Grace está convencida de que tiene el control de su vida, pero cuando se trata de amor, las cosas no son tan predecibles. Desesperada por formar una familia, se embarca en una misión para encontrar al hombre perfecto. Armada con una lista de cualidades que busca en su pareja ideal, Grace se niega a conformarse con menos de lo que desea. Sin embargo, el destino tiene otros planes y, en medio de sus expectativas, descubre que el amor a menudo se presenta en formas imperfectas. A medida que se enfrenta a las complejidades del romance, Grace aprenderá que el hombre perfecto puede estar más cerca de lo que imaginaba, incluso si no cumple con todos los puntos de su lista.
Leer másCamine sin rumbo fijo, mientras bebía de la lata de cerveza, ¡estaba furiosa! Hayden habia perdido por el imbécil de ese chico, ¡carajo! había perdido muchísimo dinero por su culpa, ya no iba a follar con ningún hombre en el desierto.
Pegue un grito de frustración y seguí caminando por la pista, mientras las personas se iban, algunas felices y otras inconformes como yo, se quejaban mientras salían del lugar.Mi teléfono sonó y yo lo conteste de inmediato.— dónde estás? — Me preguntó Kat.Respire profundamente, para aclarar la voz, no queria que ella se diera cuenta que la derrota de Hayden me había afectado.— No lo sé, tal vez en el más allá — Le dije.Yo ya me había acostumbrado a ganar y como estaba tan segura del triunfo, aposté todo el dinero que tenía destinado para mis vacaciones.— No digas estupideces, ahora trae tu culo al motorhome — Me dijo.Yo le respondí que si y me di media vuelta para regresar. cuando iba llegando al motorhome de Hayden, me detuve en seco, ya que estaba justo frente al del imbécil que ganó.— Hijo de puta — Dije furiosa.Le di un trago largo a mi cerveza y camine rumbo al equipo ganador, el alcohol en mis venas me hacían valiente.El tipejo infeliz que había ganado estaba justo frente a mi, a escasos metros, Yo me saque el zapato y se lo lance, el volteo a verme y camino con rapidez a mi.— ¿estás loca? — Me preguntó con mala cara.Yo lance al suelo la cerveza y me acerque mas a el, pinché repetidas veces su pecho con mi larga uña.— ¡Perdí mucho dinero por tu culpa, Devuélveme mi dinero! — Lo acuse.Él me miró con ambas cejas levantadas.— Estás ebria? — Me preguntó.Yo puse los ojos en blanco.— Si, y por eso te estoy acusando de haberme dejado sin vacaciones, ahorre por siete meses, ya tenia todo planeado, pero por tu culpa todo se ha ido a la m****a — Le dije.El sonrió de lado mostrando un largo camino, parecía un perro el desgraciado.— Que mal, eso te pasa por no apostar por el equipo ganador, a la próxima apuesta por mi — me respondió y me guiño un ojo.Yo le di un golpe más fuerte en su pecho, y él me pago a su cuerpo agarrándome por la cintura.— Sueltame o voy a demandarte por acoso — Lo amenace.El me sonrio ampliamente.— Me golpeaste, y yo puedo demandarte por eso, todo el circuito tiene cámaras, asi que seria muy fácil demostrar tu agresión — Me dijo malisiosamente.Yo parpadee un par de veces, inmóvil mientras él se acercaba más y más a mi.— Me dejaste en la quiebra — le acuse.El presiono ligeramente sus labios en los míos, dándome sutil beso, el se separo rápidamente de mi y me miro a los ojos.— Estoy seguro que dentro de siete meses vuelves a tener el dinero necesario para tus vacaciones, solo no vuelvas a apostar por los rojos — me dijo.Yo abri la boca de par a par, este desgraciado me estaba cabreando mas de la cuenta. El se separo de mi, puso su dedo índice debajo de mi barbilla y con delicadeza cerro mi boca.— te dejo, voy a celebrar mi triunfo — Me dijo mientras sonreía.el se dió la vuelta y empezó a caminar, deteniéndose de golpe, el se agachó y levanto mi zapato.— Y me quedo con esto — Me dijo mientras agitaba mi zapato al aire.Yo trate de correr detrás de él, ya que esos zapatos eran carísimos, había ahorrado por casi un año para comprarlos.— ¡Devuélveme el puto zapato! — Le grite.El siguió caminando sin prestarme la más mínima atención, yo cojee tras el, no le iba a dejar mi zapato también. lo vi entrar al motorhome y yo me apresure para alcanzarlo, entre a su motorhome hecha una fiera.— ¡Que me devuelvas el puto zapato! — le grite con rabia.Todos allí me voltearon a ver.— ¿Quien es ella? — Preguntó un hombre a su lado.— Una fan loca, deberías llamar a seguridad y sacarla de aquí — Sugirió el.Yo me reí, si él estaba creído que yo le iba a dejar mi zapato estaba muy equivocado.— Saquenla — Ordeno el hombre al lado de infeliz.Un par de hombres se me acercaron, yo le lance un golpe a uno, pero el otro me agarró de la cintura y me saco del lugar, cerrando las puertas en mi cara.— ¡Hijo de puta! — Grite.Nunca en mi vida me había sentido tan humillada como hoy. había perdido mis vacaciones y mis zapatos, ¿acaso podía ser peor?Gordas gotas de lluvia empezaron a caer del cielo, empapando así mi nula dignidad, respiré hondo y me di la vuelta, cojeando mientras caminaba al lugar donde estaba Kat.— — — — — — — — — —
Boris empezó a regañarme mientras yo miraba mi celular; la verdad, nada de lo que me dijera en estos momentos me importaba. Yo había derrotado a Bennet y eso era lo único que me importaba.
— ¡Carajo, Dimitri! — gritó.
Él me quitó el celular de la mano y lo lanzó al suelo.
— Deberías estar feliz, ganamos — le dije.
Él me agarró de la mandíbula y me hizo mirarlo a los ojos.
— Estoy feliz, pero no quiero que sigas provocando a Bennet — me dijo.
Yo puse los ojos en blanco.
— Está bien, no volveré a molestarlo, ¿feliz? — le pregunté.
Boris respiró profundamente.
— Dima, solo quiero lo mejor para ti, sabes que te amo — me dijo.
Yo asentí con la cabeza de inmediato.
— Lo sé, y lo siento, solo estaba emocionado, pero me comportaré mejor — le dije.
Boris asintió con la cabeza.
— Ahora ve y entrega ese zapato, me pone nervioso — me dijo.
Yo levanté el zapato color rojo de la mesa y lo miré con una sonrisa.
— Este es mío, es parte de mi victoria — le dije.
Las puertas del motorhome se abrieron y entró una chica llena de tatuajes, de cabello corto, bastante bonita la verdad.
— Tengo información sobre Galactic Racing Nexus — me dijo.
Yo sonreí de inmediato y miré a mi padrino, que se veía bastante interesado también.
— Bienvenida a Blackstorm — le dije.
Ella sonrió ampliamente y se acercó más a nosotros. Yo la miré a los ojos, y ella a los míos; estaba seguro de que ambos seríamos muy buenos amigos.
Tenía que hablar bien con Muriel, ella no podía llevarse una mala impresión mía. Yo era un hombre culto, educado, bueno en la cama, sexy, millonario y un muy buen besador. Yo era casi perfecto. Le iba a demostrar que no iba a encontrar un mejor hombre en esta tierra.La puerta del sauna se abrió y entró Vlad con su típica mala cara. Yo lo miré y respiré profundamente.— Mikha, Salvatore quiere hablar contigo — me dijo.¿Qué carajo quería Salvatore? ¿Y por qué tenía que venir a molestarme a estas horas?— ¿Pero qué m****a quiere ese hombre? ¿Por qué no envía un mensaje como una persona normal? — me quejé.Salí del sauna junto a Vlad. Salvatore estaba en el recibidor de mi casa. Él me miró y desvió la mirada inmediatamente.— ¿Qué haces aquí? — Yo le pregunté mientras ponía mis manos en la cadera. Odiaba que interrumpieran mi momento de relajación. Él me miró muy mal.— Uno de mis socios te quiere conocer. Sería un buen negocio hacer trato con ese hombre — me comentó.Salvatore pasó su m
Dos años después,En la noche de Navidad, Bonnie estaba profundamente dormida. Había esperado a Papá Noel hasta altas horas de la noche, hasta que el sueño pudo más que ella. La dejé en su habitación y fui a la mía, ya que también estaba algo cansada.—¿Dimitri, estás en el baño? —pregunté.Pero no hubo respuesta alguna. Empecé a sacarme la ropa, quería ponerme la pijama y dormir todo lo que restaba de la noche.—Jo… jo… jo… —dijo alguien a mis espaldas.Lentamente me di la vuelta, semidesnuda, y allí, vestido con una tanga roja, un gorro de Navidad y una larga barba blanca, estaba él, mirándome como si fuera la mujer más sexy del mundo.—¿Has sido una buena niña este año? —me preguntó.Me mordí el labio inferior para no reírme.—He sido muy mala —le dije en tono sexy.Él contoneó su cadera hacia mí y se acercó lentamente.—Entonces, Papá Noel será muy malo contigo —me dijo.Abracé su cuello y lo atraje hacia mí.—Castígame, he sido muy mala —le dije.Los ojos de Dimitri brillaron con
Seis meses después…Bonnie heredó mis hermosos ojos verdes, pero la mirada penetrante y amarga de su padre, una combinación bastante peculiar. Ella era muy tranquila, pero cuando quería algo se hacía notar.Hoy tenía una cena con Dimitri, y mi hermana se había ofrecido a cuidar a la bebé. Bella se había vuelto bastante cercana a mí en estos meses, cosa que me alegraba mucho ya que yo la quería infinitamente.—Te ves hermosa —me dijo Dimitri, mirándome de arriba abajo.Sentí mis mejillas arder mientras él me observaba con intensidad, con tanto deseo. Me acerqué a él y lo miré a los ojos. Dimitri me dio una ligera sonrisa y sentí cómo todo mi cuerpo empezaba a calentarse.—Quiero que te quites la ropa interior —me pidió sin apartar sus ojos de los míos.—Pensé que solo íbamos a cenar —le respondí con una sonrisa.Dimitri volvió a sonreír.—Invertí mucho dinero en esto. Así que quítate la ropa interior —dijo con una sonrisa traviesa.Hice lo que me pidió y me la quité, la tiré a un lado
No me cansaba de ver a mi pequeña. Ella era preciosa, con los ojos grandes y unas pestañas envidiables, cabello negro y la piel muy blanca. Era como una mini Blancanieves. Yo ya estaba descansando en casa, ya que no hubo ninguna complicación. Kat y mi hermana estaban bastante pendientes de mí, pero cuando llegaba Dimitri, ambas desaparecían como por arte de magia.Dimitri y yo estábamos en la habitación. Él estaba a un extremo de la cama, mirando a nuestra pequeña que descansaba en el centro.—¿Cómo te fue? —le pregunté a Dimitri.Él me miró y sonrió ampliamente.—Me fue excelente. De hecho, te tengo un chisme enorme —me dijo, con ojos brillantes de emoción.Se levantó y después cargó a Bonnie, quien se despertó de inmediato.—No te preocupes, yo la dormiré —me dijo antes de que yo dijera algo.Me acomodé en la cama, observando cómo Dimitri se paseaba con Bonnie en brazos, acunándola con cuidado. La imagen de ellos juntos me llenaba de una calidez indescriptible. Ambos eran tan hermos
Un momento de pánico y emoción cruzó por los ojos grises de Dimitri. Yo le sonreí y después lo abracé con fuerza, sentí como las lágrimas empezaron a salir. Había imaginado muchas veces este día, lo imaginé como uno de los más felices de mi vida, pero la realidad es que estaba demasiado asustada.— Quiero que todo salga bien — le dije con la voz entrecortada.Dimitri me alejó y me miró a los ojos.— Todo estará bien, yo estoy aquí contigo — me dijo.Yo asentí con la cabeza y volví a abrazarlo.— Solo estoy asustada — le dije con sinceridad.La mano de Dimitri subió y bajó por mi espalda.— Yo también lo estoy, pero sé que todo saldrá bien, sé que nuestro bebé estará bien, así que por favor no llores, quiero que estés feliz, este día es para estarlo, al fin conoceremos a nuestro hijo — me dijo.Yo me separé de él y asentí con la cabeza. Dimitri se separó de mí y corrió escaleras arriba, después de un par de minutos apareció con el bolso del bebé.— Vámonos ya — me dijo.Yo asentí con l
Recogí la enorme impresión con una sonrisa de satisfacción. Iba a derrotar a Dimitri en su propio terreno y eso me llenaba de felicidad. Uno de los chicos que trabajaban allí se ofreció a ir conmigo para ayudarme a cargar la impresión, ya que con mi embarazo era un poco arriesgado subir cualquier cosa pesada.Cuando llegamos a casa, le indiqué al chico dónde poner la impresión, de manera que Dimitri la viera claramente cuando llegara. Quería ver su cara, Dios, anhelaba con el alma verla. Acomodamos la imagen en la sala, justo frente a la puerta. No había manera de que Dimitri pudiera ignorarla. El chico se despidió y me dejó sola, esperando ansiosamente el regreso de Dimitri.Pasaron las horas y mi nerviosismo crecía. Caminaba de un lado a otro, imaginando su reacción. Finalmente, escuché la puerta principal abrirse. Me quedé en la cocina, tratando de mantener una expresión neutra. Empecé a comerme unas galletas saladas.—¡Grace! —gritó Dimitri desde la sala.Terminé las galletas sala
Último capítulo