Brenda
Al girar una esquina, me encontré con Cindy. Ella estaba allí, como si el destino hubiera decidido colocarla en mi camino justo en ese momento. Nos cruzamos, y por un instante, nuestras miradas se encontraron. Sus ojos azul intenso parecían atravesarme, como si pudiera ver cada pensamiento que cruzaba mi mente. Su expresión era tranquila, casi indiferente, pero había algo en su mirada que me ponía nerviosa. No me atreví a decirle nada, y ella tampoco habló. Pero sabía lo que tenía que hacer.
Si no podía enfrentarla, debía encontrar la forma de acercarme. Sino puedes contra tu enemigo, únete a él.
Si la fase de amenaza con Frédéric no había funcionado, siempre hay plan B.
—Cindy —la llamé para alcanzarla, mi voz más suave de lo que esperaba. Ella se detuvo y me miró por encima del hombro, sus labios curvándose en una pequeña sonrisa.
—¿Qué pasa, Brenda? —preguntó, su tono neutral, como si no le sorprendiera mi presencia.
Me acerqué, tratando de parecer tranquila aunque mi