Cindy
¿Y si tenía familia?
La pregunta me golpeó sin previo aviso.
¿Y si había otra ardilla esperándola en algún rincón de aquel bosque? ¿Y si tenía crías escondidas en el tronco de algún árbol, esperándola para comer?
—No te quedes pensando, Señora Cindy. Dispara.
—Solo Cindy —susurré muy bajo.
Marco estaba a mi lado, apoyado en un codo sobre el suelo cubierto de hojas secas. Su tono era impaciente, pero no agresivo. Me había dicho que si no servía para esto, simplemente lo diría y acabaríamos con la farsa. No perdía tiempo con lo que no valía la pena.
Yo misma había insistido en esto. Quería aprender. Después de estar en el búnker rodeada de armas, sintiendo su peso, su presencia, su significado, había despertado algo en mí. No sabía qué era, si era solo curiosidad o una necesidad real, pero ahora estaba aquí.
Y no podía ni siquiera apretar el gatillo.
Mis músculos estaban tensos. Sentía el sudor en la base del cuello, pegándome algunos mechones de cabello suelto. Marco me observab