Stefania arrastra un pasado y a pesar de sus intentos de reivindicarse con todos, todo lo de Crohn se convierte en su todo, se esforzará por demostrar que no es la misma mujer de antes... Pero ¿y sí la solución es ser ella misma? y aquí es donde se refleja si en verdad es mejor ser la Stefania de hace dos años atrás o ser la renovada y dispuesta a todo Stefania Belmonte.
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—¿Crees en él amor a primera vista?... —la entrevistadora alias Destino me observa con suma atención, (éste interrogatorio se hizo por separado para evitar interferencias de uno en el otro).
—Creo en el amor no correspondido, ese en que tu sólamente te enganchas con la otra persona que está perdidamente enamorada o enamorado de otra que no eres tú.
Amor a primera vista... Bah; quizás: ilusión, admiración, deseo... pero ¿amor?, No.
No soy tan incrédula, he visto cómo otros se enamoran hasta los tuétanos y lo más satisfactorio es que la otra lo corresponde. Si lo he visto porque yo he quedado en medio y no en medio de los dos, sino, en medio del olvido.
Marginados sentimentalmente.—aquí un suspiro resignado por ambos protagonista—.
»»No fuí la única. Se que hay otros con el mismo problemilla que el mío. Y cuando pienso que todo sale mejor, sombras de mi pasado aparecen para dañar mi solucionada vida.
De una ejecutiva exitosa (y hermosa) pasé a ser la observada y ordinaria Nana de un precioso niño que me remueve mi alma al recuerdo y... Ok, el padre también. —aquí una sonrisa seductora del padre del niño, sin olvidar esa ceja un tanto levantada y el guiño del ojo—
Pero soy imperfecta, acomplejada con una enorme cicatriz en mi cara que me denigra. Y sin plata.
Mi resúmen de hoy: Una cara perfecta te soluciona parte de tu arrastrada vida. ¿Como puedo creer en el amor a primera vista sí cuando me ven lo primero en fijarse sus ojos es en mi cicatriz de ocho puntos que tiene mi rostro? No miran mis ojos, ni mis cejas asimétricas ni mi raro cabello cobrizo... Ok, no tengo que decir más o contaré la historia en tres líneas.
—Yo a cambio, sí creo. Bueno, no tanto, me han destrozado el corazón a gusto y pues de la nada mi princesa aparece con su belleza inmaculada, viva, atrevida, confiada, su cabello recogido mostrando su largo cuello y esa figura —un suspiro carnal— ví sus ojos y ya no era la osada que muestra ser, sino una mujer con miedos, que maquilla sus penas y quise de la nada protegerla y ser su todo, pero desapareció dejándome embobado. Tengo que encontrarla. Dicen qué el que busca encuentra, el problema radicará acá en adelante y ustedes ya sabrán. ¿Me gustará lo que encuentre? Sin filtro.
—Entendí. No dirán más. ¿Saben lo que tienen que hacer?
«Sí. Improvisar, adaptarme y despabilarme. —dijeron ambos.
E P Í L O G OAños después—Te he dicho que recojas todo lo que formaste... —su cara era el reflejo de la indignación, era muy pequeña para el carácter que poseía.— y lo quiero en menos de cinco minutos o te olvidas de ir al parque con tu padre.—¡Pero mamá esto es injusto...! —se cruzó de brazos.Esta niña me hablaba de injusticia a sus siete años de edad... Me sorprende su nivel de determinación. Desde que está creciendo ha sido la típica niña gruñona con carácter amargado, solo a su corta edad.—¿Injusto? Soy tu madre y decido el castigo sino recoges lo que hiciste.—Solo traté de que las plantas tuvieran agua, me he dado cuenta que eres una mujer olvidadiza, papá lo ha dicho... Y las flores están triste. Quería que vivieran. —ya en sus ojos se formaba una capa brillosa que nublaba su vista, no lloraba por el posible castigo sino por la molestia, era una vieja en cuerpo de niña, una viejita precoz.—Elian... ¡Obedece!.
T R E I N T A-Y-S E I SF I N A LAdaptaba mi vista a la luz de la habitación, me sentía débil ¿Es un hospital? Me pregunté, balbucee, ya que quise decir algo pero las palabras no fluían como planeaba.Al hablar Magy se acercó.—¡Al fin despertaste! Pensé que nunca lo harías. —era escándalosa.—Si… —me costaba erguirme.—Si. El doctor dijo que después del accidente, necesitarías nuestro apoyo.—¿Que accidente? —mi corazón se aceleró.—¿Cómo que qué accidente? Fany. Ibas a la empresa a trabajar y un coche que huía de la poli se estrelló contigo. —chascó la lengua.—Eso no es cierto… Eso fue hace… —trataba de hacer mente.&
T R E I N T A-Y-C I N C O—¿Todo bien? —Me mira precavido, entro a la cocina en busca de agua, el sigue mis pasos— Lo quisistes así. Yo quería que te sintieras la mujer más dichosa del mundo. Pero no sé por qué quisistes adelantarte.No me había adelantado, había pasado un mes y la fecha del parto estaba muy próxima. Me sentía aterrada y solo quería hacerlo. Lo deseaba.—Estoy bien cariño. Es solo que… ¿Tu lo disfrutaste? —lo miro con duda pero esperanzada.—Soy un hombre feliz. Solo deseo verte caminar hacia mi vestida de blanco.—Estoy feliz porque nuestro amigos vinieron y lo pasamos bien, se siente bien ¿Sabes? Es una sensación exquisita, no lancé el ramo o no hubo votos confesados o algo tradicional como toda mujer desea pero te aseguro que me gustó, era acogedor y lindo.Salgo de la cocina y veo a Oliver con su carrito en medio de la sala.—Si señora Crohn. Soy el hombre más feliz de tenerla a mi lado y me siento
T R E I N T A-Y-C U A T R O—¿Que se siente estar comprometida? —sonrió.—Como si hice algo muy grande y tengo miedo a cagarlo.—Bueno si por si sola te orínas. —miré mal a Magy.Ya todo salía a la luz, junto con eso el miedo aumentaba y las ansías y todo en conjunto, las llamadas de mi madre, mi papá y pues eso me sorprendió.Aún pienso si la noticia no solo de mi compromiso sino de mi embarazo podría cambiar la forma de pensar de los que me rodean, no sé si con esto mi madre se sentiría culpable o no sé. Lo que si se que aparte de todo esto, me sentía feliz.Puse mi mano al frente y ví el anillo de compromiso y juntó a él el anillo de juguete de Oliver, me encantaba tenerlo puesto.—Te sienta bien el embarazo, ya deseo que paras para ver a esas cositas que tien
T R E I N T A-Y-T R E SMe levanté y ya Eliezer había salido, estaba dormilona, a mi lado tenía a Oliver dormido, debió pasarlo cuando se fué, mi cosito hermoso era un niño guapísimo, me lo comí a besos mientras se despertaba, bostezó y gruñó un pequeño mamá y me encantó ese sonidito.—Corazón… Debemos pararnos amor.—Quiero dormir… —dijoabocabajo, a penas se entendía.—Yo quiero jugar… —se levantó como un resorte y abrió los ojitos de par en par.—Yo también…—Ese es mi niño… —me levanté como pude, mi barriga no me dejaba, y sacudí su cuerpecito mientras se reía, se levantó y me dió la mano, fuí a su habitación y entramos al baño, subió un cajón que puso Eliezer para que llegara al lavamano y se pudiera cepillar los dientes.En la cocina imagino que estaría la mujer que contrató Eliezer para que me ayudara, el me acompañó a mi baño y me asee, bajamos y como lo supuse la señora ya tenía todo listo, el desayuno y
T R E I N T A-Y-D O SEstábamos viendo una película, Olí había quedado dormido entre nuestras piernas, era un niño muy inteligente y fácil de consentir. Me encantaba todo de él, ese cabello oscuro y sus ojos hermosos que provocaba comérselo a besos.Eliezer me tenía rodeada con su brazo, estaba feliz, sus ojos lo decían, era un hombre muy apuesto, inteligente y agradable, era perfecto en lo que a mí me cabía esa palabra, era buen padre y por el momento buen marido, se preocupaba por lo más mínimo, por si comimos o por si estábamos cómodos, no podría pedir más.La película estaba por la mitad, estaba interesante era el momento en que se enredaba todo y los protagonistas se separaban y la acción aumentaba.Últimamente tenía un problema que no compartí con Eliezer por pena, sé que somos maridos y esa palabra no debe convivir con nosotros pero me daba vergüenza contarle.Sentí como mis piernas se humedecían, solo podría ser una cosa, mire s
Último capítulo