Después de unos minutos Alicia decide dar un recorrido, el aire fresco del mar le acariciaba el rostro mientras Alicia caminaba por la cubierta del crucero, tratando de disipar la discusión con Dante. Las palabras aún retumbaban en su cabeza como ecos lejanos, ella era su mujer y aquello era un tormento en esto momento. Así como el contrato, los compromisos, los acuerdos. Todo lo que había construido su vida hasta ahora se había visto alterado por una simple discusión con Dante. Simple... No. No era tan simple. Dante había cruzado una línea, y aunque su corazón no lo admitiera, una parte de ella ya estaba cansada de vivir en la sombra de los acuerdos que ataban su destino, quizás ahora estaba más vulnerable y una acción la lleva a pensar en todo, sabe que debía de reponerse, era una Heredera, no podía derrumbarse y sentirse débil, no debía de sentir que había perdido el control de su vida y sus emociones.
El sonido de las olas rompiendo contra el casco del barco era lo único que rompí