19. Navegando lejos
Indra.
El día dos de junio Fara fue dada de alta por los doctores, pero nadie se movió del lugar hasta el quince de junio cuando el pequeño Franco con varias instrucciones hacia nosotros y más a Dasha que era la médico encargada en casa fue dado finalmente de alta.
Me comencé a impacientar dando vueltas como gato encerrado en la cafetería del lugar.
Sofía literalmente estaba afuera del recinto enojada con el celular sobre la oreja.
Dasha al contrario ajena a todo leía un libro de pediatría, Luka igual leía una novela de cómics mientras bebía café a lado de la mujer de cabello rojo.
Llevábamos esperando a Dante desde las nueve de la mañana, ahora eran las cinco de la tarde de la primera quincena de junio y el diablo aún no daba luces de vida.
Ya me quería ir de aquí con mis niños. Ansiaba la enorme cama donde dormía, un baño real en la tina y sobre todo, necesitaba sentir en mis brazos a ambos de mis niños mientras veía el amanecer.
Pero todavía seguíamos aquí. Atascados en el