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CAPITULO 5: La sombra de la mentira

El sol se alzaba sobre la Costa Norte, pero la oficina de Dimitri era un estudio de sombras y pantallas de ordenador, un lugar apartado en el complejo Veira donde la verdad era despojada de toda emoción. Dimitri no se dedicaba a los negocios de la mafia a la luz del día; él manejaba la información, y la información era poder.

Se había pasado las últimas doce horas rastreando la vida de Elena. Su objetivo era encontrar la razón de su regreso y, más importante aún, la identidad del hombre que había sido asesinado por Némesis en la vida de Matteo. Dimitri sentía la urgencia. No solo por Valentina y por Matteo, sino por la lección de su propia vida: la verdad siempre era más compleja que el odio.

Mientras rastreaba archivos migratorios y financieros, encontró el nombre que le quemó los dedos: Rodrigo Velásquez. El padre de Elena. Rodrigo había regresado a la Costa Norte apenas una semana antes que su hija. Un hombre de negocios fracasado, con deudas pendientes y una historia turbia. El perfil encajaba perfectamente con alguien capaz de vender a su propia hija y, peor aún, de estar ahora al acecho de información para chantajearla o para venderla al mejor postor.

Dimitri se puso en contacto con un hombre de su confianza, un abogado de bajo perfil, para organizar un encuentro discreto. Quería confrontar a Velásquez antes de que Demian o, peor aún, El Vieri, lo encontraran.

La Escena del Falso Dolor

El encuentro no fue como lo había planeado Dimitri. Antes de que pudiera contactarlo, Rodrigo Velásquez, en un movimiento desesperado y perfectamente calculado, apareció directamente en el complejo Veira, exigiendo hablar con Demian.

A Dimitri y Valentina les llegó la noticia cuando ya era demasiado tarde: Rodrigo estaba en la sala principal, llorando abiertamente, su ropa impecable en contraste con el drama de su actuación. Estaban presentes Demian, Valeria, y el hermano mayor, Alessandro, quien se mantenía escéptico.

Rodrigo Velásquez: (Llorando, con las manos temblando, dirigiéndose a Demian) "¡Señor Veira! Por favor, se lo suplico. Tengo que hablarles de mi hija. Mi pobre, pobre Elena."

Demian lo miraba con desprecio frío, Valeria lo observaba con una mezcla de lástima y hastío.

Demian: "Su hija no es mi problema, Velásquez. Ella eligió su camino y mi hijo el suyo. No venga a llorar a mi casa por un error de hace años."

Rodrigo Velásquez: "¡Pero es que no entiende, señor! ¡No se trata solo de la ruptura! Ella... ella siempre fue un alma oscura. Desde pequeña. Yo traté de criarla bien, pero ella era... manipuladora. ¡Ella fue quien se obsesionó con su hijo, con el poder de ustedes!"

Alessandro: (Interviniendo con tono cortante) "¿De qué está hablando, Velásquez? ¿Manipuladora?"

Rodrigo Velásquez: "Sí. Ella usó la bondad de Matteo, su dulzura, para intentar debilitarlo. Ella quería que él traicionara a su familia y huyera con ella, para así robarle dinero y vender secretos. Ella no es víctima, es una víbora. ¡Y por eso yo me fui! Me avergonzaba tanto, que no pude soportarlo. Cuando vio que no podía destruir a su hijo, fue ella quien lo humilló, ¡para que él fuera el culpable y ella la mártir!"

La mentira era audaz. Rodrigo invertía la narrativa por completo: no era Matteo el que la había herido, sino Elena la que había intentado destruir al clan. Y él, el padre, era la víctima de la vileza de su propia hija, lo que explicaba su "huida".

Rodrigo Velásquez: (Acercándose a Valeria, con los ojos llorosos) "Mi hija está enferma, señora Veira. Es una mujer mala. Y ha vuelto. ¡Por favor! Tienen que proteger a su hijo de ella. Yo solo quiero paz, y ella me la quitó. Yo no entiendo cómo mi hija fue capaz de hacer eso, pero lo hizo, y ahora me aterroriza."

La actuación fue tan convincente que hasta Alessandro dudó. Demian, por su parte, endureció la mandíbula. El "Vieri" había ganado a la mujer; esta historia no hacía más que cimentar la necesidad de la frialdad de su hijo.

La Lealtad de la Hermana

Valentina y Dimitri, que habían observado desde la entrada de la sala, no podían creer la audacia de Velásquez. Sabían que el hombre mentía, y que su desesperación era por la supervivencia, no por el dolor.

Una vez que Demian echó a Rodrigo Velásquez con una amenaza velada, Valentina se acercó a su padre.

Valentina: (Firme, sin titubear) "Papá, ese hombre es un mentiroso. Y esa no es la historia."

Alessandro: "Valentina, es el padre. La voz le temblaba. Si Elena es tan cruel como dice su padre, esto lo explica todo: ella no es una víctima, sino una manipuladora."

Valentina: (Mirando fijamente a Alessandro, y luego a su padre.) "No. El Matteo que yo conozco la amaba. Y la mujer que lo dejó, la mujer que mi hermano odia ahora, fue la que lo convirtió en lo que es. Yo no sé qué pasó exactamente, pero sé esto: Yo nunca le haría eso a mi hermano."

Valentina se acercó a su madre, Valeria, y la tomó de las manos.

Valentina: "Mamá, Alessandro. Dimitri y yo estamos preocupados. Si Elena realmente fuera una traidora, Matteo se habría deshecho de ella hace años. Lo que pasó fue algo tan profundo, tan personal, que lo destruyó. Y la debilidad no vino de ella, sino de algo que estaba dentro de esta familia, esperando su caída."

Valentina: (Su voz se alzó con convicción.) "Yo amo a mi hermano. Lo amo demasiado para traicionarlo. Él ha sido la persona más dulce y leal de este clan. Y por eso, yo voy a descubrir quién realmente se alegró de verlo destruido y obligado a convertirse en 'El Vieri'. Yo nunca traicionaría a Matteo, y no voy a permitir que ese mentiroso ensucie su nombre por más tiempo."

Su declaración fue poderosa, un ancla de lealtad en medio de la duda. Demian la miró, no con aprobación, sino con una cautelosa admiración por su firmeza.

Demian: "Bien. Si estás tan segura de que ese hombre miente, investígalo. Pero si te equivocas, Valentina, si esa mujer es una víbora, tú y Dimitri se encargarán de ella."

Valentina asintió, la misión ahora pesando sobre sus hombros. La mentira de Rodrigo Velásquez había forzado su mano, pero también había conseguido algo crucial: la aprobación de su padre para seguir investigando.

La Carga de la Investigación

Ya en la tranquilidad de su hogar, Valentina le contó a Dimitri el teatro de Rodrigo.

Dimitri: "Ese hombre es un profesional. Invirtió la narrativa para que el trauma de Elena se viera como maldad innata, y su huida como la prueba de su fracaso. Necesitamos destruir su coartada."

Valentina: "Necesitamos pruebas. Necesitamos saber qué fue lo que aterrorizó a mamá y a Elena. Mañana, voy a empezar a contactar a los viejos contactos de Papá. Alguien sabía quién quería la caída del 'Matteo dulce'. Alguien que está en la familia, o que fue expulsado por Papá."

Dimitri: "Yo iré tras las deudas de Rodrigo. Si tiene tanto miedo, es porque está endeudado hasta el cuello con alguien peor que la Costa Norte. Y quien sea que lo tiene sujeto, es quien le dio la orden de venir a mentir."

Se miraron. El misterio se hacía más profundo. El alma de Matteo estaba en juego, y la próxima generación Veira estaba a punto de sumergirse en las peores verdades de su pasado.

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