Mundo ficciónIniciar sesiónPasaron cinco años desde ese terrible día.
Lunes, 7:00 a. m. Escuché unos fuertes golpes en la puerta de mi cuarto, acompañados de gritos que retumbaban por toda la casa.
—¡ABRE LA MALDITA PUERTA! — Me levanté asustada y abrí la puerta. Vaya sorpresa... era mi tía Luz.¿Recuerdan ese horrible accidente en el que perdí a mis padres? Pues, desde esa noche, el viejo anciano Zhao me trajo a vivir con mi tía, a quien le paga una gran cantidad de dinero para que me cuide y me mantenga vigilada las 24 horas del día.
—Cierro los ojos y suspiro.— "Ya sé, mi vida es un asco."
Quería algo diferente para mí, pero todo se fue a la m****a desde aquel día.Me levanté de la cama, abrí la puerta sin mirarla, tratando de no verle la cara. La verdad, mi tía me daba asco. Era tan materialista que no le importaba el bienestar de su única sobrina. La miré fijamente a sus ojos claros.
—¿¡POR QUÉ DEMONIOS TOCAS ASÍ MI PUERTA!?—¡MALDITA MUERTA DE HAMBRE, CÓMO TE ATREVES A HABLARME ASÍ! —
Me dio un fuerte golpe en la mejilla. Solté una risa, la miré y la empujé. —¿Muerta de hambre? Te recuerdo que comes y vistes con lo que te da el anciano por mí.—No me importa lo que digas. Vives en mi casa, se hace lo que yo diga, niña estúpida. En fin, vengo a decirte que el señor Zhao está programando el viaje. En siete días cumples tus 18 años y quiere que vayas con un vestido rojo como las demás candidatas. —Paso mi mano por el cabello.— Una nueva noticia: el señor Zhao me invitó a desayunar. Y no hablo exactamente de comida.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo solo de pensar en ese día. Relamí mis labios y aplaudí con una sonrisa falsa.
—Espero que cumplas todas las expectativas de ese anciano asqueroso... Aunque, señora Luz... digo, tía... Puede ser que seas una de sus amantes. ¡Qué buena noticia!—El señor Zhao muere por mi belleza. Por algo tu padre se enamoró perdidamente de mi hermana. La belleza corre por nuestra sangre. —Me señala.— Necesito abrir la cafetería hoy, pero tengo otras cosas que hacer, como ir a la peluquería. Así que tú, idiota, vas a abrir la cafetería hoy. —La miro riendo.— Vamos a ver qué tan buena zorra eres, Mery. Quizás el nieto del señor Zhao se enamore de ti y tu vida cambie un 100 %. Tendrías dinero, poder... lo que quieras. Él te lo daría. Ojalá yo estuviera en tu lugar.
—¿Por qué eres así, tía? ¿Acaso no existe vergüenza o valor propio en ti? De verdad, estás muy mal, Luz. Mi madre nunca fue como tú. —Pongo mis manos en la cintura.— No sé en qué cabeza caben tantas ideas estúpidas.
—¿Tu madre mejor que yo? Ella vendió a su propia hija por la vida de su suegra y su cuñada. Después, esas mismas la odiaron y la culparon de todas las desgracias de la familia. El desgraciado de tu padre se llevó a tu madre de la granja con promesas de un mejor futuro, mientras él se acostaba con las empleadas. Tu madre vendía pasteles y trataba de salir adelante, siendo humillada por la familia de tu padre solo por venir del campo.
—Suelta una gran risa.— Fue tan estúpida que aceptó el trato por amor a tu padre. El anciano le dio dos años para conseguir el dinero. Tu padre nos contó la gran historia a mi madre y a mí, y no tuvimos más opción que vender la granja para ayudar a mi hermana. El muy hijo de puta tomó el dinero, salvó a su familia de la bancarrota, y desaparecieron. Cuando naciste, todos te vimos llegar... y fue tu culpa que mi madre muriera, decepcionada por todo lo que pasaría contigo. ¡Jamás te atrevas a compararme con tu madre!
Sentí un nudo en la garganta. Mis lágrimas salieron sin previo aviso. Me sentía tan culpable que prefería morirme. Ella se alejó y me tiró las llaves. Rodé los ojos al verla irse, caminé hacia las llaves, las tomé y cerré la puerta de mi cuarto.
—¿Por qué todo tiene que ser así para mí? —Me dije.
Tomé una ducha, me demoré unos diez minutos y, después de arreglarme, salí de la casa rumbo a la cafetería. Antes de salir, siempre debía llevar puesta una chaqueta para que nadie me mirara.
Ya sé, eso suena muy ridículo, pero ¿qué se le puede hacer? Cuando estoy afuera de la casa, me siento tan feliz de ver los rayos del sol y los hermosos colores que adornan la ciudad. Me hace sentir libre, aunque solo sea por unos segundos. De hecho, agradezco que al menos me dejen ir a la cafetería. Mi tía no me permite estudiar y casi siempre me mantiene encerrada en casa. Además, la seguridad del señor Zhao siempre vigila el lugar.
Mi tía me ha tratado como basura... pero ahora entiendo por qué me odia tanto.
Pongo las manos dentro de la chaqueta mientras llego a la cafetería. Realmente es muy hermosa.Abro la puerta de la cafetería y veo a la única persona que de verdad me quiere: mi nana.
—¡Mi niña hermosa! —
Esa dulce voz me hacía tanta falta... Ella es mi nana. Siempre cuidó de mí mientras la bruja de mi tía no estaba. Iba a casa, me ayudaba a limpiar, incluso me compraba maquillaje y ropa. Más que una amiga, ella es mi segunda madre. Su nombre real es María. Es la mejor mujer del mundo. De nacionalidad colombiana, muy alegre, hasta me enseñó parte de su cultura y sus bailes.Al verla, salgo corriendo como una niña pequeña:
—¡NANA HERMOSA! — Me lanzo a sus brazos mientras le doy unos besos en las mejillas. —Te extrañé mucho. La bruja de mi tía no me dejaba venir. Al fin el anciano Zhao se la llevó por hoy.—Ese señor adora a tu tía. Incluso cuando viene a la cafetería, le da regalos y mucho dinero. Mi princesa, tengo miedo... ya casi cumples 18 años. No quiero que te pase nada. Llevabas cinco meses sin venir.
Me acerco y paso la mano por su cabello. Me siento en una silla, riendo.
—Ella con ese anciano... qué asco, ¿verdad? Nana, tengo un plan: me escaparé. Solo tengo que buscar la oportunidad. No te preocupes, sé cuidarme sola. Mi tía no me dejaba salir porque el anciano Zhao estaba muy presente últimamente. Hoy me pidió que abriera la cafetería. A decir verdad, no me importa lo que ella esté haciendo, Nana.






