«Ay pero que bruja maldita»
—¿Es tu madre? —finjo sorpresa. —Ay perdón. —oculto mi pequeña risa cubriéndome la boca —Creí que era tu abuela.
Abre la boca estupefacta, Enzo deja escapar una leve risita divertida antes de que me linchara con sus venenosas palabras su madre. Al poco tiempo el señor Black nos invitó a sentarnos. La madre de los hermanos no me quitó los ojos de encima durante la cena. Enzo se encontraba conversando con su padre y de vez en cuando respondía a las indirectas de su hermano.
—Ya que estamos aquí por favor dígannos como se conocieron. —casi me ahogo con el vino cuando recordé esa noche. Miro a la bruja por encima de mi copa notando que esta muy interesada en ese tema. —Querida, vamos cuéntanos como conociste a mi hijo.
Me limpio sutilmente los labios pensando en que decir.
—Bueno…
—Ella creía que la iba asesinar —dijo Enzo antes que yo lo hiciera de una forma tan tranquila que me avergonzó —Quise ayudarla cuando la vi caminando sola en la carretera y desde ahí