Capítulo 76 — Desacuerdos.
La mañana avanzaba lentamente, como si el tiempo quisiera regalarle a Emili cada instante con sus padres. Había pasado demasiado tiempo desde aquel torneo, desde la separación, y aún le costaba creer que ahora estaban allí, sentados frente a ella, riendo y compartiendo pan recién horneado como si los años no hubieran existido.
Einar y Lidia no dejaban de mirarla, atentos a cada gesto, a cada movimiento de su vientre que delataba la vida en su interior. Emili se sentía amada, rodeada por esa calidez que tanto había extrañado.
Cuando la mesa quedó más tranquila y los niños salieron al patio a jugar bajo la vigilancia de unas lobas jóvenes, Emili tomó aire. Había esperado ese momento.
—Necesito hablar con ustedes… a solas —dijo suavemente, mirando a sus padres.
Ellos se levantaron al instante, siguiéndola hacia la sala contigua. Adrian comprendió el gesto y se quedó conversando con Bastian y Lety para darles privacidad.
En la sala pequeña, apenas iluminada por la luz que entraba por la v