Capítulo 31: En el río

Celeste.

—Dame tu mano —le pidió a Kael.

El alfa estiró su brazo de mala gana al ver que Carolina tenía una pequeña navaja y la había limpiado con alcohol.

Me preguntaba cómo la misma sangre de Kael podría evitar el control de Scarlet. Él arrugó la expresión cuando Carolina le hizo una raja en la mano.

—Muy bien… solo tres gotas —indicó, con sumo cuidado de no pasarse.

Le dio un trapo limpio para la herida, y yo me sentí inútil por estar mirando sin hacer nada.

Me mordí el labio inferior.

—¡Jala mata eternum! —Carolina gritó unas palabras que no entendí, y movió sus manos alrededor del frasco.

Pronto, el agua se removió y mezcló todo como si fuera una licuadora, para al final escupir un humo gris producto de una pequeña explosión.

—¿Qué fue eso? —Me asombré.

—Es normal. Las pociones siempre hacen eso, significa que están listas —explicó con una sonrisa—. Ahora bebe.

Le dio el frasco a Kael, quien veía el color rojo puro del agua con asco. A cualquier vampiro le hubiera enca
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