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Capítulo 12.

Dak Ho: 

Miraba las armas que habían llegado, por lo visto antes de lo esperado, todas eran de excelente calidad y con la mejor tecnología de Corea del Sur, tome una de ellas con la mira nocturna, cromado artificial con grabados de mi marca. 

Joder, es hermosa. 

No usaba un arma como esta desde que salí del servicio militar, apunte hacia la mira, el lente era perfecto, mucho mas que perfecto. 

—Los Cataríes estarán contentos —deje el arma en la caja.

—¿La presentacion sera aqui señor?

—Así es Park, en dos semanas sera la presentacion de las armas —tome mi saco—, que mis hombres las coloquen en su lugar ¿les pagaste a los de la aduana?

—Si señor. 

Doscientos mil dólares por todos tuve que pagar para que no me quitaran una sola bala, lo peor de todo es que no puedo asesinarlos a ninguno, eso sería demasiado extremista, quiero evitar a toda costa matar a alguien, además esos policias son los únicos que me ayudan a entrar mis armas para venderlas al mejor postor. 

En dos semanas estarían aquí, lo bueno de todo esto es que ganare el triple de lo que perdí en Aduana, así que es buen negocio.

Subí a mi auto, el señor Park lo condujo hacia la casa, ya era tarde asi que tenia que irme a descansar, mañana tengo trabajo que hacer. 

Miraba mi teléfono, el periódico en donde esta Jenn ha publicado un encabezado sobre la Yakuza, pero esta vez los Kkangpae fueron mencionados, pero como especulación, los malditos Yakuza se están saliendo de control, Tanaka tiene que controlarlos, si lo atrapan estoy perdido. 

Dejar que me asociara con el fue un grave error, pero el y yo estábamos desesperados por encontrar a la persona de la grabación que resulto ser Jenn. 

Jenn..

Justo ahora debe estar de camino a donde vive sus padres, aun pensaba en ella y en la forma en cómo decidió cortar con lo que sea que hayamos tenido. Me sentí usado por ella, el hecho de que se haya acostado con Tanaka, hace que me hierva la sangre, por que se supone que el cuerpo de Jenn es solo para mi. 

La figura curvy de Jenn no salía de mi mente, esas enormes y gruesas piernas, esa cintura con esos kilos encima que lucen perfectos en ella. Joder me encantan las mujeres así, voluptuosas, pero Jenn se lleva el premio a las sexy que he visto. 

Pero ella no se quedó conmigo, tampoco con Tanaka. 

¿Por que demonios no se quedo conmigo? Maldita sea, eso hirió mi maldito ego. 

Es la primera vez que una mujer me rechaza de esa manera. Siempre suelo ser yo quien termine desechando a las mujeres, pero supongo que este es mi karma. 

Llegue a la casa, le agradecí al señor Park, el se fue hacia el área en donde descansa, yo no tenia muchas ganas de cenar, solo me di un baño para acostarme, joder. Mientras me miraba en el espejo que estaba en el techo de mi habitación, recordé la noche en que Jenn y yo tuvimos sexo, verla encima de mi, moviendo esas ricas caderas sobre mi polla joder, esa mujer es una diosa en la cama. 

Dejarla ir es imposible, me gusta demasiado...

(...)

Al dia siguiente...

Colgué la llamada con mi padre, en unos dias estaria de regreso a Estados unidos, el estaría presente en la venta de las armas a los Cataríes, me dijo que allá todo estaba en orden en Corea y que me tenia una sorpresa, el sabe que las odio pero lo dejaré pasar. 

—Señor, Tanaka está aquí. 

Genial, ahora que es lo que quiere este imbecil. 

—Hazlo pasar. 

El le dio el pase a Tanaka, hace días que no lo veía. 

—¿Que quieres? —le pregunté mientras miraba la pantalla.

—Tenemos que hablar, es sobre Jenn. 

—¿Qué es lo que quieres hablar de ella? 

—De lo que pasó en su oficina, no te golpee la cara para que ella no se sintiera peor, pero fuiste un hijo de puta. 

—¿Terminaste? Por que si es asi, puedes irte. 

—Eres un bastardo, entiendo de que estabas molesto, pero no tenias por que herir a Jenn. ¿Llamarla cualquiera? Eso es pasarse. 

—No la llame de ese modo así que no exageres.. 

—No lo hago, ella siempre fue sincera con los dos... Ahora por eso, se fue. 

¿Entonces si se fue? Creí que no se iría, que era puro capricho de ella. Joder ¿que hago?

—No creí que lo haría... —dije en un murmullo.

—¿De verdad te gusta? Se honesto Kang, ¿Jenn te gusta?

—Si, si me gusta y mucho, pero la quiero solo para mi, no pienso dejarte el camino libre. 

—¿Y qué harás al respecto? —empezó a reírse— ¿Me matarás?

—Es una buena opción —le sonreí—, si te mato, puedo quedarme con ella. Por que olvida que voy a compartirla contigo, primero me corto la mano.

—Eso se puede solucionar —sonrió de lado.

Este bastardo cree que puede tener oportunidad con ella, no cuando yo estoy presente en la vida de Jenn. La quiero solo para mi y si tengo que quitarlo de mi camino lo haré. 

—Escucha Kang, a mi no me hace gracia tener que competir contra ti, tu eres mucho mejor que yo en todos los aspectos... Pero a mi en serio ella me gusta, es la primera mujer que ha captado mi atención desde que la vi y se que ella tiene un enorme corazón y por mas que me guste, ella no merece estar con ninguno.. 

—¿Que?

—Sabes de lo que hablo, se que yo estoy jodido, pero tu lo estas tambien... Ella no es Coreana, tu eres el primogénito de tu padre y por obligación debes casarte con la misma persona de tu cultura... Además de que ambos estamos en la mafia, ella no merece esto —el negó—, ella tiene una gran vida y carrera por delante, no sería justo joderla así. 

Por más que lo odie, el bastardo tiene razón.. En el mundo en que estamos es difícil salir, la unica manera es que sea muerto. Jenn es un amor de persona y no merece que su vida se detenga por culpa de nosotros. 

Pero dejarla ir, eso para mi es horrible por que deseo tenerla a mi lado, jamas habia deseado a alguien como la deseo a ella. 

—No quiero dejarla Tanaka, ella me gusta demasiado... —me sincere con el. 

—A mi tambien, pero estamos pensando sólo en nosotros y teniendo una rivalidad estupida.. —se sentó frente a mi—, estamos siendo demasiado egoístas, lo que ella piensa también es importante... Creeme que a diario pienso en que si estoy con ella, como debe tomarse el hecho de que soy un Yakuza, se que ella no lo tomará nada bien. 

Lo mismo he pensado sobre mi lugar en la mafia, si ella estaría conmigo, tiene que saber todo lo que hago. Se que ella se alejaría de mi sin pensarlo. 

Esto es jodido. 

—Nos odiara, de eso estamos seguro los dos —el asintió—, pero ¿como la dejo ir? Si esa mujer me tiene loco, me tiene a sus pies.. 

—Lo se, es difícil dejarla ir... Kang, le gustamos, ambos les gustamos, podriamos intentarlo los dos con ella. 

—¿Estas loco? ¿Acaso la tinta te fundio el cerebro o que? No pienso hacer semejante estupidez... Si me molesta el hecho de que haya follado contigo, ¿como crees que lo tomare al verte tocándola o besándola frente a mi? Ni muerto —dije molesto. 

—Tu no la dejaras ir, yo tampoco y no pienso rendirme —se puso de pie—, te dejo que lo pienses, yo lo haré.

Salió de mi oficina dejándome aún más molesto.. ¿Cómo cree que voy a compartirla con el? Ella tiene que ser solo mía. 

Solo mia. 

(...)

Pase toda la tarde pensando en las palabras de Tanaka.

Compartir a Jenn con el. 

Ni muerto pienso hacer eso, tener que unirme a el para estar con Jenn, es una total locura, no pienso hacer algo como eso. Eso de la Poligamia, simplemente no es lo mio. 

Pero se que ella no estará con ninguno de los dos, por que le gustamos los dos. Jodida m****a, jamas habia escuchado algo como eso antes.

—Llevame al Bar de Tanaka. 

—¿Está seguro señor? Es territorio Yakuza —dijo el señor Park en tono nervioso.

—Muy seguro, se que el está ahí y no me harán nada. Dile a mis hombres que estén alertas por si acaso. 

Cuando salgo a lugares poco concurridos, suelo llevar a mis hombres conmigo, del resto no por que no puedo llamar la atención, claro salgo con dos o tres de ellos como mis guardaespaldas, pero dentro de cualquier lugar, hay dos o tres de mis hombres dentro para cualquier cosa que suceda. 

El señor Park estaciono el auto en frente del bar de Tanaka, es la primera vez que venia pero se que este es su bar. Al entrar, lo primero que vi fue a Tanaka sentado en la barra, debo decir que este lugar por dentro no es lo que pensaba, todo tenía toques Japonés y americanos, tiene buen gusto el bastardo. 

Le indique al señor Park que se quedara en la puerta, me senté en la barra al lado de Tanaka y una chica se acercó. 

—Un bourbon sin hielo. 

Ella asintió y se fue a preparar el trago. 

—Señor Kang ¿a que se debe el honor?

—Vine a hablar contigo, sobre lo que me dijiste ahora... Quiero quedarme con Jenn, pero si tengo que compartirla contigo, lo haré, pero no quiero que se vaya de mi lado. —le di un trago a mi bebida a penas fue puesta frente a mi. 

Espero no arrepentirme de esto.

—¿En serio lo harás? —le asentí—, Joder Kang, lo que haremos es algo arriesgado ¿lo sabes no? 

—Claro que lo se, pero no pienso dejar a Jenn, espero que podamos hacer esto, por que en serio te odio. 

—También te odio —sonrió— ahora, ¿Cómo lo haremos? ¿Como se lo diremos? Por que no sabemos si lo aceptara. 

Ese es otro problema, no sabremos si ella estará dispuesta a aceptar semejante locura. Joder ¿en donde me estoy metiendo? Pero todo sea por que ella esté conmigo. 

—Iremos a Texas a buscarla, por que ella no regresara en unos días y no pienso dejar que pase mas tiempo. 

—Vaya que eres arriesgado, eso me gusta —sonrió emocionado—, brindemos por ello.

—Olvidalo —bufé. 

—Oh vamos Kanf, tenemos que empezar a llevarnos bien, por Jenn. 

—No pienses que andaré de amigo contigo bastardo, hare esto solo por ella. Nada más.

Soy demasiado territorial, odio que toquen lo que es mio, por que es eso, mio. Pero si deseo tenerla a mi lado, no puedo dejarla ir asi como asi, asi tenga que soportar al bastardo de Tanaka. 

—Cuando cenaron —nos miramos— ¿A donde la llevaste? 

—A una feria —sonrió mientras le daba un trago a su bebida—, nos subimos a muchos juegos, comimos comida chatarra e incluso le regale un oso polar tirando unos patos. Fue increíble. ¿Y tu?

—A un restaurante cinco estrellas —el alzo las cejas sorprendido.

—Vaya, la llevamos a lugares distintos... En la feria pude conocer un poco mas de ella ¿sabes que le flor le gusta?

—El girasol —el asintió—, su gato se llama..

—Bob —asentí—, le gusta bailar.

—Escuchar musica. 

—Ver series hasta dormirse —el río.

—El helado de vainilla —dijimos al unísono. 

Conocemos mucho de ella, creo que esta locura podría funcionar. 

—Me tengo que ir —me puse de pie—, ve a la empresa a las siete de la mañana sin falta, lleva contigo una maleta.

—¿Que?

—Solo hazlo... 

(...)

Miraba mi reloj por quinta vez, le dije a las siete de la mañana y ha pasado mas de media hora. Anoche deje todo listo para mi ausencia en la empresa, hoy mismo iríamos a Texas a buscar a Jenn, le pedi de la manera mas amable a Mia la dirección de sus padres, así que iremos a buscarla. 

Se que estamos cometiendo una locura, que lo que haremos es arriesgado, pero no puedo esperar para verla y decirle que estoy dispuesto a lo que sea con tal de que este conmigo y con el idiota de Tanaka. 

—Llegas tarde.

—Lo siento, tuve que comprar una maleta —miró al señor Park—, señor Park —palmeo su hombro. 

Mi fiel amigo lo miró con odio, odia a los Yakuza.

—Ambos conduciremos, nos turnaremos para ello... Sube la maleta al auto, iremos a Texas. 

—¿Por carretera? 

—Si, no quiero oír quejas y no fumes dentro de mi auto —lo señale cuando vi que saco un cigarrillo—, ahora sube, no podemos perder tiempo. 

Esto es lo mas loco que he hecho en mi vida, ya pensaré después que le dire a mi padre sobre esto. Lo importante ahora es que Jenn acepte tener una relacion con los dos. 

Espero que nos acepte. 

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