Capítulo 40.
POV — Carlos
Todavía escuchaba los latidos en mi cabeza. Dos. No uno, dos. El médico había dicho “milagro” y yo no encontraba otra palabra mejor. Dos vidas creciendo en el vientre de Camila mientras alguien, desde las sombras, había intentado arrancármelas de las manos antes de que siquiera supiera de su existencia.
Me apoyé contra la pared del pasillo del hospital, cerré los ojos y respiré hondo. El pecho me ardía de rabia y de miedo. Nunca había sentido algo tan brutal. No se trataba de un discurso, de una encuesta, ni siquiera del poder que tanto me había obsesionado toda mi vida. Ahora era distinto. Tenía una familia que proteger. Y habían querido joderme justo donde más dolía.
La dejé dormida, conectada a máquinas, con la piel más pálida de lo normal. La besé en la frente antes de salir, jurándome a mí mismo que no volvería a verla así. Esta vez no.
En el estacionamiento me esperaba mi jefe de seguridad, un hombre curtido, con cicatrices en el rostro y ojos que rara vez parpadeab