El murmullo de las voces de Leonel y Vasile se filtraba por la puerta, cada palabra una aguja que pinchaba la tensa quietud del pasillo. Elena se pegó a la pared, su cuerpo temblaba, no solo por el esfuerzo, sino por el shock de la conversación. Leonel. El hermano de Lucas, el hombre por el que Lucas había sacrificado su vida, estaba directamente involucrado en el corazón de la operación del "Barco Fantasma". La ironía era cruel.
El olor a producto químico, que antes había sido solo un detalle del pasillo, ahora le revolvía el estómago. La oscuridad, el frío húmedo, todo contribuía a la sensación de estar atrapada en una pesadilla. No podía entrar en la oficina donde estaban Leonel y Vasile. Era demasiado arriesgado. Necesitaba otra forma.
Con sumo cuidado, Elena se movió por el pasillo, sus pasos apenas