Han pasado un par de semanas más.
Los constructores que Martha recomendó resultan ser dos hermanos meticulosos y detallistas. Ellos mismos diseñan los nuevos planos de la casa. Prácticamente, todo será reconstruido. Quiero una planta baja abierta, con espacios amplios y conectados, que me permitan ver a mi pequeño correr libre por la sala mientras yo cocino. Deseo también un rincón acogedor para recibir visitas, aunque la verdad, no tengo tantas amistades que frecuenten mi vida.
Las habitaciones también serán renovadas. Se aprovechará mejor el espacio y por fin tendré un baño a la altura de mis sueños.
A veces, me detengo a pensar que jamás habría hecho esto antes sin buscar la aprobación de alguien. Pero ahora, hacerlo por mí… por este nuevo comienzo… vale cada segundo de esfuerzo. Hay algo inmensamente poderoso en tomar decisiones propias y verlas materializarse ante mis ojos.
Llamada entrante: Nikolaus Hoffman
—Pareces un poco cansada —dice, con ese tono suyo entre cálido y protect