Jenn:
Semanas después.
Han pasado algunas semanas desde que rescate a Dak Ho, todo ha estado relativamente bien. Ahora vive con nosotros en la casa de Busan, se ha recuperado de manera favorable, aunque las cosas entre nosotros están muy tensas.
Me dice que me ama, que me adora. Pero no deja que me acerque a él, no deja que lo toque o lo acaricie, eso lo entiendo por qué paso por mucho estando con Summer, para el, fue un momento traumático, a veces lo escucho en las madrugadas, también cuando pasa mucho tiempo encerrado en el baño.
Ni siquiera ha podido hablar con Ryosuke sobre ello por qué siente vergüenza de que hayan abusado de el.
Dak Ho se ha estado haciendo el fuerte todo este tiempo, quiere demostrarles a todos que todo está bien, cuando el no lo está. No he logrado conseguir que hable conmigo, no siquiera me mira a los ojos cuando lo veo con solo el torso desnudo.
Todo eso me ha tenido muy mal y muy triste, el maldito viejo y esa zorra me lo cambiaron, ya no es el mismo de antes y quiero que regrese, quiero que aquel hombre fuerte y decido regrese a mi.
Ya nada es igual para nosotros tres. Ni siquiera con la llegada de mis hijos, nada ja mejorado entre nosotros, nada.
Entré a la habitación de Dak Ho, el estaba sentado en la cama mirando hacia la nada.
—Dak Ho —me miró—, en un rato estará el almuerzo, yo misma cociné.
—Gracias, saldré cuando esté listo.
—Llevas encerrado dos días aquí —me acerqué a él—, no me gusta que estés así, quiero que al menos compartas con nuestros hijos.
—Lo se y lo lamento, pero no me siento listo para poder salir, es extraño Jenn, creí que podría superarlo pero no, es horrible.
Me senté a su lado y lo abrace, no se que más hacer para hacerlo sentir bien y tranquilo.
—Jenn —lo miré—, quiero poder olvidarme de eso... Me molesta mucho no poder tocarte.
Me puse de pie e hice que el se levantara, le tome la mano para llevarlo al baño, yo me despoje de la ropa, luego le hice lo mismo a él, pero con calma.
Dak Ho no decía nada, estaba un poco tenso así que con cuidado pase mis manos por su abdomen y espalda, sonreí al ver que cerró sus ojos y relato su cuerpo. Había olvidado lo que era ver su enorme torso, lo grueso de sus brazos y lo pequeña que era su cintura.
—Dime si quieres que me detenga —me miró—, sabes que no voy a obligarte a nada.
—Me siento bien —murmuró.
Su rostro mostraba seguridad y calma, eso quería decir que estaba funcionando.
El mismo se terminó de desvestir, luego entramos a la ducha, deje salir el agua tibia sobre el, quería hacerlo regresar a mi. Con un poco de miedo, me atreví a besar su pecho, toque de nuevo su torso y lentamente baje mi mano hasta su vientre.
El y yo, no nos dejamos de mirar. Aquellos ojos oscuros me mostraban lo mismo que vi hace cinco años, deseo.
Dak Ho metió su mano en mi nuca para acercar su rostro al mío y besarme, aquel beso era tan fogoso y lleno de deseo que mi cuerpo se estremeció. El beso se estaba comenzando a poner salvaje e intenso. Gemi en sus labios al sentir sus manos sobre mi espalda y luego comenzaron a bajar.
El me giro haciendo que quedara mi espalda sobre la pared del baño, soltó mis labios para mirar mi cuerpo. Sus ojos se posaron en aquella cicatriz que tenía en mi abdomen, el no dejaba de mirarla.
—Jenn.. E-Esto te lo hizo..
—Areum —me miró—, ella me la hizo, ella me sacó a mis hijos, ellos también tienen una cicatriz pequeña debido a eso —le tomé el rostro—, mírame —lo hizo—, no es tu culpa..
—Lo es —solto su llanto—, claro que lo es, si tan solo no te hubiese dejado sola en ese momento, no mis hijos ni tu, hubiesen pasado por eso —sollozó con fuerza—, jamás me lo voy a perdonar.
—Dak Ho mí amor, ya —dije con un nudo en la garganta—. Olvidemos esto por un momento, te necesito, por favor, vuelve a mi ¿Si?
El asintió. Tomó una larga y fuerte respiración para así, volver a acercarse a mi. Me besó de nuevo, esta vez con calma, con suavidad y posesividad.
Soltó mis labios para ir a mi cuello e ir bajando hacia mis pechos. Con el solo toque de sus dedos sobre mis pezones me basto para gemir. Extrañaba su olor, su calor, su cuerpo contra el mío.
Quería hacerlo olvidar por un momento todo lo que pasó, quiero que se sienta amado por mi, que sepa que quiero estar con el, que no hay nada mas que quiera ahora que estemos juntos.
Dak Ho suspiraba y soltaba gruñidos mientras me tocaba, yo estaba extasiada por el toque de sus manos sobre mi cuerpo, la manera en que me besaba y me apretaba el trasero era majestuosa. Me hacía recordar lo bueno que era Dak Ho en la cama.
Me giro para asi mi espalda quedar en su pecho, el calor del agua tibia recorría nuestros cuerpos desnudos, su mano se fue a mi cuello y lo deje, quería que el tomara el control, que se volviera a sentir como el dominante que es.
—Abre las piernas Jenn —ordenó.
—Si mi amor.. —jadee cuando me azotó.
La mano de Dak Ho se metió entre mis piernas, con su pulgar comenzó a estimular mi clítoris. Trataba de moverme pero fue imposible hacerlo por su fuerza. Gemi al sentir su enorme dureza entre mi trasero.
—joyonghan agi (Quieta nena) —gruñó en mi oído.
Se lo que dijo, aquello sonó tan excitante. Obedecí a su orden, me quede quieta tal y como me lo pidió. Sus dedos se metieron en mi intimidad, solté un jadeo agudo al sentir esos enormes y largos dedos dentro de mi. Comenzó a masturbarme con rapidez y fuerza.
Con solo eso fue más que suficiente para correrme.
—Solo yo puedo hacerte correr así —susurró en mi oído—, solo yo.
Me volteo, su brazo rodeó mi cintura para no caerme ya que mis piernas temblaban. El me dio una sonrisa de lado, luego miró sus dedos y así, se los metió en la boca para saborear mi orgasmo.
—Sabes mas deliciosa que antes —me miro, me estremecí ante esa mirada.
—Dak Ho.. —susurré— yo..
—Me has vuelto las ganas de follarte —sostuvo mi mandíbula—, tu eres la única que me hace sentir así.
—Mentiroso —masculle.
—¿Lo dices por ella? Si, traté de olvidarte con ella, pero no pude Jenn. Ninguna mujer se compara contigo —murmuró sobre mis labios—, creí que estabas muerta y trate de reemplazarte, pero es más que claro que tu, eres irreemplazable. Eres mi mujer y mi polla solo te pertenece a ti.
Me alzó entre sus brazos y me beso, aquel beso era fogoso e intenso, tanto que me costó seguirle el ritmo.
Salimos de la regadera y del baño. Dak Ho me dejo sobre la cama, fue a buscar algo en su closet y al regresar vi que traía dos corbatas.
—¿Qué harás?
—¿Recuerdas lo mucho que me prenden los juegos? —asentí— Pues haremos un juego, creeme que te va a encantar.
Se subió a la cama y dio un beso en mi vientre. Tomo mis muñecas y subió mis brazos para atarme a la cabecera de la cama, luego me vendo los ojos. Después no escuche nada mas.
—Quieta, ya regreso.
Escuche la puerta ser abierta y cerrada. No sabia bien lo que haria pero al menos tenia una idea. De solo pensar e imaginar que tendría sexo con el mientras estaba vendada, me encantaba. Quiza aun guarde un poco de rencor hacia el, pero solo quiero solucionar esto y si el sexo lo era, iba a perdonarlo las veces que quisiera.
Escuche de nuevo la puerta ser abierta y cerrada.
—¿Dak Ho?
—Aquí estoy nena —su mano acarició mi pierna— estaba asegurandome que no hubiera nadie en casa, estamos solos.
—¿Y los niños? ¿Los demás?
—Los niños están bien y seguros.. Tu solo dedícate a disfrutar esto.
Sentí sus labios besar mis muslos, el los besaba con suavidad pero apretaba mis muslos con mucha posesividad. Sentí su boca meterse entre mis piernas, mi espalda se arqueo al sentir la humedad de su lengua sobre mi intimidad.
Se apartó de mi intimidad para luego volverlo a hacer, esta vez succiono con fuerza mi clítoris, eso me hizo gritar con fuerza. Quería soltarme pero se que el no me dejara hacerlo.
—Dak Ho no me hagas esto.. Follame, por favor.
—No —lo escuché decir en mi oído, yo jadee—, no serás follada por mi, si no por los tres.
—¿Q-Que?
Una mano sostuvo mi mentón para besarme, ahí supe que era Jiwon quien lo hacia. No estaba preparada para esto, pero tampoco me quejaria.
Me soltaron de la cabecera de la cama, el me soltó las muñecas pero solo un segundo por que volvi a ser atada, las manos me las dejaron en la espalda. Yo, estaba deleitándome con el olor de sus perfumes.
Me dejaron de rodillas en la cama.
—Déjenme verlos —pedí.
—¿Realmente quieres hacerlo? —me estremecí al escuchar la voz de Ryosuke detrás de mi.
—Si, si quiero.
Mi mentón fue sostenido por la mano de Dak Ho, ya conocía quien era cada quien, esto me gustaba pero quería verlos a los tres. La corbata fue quitada de mis ojos y Dios mío, los tres estaban frente a mi, completamente desnudos.
Me relamí los labios al ver su pollas.
—Tu eres la que decide ahora —Jiwon me tomo del mentón ya que estaba en el medio de los dos— si quieres ser follada al mismo tiempo o uno por uno.
La respuesta es mucho más que obvia.
—Al mismo tiempo —respondí segura.
—Esa es mi chica —Suke tomo mi cabello e hizo atrás mi cabeza para besarme con intensidad—, lo vas a disfrutar.
Ryosuke me beso los labios de nuevo, Jiwon besaba mi cuello y Dak Ho, se subio a la cama para posarse detrás de mi.
—Escuchate, como gimes y te mueves por nosotros —escuche a Dak Ho en mi oído— levanta ese culo Jenn.
Hice lo que me pido, me alce un poco mientras Jiwon y Suke seguían en lo suyo. Senti algo humedo en mi trasero, luego la polla de Dak Ho posicionarse ahí, mi cuerpo se tenso al sentirlo dentro de mi, dolía como el demonio pero lo estaba disfrutando.
Escuche gemir a Dak Ho con mucha intensidad, tanto que yo comencé a hacer lo mismo. Mientras Dak Ho me embestía, Jiwon me estaba metiendo los dedos.
—¡No! —gemi— Dak Ho..
Jiwon y Ryosuke se apartaron para verme siendo follada por Dak Ho.
—No los dejes de mirar, quiero que vean como te estoy follando—susurró de nuevo.
Tanto Jiwon como Ryosuke estaban masturbandose mientras veían como Dak Ho me follaba. Esto es mucho mejor que tener sexo con dos. Es un placer que estaba experimentando y me encantaba.
—J-Jiwon, Ryosuke —jadee.
Dak Ho siguió embistiéndome pero se detuvo y salió de mi. Se bajo de la cama dejándome impaciente. Me giró quedando de espaldas hacia ellos, vi a Dak Ho volver a la cama para acostarse sobre ella, Jiwon me dio un beso y me llevó hacia Dak Ho para quedarme encima de el.
En serio iban a follarme al mismo tiempo.
Dak Ho me embistió de un solo movimiento. Luego sentí a Jiwon detrás de mi, el estaba metiéndose en mi lentamente abriendo mis paredes. No paso demasiado tiempo cuando ambos comenzaron a moverse. Yo estaba enloqueciendo con todo esto, sentí mi cuerpo caliente y lleno de placer.
Mi cabello fue tomado con fuerza, Ryosuke me besó castamente.
—¿Abrirás la boca para mi? —asenti.
Abrí la boca para Ryosuke, el metió su polla en mi boca de manera brusca y así comenzó a moverse dentro de mi boca. Trataba de concentrarme en el placer pero me era imposible hacerlo pues, estaba llena, completamente llena y no quería que esto parara. Escucharlos gemir a los tres era como música para mis oídos. Me sentía la mujer más deseada y amada del mundo por que los tenía a los tres conmigo.
Los tres estaban follandome, gimiendo mi nombre y eso para mi era mas que suficiente, los tenia a mis pies.
Mi cuerpo estaba experimentando un placer que ni yo misma sabía cómo explicar. Los tres embestian mi cuerpo con rudeza y con fuerza, no tarde demasiado en explotar en mi segundo orfasmo.
Ellos, siguieron con su trabajo en darme placer. Pude sentir como sus cuerpos se contraían y se tensaban, avisándome de que su orgasmo estaba por llegar. Ryosuke fue el primero en correrse sobre mis pechos, el rostro de mi hombre contraído, las cejas juntas y los abiertos, era una de las imágenes que más me encantaba ver.
Ryosuke se metió al baño, Jiwon tomo mi mentón e hizo que girara un poco mi cabeza para que mi rostro quedara cerca del suyo.
—Te amo Jenn —me susurró.
—Yo tambien te amo Jiwon, los amo a los tres —lloriquee—, los amo ¡Ah, si!
Tanto Dak Ho como Jiwon se corrieron conmigo. Mi cuerpo hacia espasmos junto a los suyos, no tenia mas fuerza, asi que casi caigo encima de Dak Ho, pero fui sostenida por Jiwon.
—Joder ¿Jenn?
—Mierda, creo que fuimos demasiado lejos.
Solté un jadeo muy bajo cuando salieron de mi, sentí que fui acostada, estaba desorientada pero podía escucharlos perfectamente.
—Joder ¿La mataron? —escuché a Ryosuke— Jenn linda, aún se mueve... Creo que quedará inconsciente, fue demasiado sexo para ella.
Si, fue demasiado sexo, pero el mejor sexo de toda mi puta vida.
No me arrepiento de nada.