“Sacrificar todo en tu vida para descubrir que tus esfuerzos no valen nada ante la riqueza de otros”. Erika Stone estudió en una universidad prestigiosa para conseguir un futuro prospero. Diez años después, ¿qué fue lo que ganó? Uno: una deuda asfixiante. Dos: Ser hostigada mensualmente por los prestamistas-mafiosos. Tres: conseguir un trabajo miserable como asistente de una bruja con delirios de grandeza. Y cuando creyó que su vida no podía empeorar, descubre que su jefa tiene una cita con Derek Fisher; dueño del banco más prestigioso del mundo, con sucursales en cada país del continente europeo, asiático y américo. Mejor conocido como: “monstruo bancario”. Ese hombre es descrito de muchas maneras: cruel, déspota, abusivo, narcisista, intimidante, rencoroso. Y lo peor, es que todo es cierto. Lo que muchos no saben, es que Erika y Derek se conocieron hace diez años, donde él se le declaró y fue rechazado sin compasión alguna. A pesar de haber pasado tantos años, la obsesión y el rencor por Erika no ha disminuido. Quiere vengarse, quiere poseerla, quiere romperla. Y no hay mejor plan que convertirla en su esposa en contra de su voluntad, con un contrato que se asemeja más a una prisión en lugar de un matrimonio. ¿Qué será más fuerte, las ansias por destruirla o el anhelo de protegerla?
Leer másGracias por haber llegado hasta aquí. Me siento muy feliz por todos los bellos comentarios y reseñas que he recibido. Espero que hayan disfrutado leyendo mi novela, como yo disfruté al escribirla. Pero como todo lo bueno, tiene que llegar a su fin. (≧▽≦) Espero encontrarme con ustedes en un futuro cercano. En junio estaré sacando una nueva novela y ojalá me den la oportunidad de entretenerlos con ella. Soy una nueva autora de la plataforma, aún me queda mucho por aprender. Pero si les gustan los amores locos, tóxicos, posesivos, obsesivos y llenos de intriga; los invito a visitar mi perfil de Buenovela, donde estaré compartiendo nuevas novelas. Y si llegaron a leer hasta aquí, les deseo mucha salud y prosperidad. (≧▽≦) Sin más que agregar, me despido. ( ˘ ³˘)♥
••Narra Erika•• Seis años después. Acomodé nuevamente el moño de Ámbar. Ya era la cuarta vez que lo hacía. Pero como se la pasaba saltando y corriendo por toda la habitación, terminaba con su cabello color caramelo suelto. Físicamente, se parecía tanto a mí. Era como si fuera una pequeña copia de mí. Teníamos el mismo cabello, la misma forma de la boca, la forma respingona de la nariz y la misma estructura facial. Había un solo rasgo que no había sacado de mi persona y que era crucial, significativo e inolvidable. Sus ojos. Eran dos perlas grises que poseía el mismo tono que Derek, no era ni demasiado claro, ni demasiado oscuro. Realmente, eran el mismo tono de gris. Cuando la miraba a ella, miraba a su padre. Con la diferencia, que en su carita no había frialdad, era pura inocencia. Me quedé viendo a mi pequeña Ámbar coloreando una estrella y le estaba quedando horrible, pero tenía que fingir que era lo más hermoso que vi en la vida. Ámbar Fisher. Por primera vez, la herede
••Narra Derek••Estuve en la oficina hasta altas horas de la madrugada, haciendo ajustes en el diseño de la página web para hacerlo más accesible para el público. La gente de recursos limitados tienen mucho de que quejarse. Siempre le encuentran una falla a algo. Desde que bajamos el límite de ganancia mensual para acceder a las tarjetas de crédito, la cantidad de usuarios se ha triplicado, causando un gran aumento en las acciones del banco.Gracias a eso, hemos generado más empleos. Tuvimos que abrir nuevas vacantes para agilizar la atención al cliente. Antes el lugar siempre estaba tranquilo y listo para recibir a los clientes importantes, ofrecerles asiento y una taza de café. Ahora, el que llega de primero gana. Así que he tomado la decisión de abrir nuevas sucursales. En ellas se recibirá a los de ingresos mensuales inferiores de 100 mil dólares. Y las viejas serán para quienes superen esa suma mensual. Así todos estarán felices. Estaremos abiertos al público y los grandes inv
El vestido de novia era elegante, con cola de sirena y los hombros al descubierto. Se ceñía a mi cintura y abrazaba mis curvas. El cabello estaba recogido con una horquilla azul. ―Bien, ya tienes algo azul, algo nuevo, algo viejo y … ―Kira levantó mi pie y me puso una tobillera plateada, que cubrió con el vestido―. Algo prestado. Me preocupó el hecho que se haya agachado y levantado tan rápido. Una mujer con ocho meses de embarazo no debería hacer tanto esfuerzo. Ni siquiera quería ponerla de dama de honor porque no quería estresarla. Pero esa fue la peor decisión que pude tomar, ya que me persiguió con su entonces barriga de cinco meses por toda su mansión hasta que la nombré dama de honor. Si su nuevo novio, que era el ex guardaespaldas de su madre, no hubiese estado ahí para calmarla, ella estaría en la cárcel y yo en la tumba.Mis damas de honor revolotearon por todas partes. Divisé algunas discutiendo y creo que Dakota estaba a nada de destrozar mi ramo de lilas en la cabeza
•Un Mes después•El receso había terminado. Ha sido un mes duró, Derek decidió vengarse por la rama legal. Y según me ha dicho, es la primera vez que lo hace. Ya veo que sus abogados han cobrado bien sin necesidad de hacer mucho. Por fin estaban trabajando realmente. No sobornamos a los jurados, al abogado defensor, ni al juez. Tampoco ocultamos evidencia ni creamos pruebas falsas. Hemos dejado todo en manos de la ley. Ellos deben hacerse cargo de hacer justicia. Si llegan a darle una condena menor o a dejarlos en libertad condicional, lo más probable es que Derek compre el estado e imponga su voluntad en los juzgados. Si fuera por él, mucha gente terminaría azotada en la plaza.―¿Cómo declaran a los acusados? ―habló el juez, con gesto indiferente. Observé la espalda de mi padre, la de Katherine y Rodolf. Tres de cinco acusados. Habían declarado a mi madre muerta aquel día. No había ido a visitarla, ni había reclamado el cuerpo, pero Derek si. Se encargó de pagar su fune
Llevaba años soñando con este momento. Derek me dedicó una mueca de diversión antes de volverse a la arpía. ―El golpe te lo daba ella o te lo daba yo, saliste ganando. La nariz de la mujer comenzó a chorrear sangre y no nos pudo importar menos. ―¿No fue suficiente haberme apiadado de ti y de tu tío? Debí quitarles todo desde el principio ―añadió Derek, ignorando la sangre que brotaba sin cesar. ―Mantuvimos nuestra palabra y no dejamos filtrar la información de esta mujer ―habló con la mano sobre la nariz―. Aceptamos tu trato después de lo ocurrido en el club campestre, más nadie se enteró de quién era tu esposa. ―Vaya, muchas gracias. Entonces olvidaré el hecho que trataste de matarnos porque mantuviste tu puta boca cerrada ante los medios de comunicación ―La voz de mi esposo era el sarcasmo puro. El silencio se prolongó por unos segundos. Katy respiró con esfuerzo y miró al frente.―Yo te amaba ―La voz l
Último capítulo