La ética de un negociador sería no relacionarse con el posible cliente: ¡upps!, Pero no termina allí, bueno sí, todo terminó allí pero comenzó una nueva historia. Una donde el príncipe, parece príncipe pero me salió sapo, bueno eso creo, besar sapo no es lo mío pero es que él no es sapo, es... un príncipe, tenéis que conocerlo, les juro que si fuera sapo cantarías la canción de Salga sapo salga rana. Él Seguí los pasos de mi padre y sigo con la intensión de ampliar el negocio familiar. —Deberás casarte con ella, Cris. —bufé, esta situación me irritaba. —Mamá ¿de qué hablas? Estamos en el siglo XXI, puedo mantener al niño sin casarme con ella. —¿Qué dirán las personas? ¿Qué no crié bien a mi hijo? —Madre sabes qué lo que digan las personas no me importan. –estaba irritado por el problema, ella aun más, de un portazo me dejó solo en mi oficina. ¡Como amo a esta mujer!, sonreí al recordar su cara cuando le dije que seria abuela, fue épico. La puerta volvió abrirse y mi madre seguía con su rostro crispado por la pequeña discusión madre e hijo. —¡Eres igual a tu padre!... –y con esa frase lanzada al aire salió con otro portazo mas fuerte y no aguanté, esa es la única mujer que puede preocuparme su manera de pensar, riéndome me levanté y tomé mi saco que había estirado en el espaldar de la silla y me la coloqué para salir tras ella, tengo que buscar la manera de contentar a mamá ...¡Casarte con ella, Cris! lo siento mamá.
Leer másS I N O P S I S
Ella
Desde pequeña mi familia me inculcó una actividad y es la competitividad. Esa adrenalina que corre por la sangre solo cuando me enfrento a mi rival. ¡Vamos! Que a ustedes les gusta ganar, pero ¿Quién sabe perder?, yo me considero una buena perdedora, para vergüenza de mi familia. Como dice mamá: nada de segundos lugares, esos son para los primeros perdedores, y como hija que quiere agradar a sus padres lo intenté todo para ser la mejor ganadora, claro jugando limpio, no como Beth.
Todo empezó hace años, mi madre y su amiga competían por todo. Y eso que eran amigas. Si, es un lindo legado. En el colegio, luego la universidad y luego su empresa. Las dos, junto con sus esposos formaron su empresa. Y no sabes qué: Son empresa de la misma industria. Publicidad.
La competencia no terminaba.
Nací yo y también la hija de la amiga de mamá y desde chiquitas nos endoculturizarón, así que éramos amienemigas, yo la quiero pero la influencia de nuestra familia nos acorrala a hacer lo que digan. Un consejo: nunca hagan algo que no quieren, pero ten cuidado, por hacer lo que quería ahora tengo un rollo.
Y así sucedió: en el cole, las competencias educativas, bachillerato, universidad y ahora en el trabajo.
Ejerzo en la empresa de mi familia y ella en la de la suya.
Nuestra competencia era firmar un contrato con la misma empresa cliente para su publicidad.
Marketing, publishing, relaciones industriales e internacionales, todo se resumen a: Business.
Estudié y me fajé a ser buena en lo que me dedico.
Pero todo se fue al cuerno cuando en un club fuera de sí me acosté con un hombre que estaba fuera de sí y ahora me encuentro fora disso. pregnant
La ética de un negociador sería no relacionarse con el posible cliente: ¡upps!, Pero no termina allí, bueno sí, todo terminó allí pero comenzó una nueva historia. Una donde el príncipe, parece príncipe pero me salió sapo, bueno eso creo, besar sapo no es lo mío pero es que él no es sapo, es... un príncipe, tenéis que conocerlo, les juro que si fuera sapo cantarías la canción de Salga sapo salga rana.
Si tu príncipe azul vive en mi
dame un beso y refúgiame en ti
dame un beso y dime que si...
Ya me puse estúpida con cursilerías, diría que como Tiana si le diera el beso me convertiría en sapa.
Mi competencia era laboral pero el empresario era un hombre en toda la palabra: guapo, responsable, trabajador, y con una sonrisa que desequilibra; "era" laboral pero ella le puso el ojo como a todo lo que a mi me interesa y pasó lo que pasó, pero él no me quería a mí, la quería a ella y contra eso no se puede competir y así perdí sin haber antes enfrentado a mi rival, la primera batalla y ya la guerra la tenía perdida.
¡Vamos! ¿Quién competiría con la rubia ojiazul?
—Que descabellado... Fue el grito que echó mi madre y por poco mi padre me deja sin cabello. Una cachetada, las maletas a la calle y la despedida de su empresa.
«Que has hecho Becky» no hay vuelta atrás.
Él
No tengo nada de que quejarme en la vida. Desde pequeño he amado la forma en que mis padres me criaron, fui bendecido en nacer en esta familia aunque tenga altos y bajos, como todos ¿no?.
Me gustaba participar de todo en el colegio, en el teatro siempre fui el protagonista de las obras, el mas activo en proyectos recreativos y me gustaba participar en todo, fui un buen estudiante, no por presumir.
Recuerdo que al principio mis padres discutían en secreto, no soy tonto, pequeño pero no tonto y escuchaba a escondidas sus discusiones y me preguntaba si era por mi por quien discutía, luego eso se acabo y no hubo razón de discusiones excepto las veces que mamá le decía a papá que trabajaba mucho y debería cuidar su salud, desde chiquito me enseñaron que la familia es lo primero, mi madre Rachel es la mejor en todo, creo que todos decimos eso de nuestras madre, me enseñó a como ser y comportarme con mujeres, papá fue otro que me dio consejos, ya saben de que, mamá decía que saque la picardía de mi padre y que mis ojos brillantes la meterían en problemas y que antes de me salieran canas le daría nietos. Soy un hombre inteligente y por lo tanto, madre te has equivocado.
Mi filosofía siempre será trabajar por lo que queremos, nuestras metas. No hay excusa para ser excepcional en algo que solo se necesita esfuerzo, por eso soy el relevo de mi padre en la empresa, estudie ingeniería biomédica en la mejor universidad de Massachusetts, la MIT y unos que otros cursos de farmacología.
Seguí los pasos de mi padre y sigo con la intensión de ampliar el negocio familiar.
—Deberás casarte con ella, Cris. —bufé, esta situación me irritaba.
—Mamá ¿de qué hablas? Estamos en el siglo XXI, puedo mantener al niño sin casarme con ella.
—¿Qué dirán las personas? ¿Qué no crié bien a mi hijo?
—Madre sabes qué lo que digan las personas no me importan. –estaba irritado por el problema, ella aun más, de un portazo me dejó solo en mi oficina. ¡Como amo a esta mujer!, sonreí al recordar su cara cuando le dije que seria abuela, fue épico. La puerta volvió abrirse y mi madre seguía con su rostro crispado por la pequeña discusión madre e hijo.
—¡Eres igual a tu padre!... –y con esa frase lanzada al aire salió con otro portazo mas fuerte y no aguanté, esa es la única mujer que puede preocuparme su manera de pensar, riéndome me levanté y tomé mi saco que había estirado en el espaldar de la silla y me la coloqué para salir tras ella, tengo que buscar la manera de contentar a mamá ...¡Casarte con ella, Cris! lo siento mamá.
—Amigo… Lo veo y no lo creo. —James se recostó en el mueble. Estaba tan relajado y gracioso, todo le causaba gracia mientras que a su amigo, todo le asustaba.¿Cómo había llegado hasta allí? —Él que no lo cree soy yo. Que Ana no me haya dicho que soy padre me hierve la sangre. Sabes… Es que no lo creo. —seguía negando con la cabeza. Se sentía mareado. —Yo tampoco… —su amigo James negaba riéndose— Es muy bonita, no salió a ti. El volteó y imaginó a la pequeña una vez más, había perdido la cuenta las tantas veces que veía a la chiquilla. Se parecía a su madre, pero también tenía cosas de su hermana.—Eso es lo que menos me importa. Estoy que tomo un carro y me voy a Boston. —Tenia una hija, que locura. Beck… Quería llamar otra vez a su amiga, ella sabía o no sabía… y no le dijo nada. ¿Cómo ellos le ocultaron algo tan importante? Erik, ese viejo, ahora que recordaba, ese hombre debió querer matarlo, jamás se hubiera imaginado que estaba con su hija. Es una locura. Caminó hasta la ha
La niña veía ascender los números del elevador, sabía que en cualquier momento las puertas se abrirían. Esperó y estás se abrieron. Entró con seguridad, sabía lo que hacía, ya su abuelo le había enseñado a subir ascensores, así como le enseñó a leer y como le enseñó muchas cosas más. Era muy inteligente, todos se lo decían y ella también.El elevador la dejó en el pasillo deseado, primero sacó su pequeña cabeza y al no ver moros en la costa salió completamente de allí, siguió las instrucciones y tocó la puerta. Departamento 42. Era un edificio muy grande, había conocidos muchos y ese era tan de adultos, la niña veía la modernidad del lugar y solo lo podía relacionar con personas mayores. Su mamá tenía razón, su papá estaba en una buena posición, quizás él la lleve a comer helados y al parque. La puerta se abrió y una mujer que usaba un camisón la recibía con una sonrisa de oreja a oreja, la niña se preguntaba cómo podría permanecer esa sonrisa, era incómoda en algún momento. —Pequeñ
E P Í L O G O Había pasado cinco meses, cinco en que decidí salir por esa puerta de mi oficina y firmar con el notario mi acta de matrimonio, fue una locura total. Nos quedamos en Nueva York, solo estábamos a kilómetros de nuestra antigua vida y nada ni nadie se opondría a nuestra felicidad, no fue fácil y más al recordar lo que vivimos y sobre todo cuando una semana atrás un positivo nos reconfortó, siendo sincera, lo esperábamos, no nos cuidabamos y queríamos a un pequeño en nuestras vidas y sabíamos que nunca ocuparía el lugar de la pérdida, eso nunca. Sería un nuevo hijo que sería nuestra felicidad, nuestro complemento, nuestra razón de seguir adelante. -Por favor pórtate bien... -dijo como punto final, me levanté del taburete de la cocina y lo seguí. A veces quería matar al hombre que vivía conmigo.-No soy una niña Cristopher. -el detuvo su paso y dio media vuelta quedando frente a mi. -Lo sé cariño. Pero el primer trimestre del embarazo es el más importante. —obvio que sabí
Tenía mucho trabajo y no es por quejarme pero me encantaba estar colapsada, la empresa estaba a pico, era algo bueno, estaba feliz, había pasado semanas de mi llegada de Boston. Estábamos los directivos organizando el programa del próximo mes, escuchamos el ruido fuera de la oficina y eso me alarmó, no era normal escuchar voces con ¡déjenme pasar! y esas palabras.Antes de tener la intensión de salir y averiguar por el escandalo ya el responsable estaba dentro.—¿Qué haces aquí?, estoy en medio de una reunión. —eso a él no le importaba, no se reía pero el brillo del humor estaba en sus ojos.—Tengo algo que contarte. —llegó al extremo donde me encontraba y me jaló, lo detuve, no podía salirme de esta reunión solo para atenderlo, era de mala educación. —¡Dime...! —¡Estoy embarazado..! y tu eres la madre. —lo mire alzando una ceja. Escuché risa de parte del equipo— si quieres me hago una prueba...—¡¿Estas loco Cristopher..?¡ —sentía pena por lo que decía, el le daba gracia al igu
El tiempo había pasado y los días se convirtieron semanas y estas meses. Hoy era un año de la pérdida. Nunca lo olvidaría. Cada vez que me desnudaba esa cicatriz me recordaba lo que pasó.Cris nunca dejó de escribir y pues al principio yo no le respondía hasta que tuve la necesidad de tenerlo aunque sea solo por mensaje, estaba allí para lo que le necesitaba. Nueva York me abría sus puertas y el me daba aliento a través de sus lindas palabras.Esto se había convertido en una amistad. Los buenos días en sus mensajes era lo primero que leía cuando despertaba y sus buenas noches al dormirme.Siempre me contaba lo bien que le iba a la empresa y yo me alegraba por él. No sabía si era sano lo que hacíamos pero lo hacíamos, se acercaba la reunión anual con las empresas, era la que Safe Market esperaba.No le había dicho a Cris que iría. Quería que me viera y se sorprendiera, así que no avise.Boston era como lo recordaba, todo estaba igual menos yo. Había llegado sobre la hora. La reunión er
Me dirigí al noreste por la D Street, donde había tenido el accidente, hacia la Summer St con dirección a Haul Rd me incorporé en el trafico de la interestatal 90 hasta ver el Logan Airport, solo cinco minutos a un adiós a la ciudad de Boston.Estos días que me estaba recuperando fueron fuertes, tenia que batallar con Cris que se empeñó en no dejarme ir.—¡Tienes que salir es urgente..! —escuché del otro lado de la puerta, no quería salir. Decidí dormir en la habitación que acostumbraba a usar al principio, lo dejé solo en su habitación tenía que prepararlo para la despedida.—¡No estoy de humor..! —grité, pero entró a la habitación— ¡sal!—¡Ush! cariño..—¿Qué le pasa? Oh por Dios! ¿Ustedes permiten esto?— estaba Anabelle y Theo con él, se veía algo alterado, mejor dicho borracho.—De las flores las....—miro al rededor en busca de ayuda— ah si.. de las flores las rosas... las violetas ¡perdón..!—tragó grueso—de los emblemas las cruz —se reía—¡si me la se..! ¿Cómo decía?.. ¡ah!, de
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