No Alpha But Myself
—No perteneces a esta manada —siseó mi madre, con sus ojos dorados destellando bajo la luz del fuego—. Si no puedes apoyar a tu hermana Alfa, entonces lárgate de aquí.
Debí haberlo visto venir. En la Manada Cenicienta, la familia lo significaba todo... a menos que fueras yo, Valeria Espinosa, la decepción. Mientras mi perfecta hermana Esperanza se llevaba el amor, el título e incluso a mi pareja Carlos, yo me quedé con una ceremonia de emparejamiento a la que nadie se presentó. Ni siquiera asistió el hombre que me había jurado que siempre sería suya.
Esa noche, escapé.
Tras esto, construí una nueva vida en el sindicato clandestino de hombres lobo de Berlín, donde la fuerza era la única ley que importaba. Aprendí a pelear, a liderar, a hacer que lobos que me doblaban en tamaño agacharan la cabeza con solo una mirada mía. Pero, cuando llegó el mensaje de que Esperanza estaba muriendo, la manada exigió mi regreso.
—Vuelve a casa, Valeria —la voz de mi padre crepitó a través del teléfono—. Tu hermana te necesita.
Casi me reí en su cara. ¿Después de todo lo que había pasado?
Pero esta vez no era la loba débil que habían dejado atrás. Esta vez, yo tenía mis propios colmillos.
Y cuando los lobos te persiguen, no huyes... les arrancas la garganta primero.