—¿Sientes eso? —preguntó Kaeli.
—Sí —respondió él—. Como si algo estuviera a punto de romperse.
*
Yelra se levantó lentamente.
—El fuego está cambiando. No por nosotros. Por algo que viene.
Ilyra dejó de tejer.
—Las raíces están temblando. Eso solo ocurre cuando una presencia no reconocida cruza el umbral.
Rheon se colocó junto al fuego.
—Entonces que venga. Pero que sepa que esta manada… ya no está rota.
*
Un viento seco atravesó el jardín.
Las antorchas se apagaron.
Las piedras se oscurecieron.
Y el fuego… se partió.
Una figura cruzó el círculo.
No caminaba.
Flotaba.
Vestía una túnica negra con símbolos que no pertenecían a ningún clan.
Sus ojos eran como lunas muertas.
Y su voz… no usó palabras.
> “El vínculo fue reactivado. La memoria despertó. Pero el legado… fue robado.”
Kaeli dio un paso al frente.
—¿Quién eres?
La figura se detuvo.
> “Soy lo que fue sellado. Lo que ustedes olvidaron. Lo que ustedes temen.”
*
Selin retrocedió.
—No es humano.
Marek se colocó frente a ella.
—No e