Ella es una omega Pura y reina de su manada hasta que su esposo la destronó y encerró. Dos de sus hijos descubren la verdad y piden ayuda al alfa de la manada enemiga. Pero solo aceptará con una condición. Ella tiene que ser de él Y ella no volverá a ser de nadie Novela registradas Safe Creative bajo el código 2103057088033, bajo documento de propiedad intelectual en España y por en la Oficina del Autor de mi país, Cuba.
Leer másHades, alfa de la Manada de Plata no daba crédito a lo que sus ojos veían. Dos de los hijos de su mayor enemigo estaban arrodillados ante él, implorando que derrocara nada más ni nada menos que a su padre. Esa si era una broma de muy mal gusto. No era una persona cerrada de carácter pero le gustaría darles unos buenos correctivos a aquellos dos cachorros que osaban burlarse de su persona. O tal vez aquello era simplemente una estrategia de su padre para acabar con su poder.
Era conocido por su carácter amable con los cachorros más no con aquellos que intentaban manipularlo. Pero por el momento, les seguiría el juego. Nadie sabe a dónde podría llegar.
-¿Y cuál es el objetivo de venir a pedirme algo así?- sentado en el trono de la gran sala imponía respeto como todo el magnate que era. Los otros presentes estaban incómodos por la situación presente pero sin su orden no harían nada.
Los dos jóvenes bajaban su mirada evitando la de él, un símbolo de total sumisión, aunque las manos del que parecía el mayor se cerraban sobre sus rodillas mostrando que no estaba de acuerdo con aquella posición. Siendo hijos de alfa, esa actitud era memorable y Hades admiró que no se hubiera rebelado ya. Tal vez su pedido no era tan descabellado.
-Hace poco- comenzó a decir este tensando los hombros- Descubrimos los actos de nuestro padre y no toleraremos más eso, no cuando nuestra madre es la que está en peligro-
Se hizo un silencio incómodo y Hades recostó los codos sobre sus muslos, interesado.
-Sigue-
El chico levantó la cabeza pero la bajó tan pronto se dio cuenta que el alfa lo interrogaba con cada poro de su cuerpo.
-Hemos descubierto que nuestra madre está viva y esta encarcelada en una de las mazmorras subterráneas. Nuestro padre la ha tenido cautiva desde hace mucho tiempo y ha tomado su lugar como alfa total de la manada, usando su cuerpo solamente para procrear-
-¿Y crees que te voy a creer algo tan descabellado?- los dos chicos ahora si lo miraron con sus ojos desorbitados, como si la esperanza se escapara de ellos. Hades lo ignoró, si mentían, tarde o temprano la verdad saldría a la luz.
-Es bien sabido que su madre enfermó después del primer heredero, y que después de eso se confinó hasta que murió. Esa historia de que todos son hermanos de la misma madre es una tontería. No después de los múltiples amoríos del alfa-
-Pero no mentimos- el menor gritó desesperado recibiendo una ceja arqueada por parte del alfa.
-¿En serio? Denme pruebas y tal vez piense en su oferta- si no se equivocaba, su madre era la única omega de sangre pura de la manada y a leguas a la redonda, esto era serio.
Los chicos se miraron incómodos, pedirles pruebas cuando no la tenían, era cruel. El mayor mordió su labio inferior hasta que sangró. Sabía que había sido una idea descabellada irle a pedir ayuda al mayor enemigo de su padre, pero nadie más podía enfrentarlo.
Hades poseía una manada igual de grande y poderosa que la de ellos. Además, sus tierras colindaban, ir a buscar a otro alfa hubiera tomado demasiado tiempo, y tiempo era algo que no tenían. Alan hizo lo que nunca hubiera hecho en otra situación. Bajó su cabeza hasta casi tocar el suelo y suplicó.
-Usted es nuestra única esperanza. Por favor recapacítelo-
Su hermano a su lado copió su posición, repitiendo las mismas palabras.
Los ojos plateados del alfa miraron la escena con incertidumbre. Olía el miedo salir de los cachorros, pero no un miedo por mentir, sino de aquel que sabes que puedes perder todo.
-Guardias- llamó- Llévenselos-
Los dos jóvenes levantaron la cabeza con una expresión de terror y desilusión mezclada.
-Alfa- Alan intentó otra vez.
-No me repliques muchacho, espera como un buen cachorro, esta decisión no la puedo tomar tan a la ligera-
Pudo ver como los ojos del chico brillaron, una pizca de esperanza, aunque él, no prometía nada.
***
Siran cerró la puerta tras su espalda y se sentó después de que su alfa lo hiciera detrás de su buró de preciosa caoba tallada.
-Mi fiel consejero, que piensas respecto a lo sucedido-
El lobo de apenas 300 años, pero que no aparentaba más que un humano de 25 se tocó el ceño como siempre lo hacía cada vez que sacaba una conclusión.
-Creo que es una buena oportunidad para que te hagas con la Manada Gris, alfa-
-Siempre tan sabio, amigo mío-
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Por lo demás pueden disfrutar con gusto de esta historia
A pesar de haber tenido seis embarazos, cinco de ellos efectivos, Nebraska no estaba adaptada a la excesiva atención que recibía en su nueva manada. Era algo realmente estresante para ella. Y lo decía tanto en el buen sentido como el malo.Desde que se levantaba tenía a Hades verificando cada uno de sus movimientos, y hasta tenía que gruñirle para que la dejara la menos ir al baño sola. La palabra intimidad era algo que estaba perdiendo poco a poco y a ella le gustaba su espacio.Y no era que no le gustaba la atención, es que era tanta que se agobiaba. Y no solo era por Hades, incluso Sara asistía cada mañana para atenderla, peinarla, ayudarla a vestirla y demás. Nebraska toda su vida dependió de ella misma, así que tener a alguien que hiciera eso era algo realmente extraño e incómodo.Como resultado siempre terminaba huyendo a cualquier lado de la manada por tal de respirar. Hades siempre tenía mucho trabajo. Había días en que incluso no se veían mucho a no ser en
Ser alfa de una manada inmensa, esposo atento y padre, las tres cosas a tiempo completo, como que era algo bastante difícil. Sobre todo para Hades que caía en la cama todas las noches después de hacer todas sus tareas y se dormía profundamente abrazando a su esposa. Y aun así estaba pendiente por si esta necesitaba algo o tenía alguna pesadilla. Resultado…su ajetreada vida le estaba pasando factura, pero a él le encantaba. Tenía días en que las ojeras adornaban su hermoso rostro y Nebraska era llamada por Siran para que lo obligara a dormir y ella tenía un método especial para que él hiciera su voluntad. Más no se quejaba. Un día normal en la vida de Hades era levantarse en la mañana y despertar a su esposa llenado su cuerpo de besos. Desde la frente hasta sus pies. Lo hacía suave, dedicado, con cariño y expresando todo su amor a pesar de que ya llevaban tiempo juntos. Nunca se aburría. Y una vez que Nebraska había abierto sus ojos, dependiendo el ánimo de ambos, tenían un desestresa
Cuando Sara había escuchado la fatídica noticia de que el cachorro de su protector había muerto… otra vez sabía lo que iba a ocurrir. Por lo que no se impresionó verlo salir corriendo astillando la ventana y perdiéndose en los árboles que rodeaban la inmensa mansión. Lo que si la impresionó fue cuando Siran la detuvo agarrando su brazo.Y Sara pudo jurar que todos los vellos de su cuerpo se erizaron. Miedo, pánico y el recuerdo de esos ojos llenos de odio en dirección a ella. No le tenía miedo a Siran como tal, sino al rechazo total de él como había ocurrido esa noche y que la había hecho llorar hasta esa mañana haciendo que sus ojos dolieran.Por lo que había escapado cuando antes para no escucharlo otra vez. Si él la odiaba prefería que solo fuera en su mente. Sus palabras la destruirían y en ese momento se tenía que mantener fuerte. Ella era el apoyo de Hades y no podía quebrarse.Así que se transformó y corrió siguiendo su rastro.El alfa habí
Siran se sobó la sien temprano en la mañana. Su cabeza le dolía tanto que pensaba que iba a explotar y eso no le permitía concentrarse en su trabajo y eso que tenía mucho. Lo sucedido en la noche rondaba su mente y no podía separar lo que era verdad de un sueño. Todo había pasado tan rápido que era confuso. Gruñó alarmando a los dos lobos que estaban delante de él esperando por la firma de unos documentos, estos retrocedieron en consecuencia. Siran era un lobo con un carácter complicado, pero siempre tenía control sobre sí mismo, así que verlo en ese estado era toda una novedad. -Oye no me acoses a mis guardias- la voz de Leoxi retumbó cuando el lobo entró por la puerta. Siran alzó la cabeza y alzó una ceja. -No tengo necesidad de acosar a nadie- replicó con tono áspero. -Wao, cierto lobo se levantó con la pata izquierda- Leoxi chifló y pasando por el lado de los dos lobos le hizo seña para que salieran- Yo me encargo- les murmuró y ambo salie
Sara. Escuchar su nombre saliendo de los labios de ese frío lobo que siempre mantenía la distancia de ella, pero casi sin aliento y con tono excitado hizo que todo el cuerpo de Sara temblara y un marcado sonrojo cubrió sus mejillas extendiéndose por su cuello. ¿Qué demonios? Estaba habituada al siempre frío Siran, no a este lobo que podía tener la voz grave y hacerle latir el corazón. Se preguntó cómo sería en el sexo, si sus ojos brillarían, si sus colmillos se alargarían, su pecho desnudo y fuerte subía y bajaría húmedo y brillante de sudor. Era una loba virgen, pero había fantaseado tantas veces con Siran durante los últimos años aun así chocar con la verdad era sumamente impactante. Lo sintió removerse un poco y abrió la boca para soltar un ligero gemido. Sara se alzó sobre su codo y lo miró con los ojos entrecerrados. Los orbes de ella comenzaban a tornarse muy dorados con la excitación a flor de piel. No lo podía evitar el lobo estaba ex
A pesar de ser joven Sara era una loba...terca. Muy terca. Entre sus objetivos estaba tener cachorros con Siran. El beta del lobo que la había recogido, así que así seria. Lo había dicho desde la primera vez que lo había visto y no se echaría para atrás. Ese era el lobo. Por lo que desde el día que había sido acogida en la manada siempre buscaba alguna forma de estar junto a él. Aunque este no estaba muy de acuerdo con los deseos ella. Solía encontrar las formas de escabullirse para que ella no lo encontraba y se escondía, aunque ella tenía una facilidad innata para encontrarlo fácilmente. O le gruñía cuando ella se acercaba ganando un gruñido más fuerte por parte de Hades por haberlo hecho. Papi Jades siempre tan protector. Ella se burlaba de ello Asu así Sara no se quejaba nunca. Siempre justificaba que el beta solo era tímido. Ya lo había atrapado más de una vez siguiéndola con la mirada u olfateándola después de haber est
Cautiva del Alfa es una novela de género de Hombres Lobo escrita por Valkyria Wolf, que narra la historia de Nebraska, una omega que fue encerrada por su esposo. Luego dos de sus hijos descubren que ella está encerrada y le piden ayuda a Hades, el alfa de la manada enemiga. La intención de Hades era ayudarlos, pero él quería que Nebraska fuera solamente de él. La novela Cautiva del Alfa tiene 110 capítulos, 410 mil visitas y una calificación de 9.9 estrellas. Lee esta novela y conoce la historia de amor y traición de Hades y Nebraska.
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