Capítulo 12.
Dak Ho:
Miraba las armas que habían llegado, por lo visto antes de lo esperado, todas eran de excelente calidad y con la mejor tecnología de Corea del Sur, tome una de ellas con la mira nocturna, cromado artificial con grabados de mi marca.
Joder, es hermosa.
No usaba un arma como esta desde que salí del servicio militar, apunte hacia la mira, el lente era perfecto, mucho mas que perfecto.
—Los Cataríes estarán contentos —deje el arma en la caja.
—¿La presentacion sera aqui señor?
—Así es Park, en dos semanas sera la presentacion de las armas —tome mi saco—, que mis hombres las coloquen en su lugar ¿les pagaste a los de la aduana?
—Si señor.
Doscientos mil dólares por todos tuve que pagar para que no me quitaran una sola bala, lo peor de todo es que no puedo asesinarlos a ninguno, eso sería demasiado extremista, quiero evitar a toda costa matar a alguien, además esos policias son los únicos que me ayudan a entrar mis armas para venderlas al mejor postor.
En dos semanas estarían