Mundo ficciónIniciar sesiónLa vida de Gia Harper se convirtió en un caos el día que paso a ser la supuesta hija de una familia rica. Obligada a casarse con un hombre mayor , Gia solo tiene que encontrar una salida a ese matrimonio.
Leer más—El amor que siente Sebastián por Thaís es magnífico, un amor solo que sucede en los libros—dijo Gia Harper y se giró para mirar a Logan,—¿Estas escuchando lo que digo?—hablo molesta al ver como el dormía profundamente sin importarle su conversación.
—Si escuchó Gia, no es necesario que grites, es que solo hablas de libros, ¿no tienes una conversación más interesante?—replicó somnoliento . —Deberías dormir más,regresaré a mi casa—dijo llena de enfado levantándose rápido sin detener sus pasos para no escuchar nuevamente su voz, siempre era lo mismo cada que charlaban se dormía, ¡y aún así se atrevía a decir que le gustaba!, si eso fuera cierto entonces sería un hombre atento….. Como todas las noches fue a la cama para dormir,dejo su portátil debajo de la almohada con las letras de su historia mostrándose sobre ella,—Solo dormiré un poco— dijo antes de cerrar los ojos. ….. El grito de las voces la despertó, cuando abrió sus ojos todo era totalmente distinto, entró en estado de shock tocando su cuerpo y buscando un espejo para verse . —¡Esto debe ser una broma! —dijo al mirarse frente al espejo, ¿donde estaba su cabello negro?,¡ sus ojos cafés!, se talló los ojos para ver si esto era solo un sueño, pero siguió mirando lo mismo por varios minutos, piel blanca, ojos grises, cabello color claro ondulado ,una buena figura y una estatura promedio y por supuesto tenía la voz de una dulce joven mimada . —Thaís date prisa,¿acaso piensas que te esperaremos todo el tiempo?, el señor Clark espera por ti— dijo la voz de una señora desconocida, los pasos provenían de atrás de la puerta. —¡Thaís!….yo no me llamo Thaís— su rostro cambió de color cuando cayo en cuenta que Thaís era el nombre femenino de la protagonista del libro que estaba escribiendo. Corrió al balcón con el corazón latiéndole al mil, asomo la cabeza y lo que vio la dejó sorprendida, estaba en el segundo piso de una hermosa villa rodeada de un inmenso jardín, —Estoy en Seattle — dijo al recordar que la historia se basaba en la ciudad de Seattle,—Debe ser Irina— se giro a la puerta. Pero esta fue abierta bruscamente de un empujón, una joven entró con el rostro fruncido por la rabia,— ¿Que haces ahí parada?, acaso quieres que nos echen a la calle por que te niegues a casarte con el señor Clark— refunfuño la voz de Lisa. Sus ojos se abrieron de par en par mientras retrocedía unos pasos atrás instintivamente,—No…no…me niego me niego a casarme con ese hombre, cásate tú y salva a tu familia— grito al recordar la parte que le faltaba por escribir, el señor Clark era un viejo gordo feo, era decir era un anciano, en ese momento se arrepintió de su historia que escribía. —Está es mi historia, yo la escribí y yo la puedo cambiar— grito como loca, pero Lisa solo la miró desconcertada. —Thaís deja de decir tonterías de que historia hablas, esta es la realidad anda mejor ve con tu futuro esposo—dijo Lisa tomando su brazo y arrastrándola escaleras abajo. El hombre sentado en la sala la miraba con mucho morbo algo que solo le generó repulsión,le estaba dando asco el hombre. —Cariño,debemos ir a casa— habló el hombre tomando su mano y jalándola a la salida, ella freno sus pasos y esto solo hizo que él se detuviera para mirarla ,—Supongo que te sentirás mal por no llevar ropa, pero eso es lo de menos te compraré un gran armario lleno de ropa costosa— dijo el hombre volviendo a arrastrarla a la salida, estaba literalmente volviéndose loca tanto que ni siquiera salía palabra alguna de su boca. Unos hombres se acercaron a donde estaban ellos y abrieron la puerta del auto para que se subieran ,Gia se jalo para separarse pero este sostuvo su mano con fuerza. —Deja de comportarte como una niña,piensas que el dinero que recibieron tus padres es poco,ni siquiera con tu vida alcanzas a pagar la deuda,—Dijo Clark con una mirada hostil. —Pero…ellos no son mis padres, tú no eres mi dueño, yo no tengo porque pagar la deuda de otros,entonces cásate con Lisa,¿ acaso no te gusta? es joven y hermosa,—grito llena de rabia,zafándose del agarre que tenía el sobre sus manos. —Tú eres más hermosa— le dijo lamiéndole el lóbulo de la oreja, con ganas de vomitar lo aparto de un empujón, haciendo que él golpeara su cabeza contra el auto. Corrió…corrió lo más que pudo correr, de vez en cuando giraba su cabeza para asegurarse de que no viniera detrás de ella, pero su cara golpeó contra el cuerpo fornido de un hombre, levanto suavemente su cabeza , fue ahí donde lo miro, el hombre estaba alto con el cabello castaño y unos ojos cafés hermosos, abrió su boca para luego inclinarse noventa grados. —Lo siento…yo…yo no me fijé que usted venía caminando en esta dirección— dijo mordiéndose la lengua, este hombre le robó incluso hasta el habla y lo siguiente que escucho fue su risa. —Thaís, ¡ como puedes ser tan despistada!,…pero ¿por que corres, alguien te está acosando acaso?— le pregunto el hombre jalándola directo a sus brazos, el olor suave a perfume la envolvió. Entonces su mente volvió a volar y bajo la cabeza de manera tímida,—¿Quien eres?—pregunto esperando a que el hombre respondiera con sinceridad. Él la tomó de los hombros y la giró para que ambos quedaran de frente,—Porque este día te noto tan despistada,¿como puedes olvidar a tu novio?, Thaís…Thaís, soy yo Sebastián Clark tu novio, de hace 3 años,¿ tú puedes comprenderme?—respondió el haciéndole burla de la manera más linda. Quedó estática por unos segundos,(-¿como era posible que yo hubiera creado a este personaje tan lindo?-), pensó Gia para luego tirarse a sus brazos y sentirse segura en ellos al menos tendría con quien refugiarse mientras estuviera en ese lugar ,—Por que me has dejado sola?—se quejó al recordar que la casarían sus supuestos padres con ese hombre. —¿Quieres venir a mi apartamento?, te prepararé algo de té, este día te noto tan extraña—Sebastián miro a Thaís y sentía algo extraño, era como si algo en ella fuera diferente o más bien todo en ella fuera diferente,tan solo por la noche ella estaba tan enfadada con él y hoy se veía como un conejito asustado,(-será que olvido todo-) pensó él. —Thaís —susurro él acercándose a su lado,—¿Haz pensado en lo que te mencioné anoche?—dijo Sebastián observándola fijamente sin despegar su mirada de la de ella . —¿Lo de anoche?…—pauso un momento y cerro sus ojos para poder tratar de recordar algo, ¿si estoy en este cuerpo entonces también podré recordar las cosas?, pensó forzándolo un poco más,—He olvidado lo de anoche, supongo que estaba tan cansada que dormí y lo olvidé— le dijo soltando un suspiro. —Deberas casarte con mi tío— soltó el sin piedad y con voz fría, todo en el cambio drásticamente ya no se miraba cariñoso ni lindo. —¡Que!— Gia estaba totalmente confundida ahora. —Ya no seremos novios a partir de hoy, estás comprometida con mi tío, con el señor Clark, no quiero meterme en problemas por tu culpa, se que esto es un poco cruel pero la verdad no me arriesgaría a morir por ti— pauso un momento antes de levantarse y caminar a la ventana,—Me casare con tu hermana, eres una mujer fría y jamás quisiste tener nada más allá conmigo, a diferencia de Lisa —soltó el sin girarse para que no pudiera ver su rostro. Gia quedo desconcertada ,(—¡Tu la engañaste todo este tiempo!—)pensó antes de responder,—Esta bien—, como era posible que los personajes cobraran vida y tomaran desiciones propias, jamás pensó en escribir una traición para Thaís, pero ahora tenía que fingir ser ella y hacerla ver fuerte. —¡Está bien!, solo eso dirás, ¿porque no haces un berrinche o lloras? te he traicionado y para ti está bien,¡ oh es que todo este tiempo tú me traicionaste a mi y tienes un amante!— grito el furioso arrojando una maceta contra la pared, los pedazos de cerámica se esparcieron por todo el lugar. Absolutamente se negaba a tolerar un acto así de imprudente, se levantó del asiento y camino a la salida sin siquiera dirigirle una mirada,—¡No te quieras hacer el ofendido, sabes perfectamente lo que hiciste pero buscas un culpable para que quedes como él bueno y yo como la mala!, no me compares contigo porque yo no haría estupideces—salió sin siquiera voltear a mirar su rostro.—¡Que hay de malo en eso!, tú misma lo dijiste es solo una empleada loca y sin importancia, una empleada que piensa que este es uno más de sus mundos imaginarios— al decir eso al momento se reprendió a sí mismo por ser tan imprudente.—Tiene razón usted, tampoco espero que una cabeza tan pequeña entienda algo tan grande— dijo con hilaridad .Gia giró sobre sus talones directo a la salida, en realidad seguía estando confundida porque sentía tantos celos.Theodore se puso de pie al instante en que miró que Gia salía del club, estaba dispuesto a seguirla, pero la mano que sujetaba la manga de su camisa se lo impedía.—¿Quien es ella?,¿porque quieres seguirla?, no dijiste que solo era una empleada— cuestionó Janet .—Te recuerdo que esto es solo un noviazgo falso,¡en realidad crees que me interesa que todos se enteren quien soy!, que más da, no tengo nada que perder ahora…¡además no creo que seas capaz de hacerlo!—soltó con frialdad y una voz amenazante, tomó su saco y salió a paso rápido
Durante el día Gia dio vueltas por el departamento, su dedo se deslizaba por los muebles, y por más que intento ver si solo había un poco de polvo para limpiarlos, estos seguían estando tan brillantes.Se sentía aburrida encerrada sola entre esas paredes, de vez en cuando salía al balcón para ver si Theodore regresaba a casa, cuando Gia dio la vuelta sus ojos se encontraron con los del hombre que apenas iba cruzando la puerta.—Has regresado temprano,— dijo ella con una sonrisa,—Deberíamos comer antes de que se enfríe la comida, he estado esperando—Gia se apresuró a acomodar los platos en el comedor.Theodore miro a la mujer durante unos segundos, se preocupa tanto por el, ¿ O solo estaba haciendo su trabajo?, aunque si fuera alguna de las dos cosas, sinceramente verla ser tan atenta con él hacía que ella lo cautivara.—Debo ir al club, puedes comer tú— respondió de manera cortés, pero no imagino que eso lastimara a Gia.— ¡No es agotador trabajar día y noche!— preguntó Gia preocupada
Solo por la tarde se apresuró a llegar al Club, cuando entró y preguntó por ella, la única respuesta que obtuvo fue,(-Ella salió a depositar la basura a los contenedores-). Asher lo seguía detrás, pero cuando ambos salieron, lo único que los recibió fue la fría ráfaga de viento.Tuvo suerte de rastrear su número. Una sonrisa macabra se dibujó en su rostro al ver que se encontraba en la casa de Cain, tan solo si él no supiera que ella huía desesperadamente de él, la hubiera dejado sola, pero sin pensarlo él llegó hasta ella, para salvarla de ese hombre, y aún así ella le reprochaba su identidad de él,¡ se hacía la ofendida, y quería bajar del auto!,“ solo por que la señorita se sentía indignada”.—¿Y eso te preocupa?,¡ tiene algo que ver contigo!—replicó ella.—Si…si tiene que ver conmigo, porque este mundo no es como él que tú escribes, el que te imaginas, existen asesinos, pervertidos— gruñó el, pero solo hizo una pausa para inhalar aire y relajarse,—No quiero que nadie te toque,
—¡Acaso crees que puedes escapar de mi!, solo por que el hombre de esa noche te salvo no quiere decir que siempre esté aquí para ti— escupió con frialdad Cain, una risa morbosa se dibujó en su feo rostro,—Haz jugado con varios hombres estas noches, la hora es perfecta para que ahora juegues conmigo, tengo tantas ganas de ver que tan buena eres en la cama— dijo el, relamiéndose los labios, sujeto a Gia por el cuello, hasta inmovilizarla y posicionarse encima de ella.Las lágrimas comenzaron a descender por las mejillas de Gia, trataba de patalear, incluso forcejeaba, pero la fuerza del hombre seguía superándola por mucho.—¡En el auto no!— gruñó Cain,—¡Llévanos a casa!— ordenó el, miró como la mujer sollozaba, y una sonrisa se dibujó en su rostro, estaba comprometido, a solo unos días de casarse con ella, pero ella aún seguía jugando con hombres, entonces cual era problema que su esposo se divirtiera con ella, ni siquiera a sus padres les interesaba que le sucediera.No tardo mucho cua
—Está bien, entiendo— respondió Theo con una sonrisa forzada, estaba siendo amable por primera vez, pero ella seguía tratándolo de una manera tan mezquina.Cuando por fin estacionaron el vehículo, ambos bajaron para subirse al otro auto parqueado a solo unos metros, pero el ambiente entre ambos seguía sintiéndose tenso.Solo cuando llegaron al departamento pudieron soltar un suspiro, Gia avanzó a la que hace unos días era su habitación, se pegó a la puerta y se deslizó hasta caer al suelo, las lágrimas rodaron por sus mejillas, entonces miró a el techo, pero si cerraba sus ojos seguía mirando al hombre de pie, tenía una mirada retadora en el rostro, estaba dispuesto a defenderla, y eso solo hizo que su corazón diera saltos.Abrió la puerta pero no pudo notar a Theo por ningún lado, se encaminó directo al baño, aún tenía la bolsa entre sus manos y se colocó el hermoso vestido azul cielo, el estilo abombado la hacía lucir pura y dulce, cuando abrió los cajones y el clóset, sus ojos se
Esto solo hizo que Lisa prestara más atención al hombre de cercas, pero antes de que saliera una palabra de su boca, Gia volvió a tomar a Theodore por el brazo.—Señor vamos, no deberíamos pelear por algo que ni siquiera podemos pagar— susurro Gia, pero el hombre seguía sin prestarle atención, entonces ella camino directo a la salida,se sentía culpable por dejar a Theo dentro de la tienda solo, detuvo sus pasos para girarse,(—¿necesitara ayuda?, ¡no…no!, vamos Gia solo camina), pero solo avanzo otros cuantos pasos,(-¡Ah Gia!, ¿porque te sientes mal?,-),inhalo un poco de aire antes de dirigirse directo al auto y esperar por el ahí.Theodore miró como la mujer cobarde se marchaba y una mueca se dibujó en su rostro,—¡No acostumbro pelear por trivialidades!, sin embargo ese vestido sigue perteneciéndome, ¿dime cuánto vale te pagaré el triple por el?— exclamó Theodore, aunque su mente solo decía deja ese estúpido vestido y vete, pero miró como los ojos de esa mujer malagradecida brillaron
Último capítulo