trabajo.Mi celular suena y veo un numero desconocido, al responder escucho a mi jefe recordándome tener todo listo porque partíamos por la mañana y sin mas me cuelga, así de cortante entiendo que su tiempo vale enserio oro para todo.―Mira y lo invoque sin querer. ―salgo del auto y empaco las mudas que mi amiga me compro en la maleta que me prestó ya que aun no voy por mis cosas.Tenia todo listo cuando salí afuera, mi jefe estaba temprano esperándome afuera. Mi amiga me acompañó hasta
Verme profesional es algo que no voy a poder lograr. He intentado controlarme, pero… solo aparecen un sinfín de imágenes catastróficas en mi cabeza que me tienen mas que mareada y con ganas de vomitar.―¿No vas a vomitar o si?Miro a mi nuevo jefe rápidamente.―No, no. solo es que no desayuné bien.Me mira fijamente con una intensidad muy abrumadora.―Si vas a trabajar en esta firma debes mantenerte saludable y estable. ¿entiendes?.―Entiendo.Cuando el auto se detiene los latidos de mi corazón retumban sin frenesí en cada parte de mi cuerpo provocando enormes ecos que me desestabilizan y solo cuando escucho un “date prisa” de parte de mi jefe es que lo alcanzo antes de que entre.―Tu atuendo se ve pulcro. Muy bien señorita Sasha.Sonrío agradecida.―Gracias señor.Subimos al elevador. Las puertas se cierran, se abren entre pisos y todos se dan cuenta de mi presencia porque me miran curiosos. Me mantengo al lado de mi nuevo jefe y cuando sale lo hago.Trato de llevarle el paso, pero e
―Nada. Confio en ti, mira, si logras entrar, podremos vernos mas seguidos y… podremos chismear de todo. ―me codea sutilmente riéndose y me contagia. ―Fallaste en ese estúpido examen si, pero, si esta vez logras impresionar al Ceo de la firma, te juro que te vas a cambiar la vida para bien y podrás alejarte de esos hermanos. Así que ánimos amiga, esta es tu oportunidad.Dejé de llorar y mientras estudiaba durante los días restantes mi amiga me compró un traje para que pudiera presentarme a la entrevista. Dice que es un regalo que quería darme ya que gracias a mi pudo conseguir el puesto que tiene. Me la pasé estudiando sin dormir hasta que me sentí lista. Mi amiga ya había terminado de maquillarse y claro con ese cuerpo se veía fabulosa. A mi me dio un retoque en eso. Yo la seguí porque conoce mejor el lugar.El corazón me latía con fuerza desbocada mientras caminaba por el pasillo hacia la oficina del CEO. A un lado, vi a mi amiga, recién ascendida, con esa sonrisa radiante que solo a
Fueron solo dos palabras. Pero me rompieron.Porque no sabía lo que sentía. No sabía si era verdad, si era justo, si era cruel.Solo supe que… esas palabras me llenaron. Me quemaron. Me sanaron. De alguna forma me hicieron sentirme… bien.Y por un segundo, solo por ese segundo… me sentí feliz. Estaba por responder. Cuando tocaron el timbre, se aleja de mi prometiendo volver.―¡No. ahora mismo me va escuchar esa perra!. ―la voz de una mujer capta mi atención. Se oye furiosa. ―¡Tú eres mi prometido y no voy a dejar!...Una mujer alta, mucho mas que yo abrió de golpe la puerta y se quedó muda al verme. Fue tan solo un breve segundo cuando suelta una risa burlesca que ahoga rápidamente mientras se me mira a mi y luego a él.―¿Qué diablos significa esto? ―exclama desconcertada. ―Esto tiene que ser una broma, ¿me engañas con una gorda?. Tiene que ser una maldita broma. Pensé que me engañabas con aquella sarrapastrosa pero con una gorda. ¿Enserio te rebajaste tan bajo? No puede ser. Es que n
Último capítulo