Eva Davies
Cómo lo pensé, no dejaron que Sophie se quede conmigo en la sala de parto, pero siempre estuve sola, digo… me rechazaron toda la vida.
Debo ser fuerte y demostrarme que puedo sola, mi bebé merece una madre que no tenga miedo de estar sola y que sea fuerte.
Varias enfermeras estuvieron presentes durante todo el proceso. Llegué al hospital con seis centímetros de dilatación, por lo que mi bebé por poco y nace en el maldito auto.
No hubiésemos podido esperar a la ambulancia.
El dolor fue horrible y por poco tuvieron que hacerme una cesárea de emergencia cuando casi pierdo el conocimiento, pero todos mis sufrimientos pasaron cuando me entregaron a mi bebé.
—Es un niño. —dijo el obstetra—. Un niño bastante sano.
Debido a la espontaneidad de todo lo que pasó mi doctora no pudo traer a mi pequ