—¡El bebé que espera es mío! Tras cinco años de matrimonio, ella jamás quedó embarazada. Pero una noche con su cuñado lo cambió todo. - Beth Grey era una chica joven e ingenua que creyó en el amor demasiado pronto. Desconociendo que en el mundo podía existir alguien tan vil, aceptó casarse con Dominik Blake, sin imaginar que la haría pasar los mejores años de su vida rechazada y olvidada. Pasó de ser su secretaria a su esposa... Ella lo ama con todo su ser. Él la odia a más no poder. ¿Qué pasará cuando ambos se den cuenta de su equivocación y su matrimonio se encuentre en la cuerda floja? ¿Será demasiado tarde para Dominik cuando su hermano Sammael regrese por lo que era suyo?
Leer másUna mujer puede dejarse pisotear una vez por amor, pero no habrá segunda ocasión, aprenderá de su lección y cuando renazca del daño que le hiciste, deberás tener cuidado...
━─━────༺༻────━─━Beth despertó temprano en la mañana envuelta en una nube de felicidad.Hoy era el día más esperado de su vida.Por fin se casaría con el hombre del cual estaba enamorada desde hace tantos años. Y mejor aún, trabajaría como su secretaria, así que juntos serían una mancuerna de los negocios.—Nana, ¿me preparas el baño?Su nana entró apenas escucho su voz apareció en la habitación, todos en la casa sabían que ya era el día de su matrimonio.Aunque su familia deseaba que ella se fuera de una vez por todas de sus vidas, algunos sirvientes le tenían cariño.—Ya te lo preparo señorita.Beth sonrió mirando su mano.La sortija en su dedo brillaba como nunca, era redondo y grande, de color azul cielo con un intrincado de serpiente alrededor, el emblema de la familia Blake, imponiéndose sobre ella.Pronto el lugar comenzó a oler a rosas, el vapor salía del baño como nubes esponjosas.Fue directamente al jacuzzi, se metió y suspiró de placer porque estaba caliente, perfumada.—¿Ya está listo mi vestido de novia? —preguntó con los ojos cerrados a su nana.—Sí, está en su armario listo para usarse.Disfrutó un ratito más el poder revitalizante del baño, dándose tiempo a pensar en su futuro, sin extrañar para nada la vida que llevaba hasta el momento.No tardó más que unos minutos en salir del agua para secarse e ir en busca de su vestido de princesa, era el más bonito que se había visto en la ciudad de Norvill, el único en su clase.Valía una fortuna, fue un especial regalo de su prometido.Dominik Blake.Estaba totalmente enamorada de él.Lo amaba desde que eran unos críos, creció a su lado, dejo de ser una niña para ser una mujer y ahora sería su esposa.Su sueño se estaba haciendo realidad...—Aquí, señorita. La voy a arreglar ahora mismo.Dejo que su nana se hiciera cargo de todo, haciendo oídos sordos del sonido de abajo, su familia parecía estar celebrando algo y ser felices, ya que su hermana estaba embarazada y sería su primer nieto, el nieto de su hija favorita.No se permitió ponerse triste, pronto sería feliz al lado de su futuro esposo.Beth, al ser enfermiza y débil, jamás podría tener hijos, darles nietos que seguirían con la empresa familiar, ni el de su esposo.Por ende, jamás tendría tanto poder como su hermana, la cual estaba casada con un duque de Inglaterra.Pero tendría a su esposo y eso le bastaba, su gran amor y ella serían una familia completa, quizás a futuro podrían adoptar.—Has quedado hermosa mi muchacha, ¿estás lista? La limosina espera abajo por ti —comentó Marta, su nana.Beth se dió un vistazo al espejo, y quedó sorprendida por lo hermosa que se veía.Su cabello cobrizo le caía como una cascada en su espalda, el velo cubría elegantemente su rostro, y el escote recatado dejaba ver sus bonitas clavículas.El lunar rojo en su frente era lo único que desentonaba con todo aquello.Pero nada de eso importaba.Su prometido estaría encantado, él la amaría.Después de todo, ella había estado con él toda su vida, ¿cómo no iba a amarla así tal cual?—Estoy lista, vámonos.De modo que bajaron las escaleras despacio, el vestido era de color rosa palo, tan bajito el tono que casi no se distinguía entre ambos colores, blanco o rosa.El encaje del velo tenía flores rosas y blancas, combinaba con el diseño del vestido.Abajo su familia ni siquiera sé detuvieron a desearle suerte o felicitarla, todos hicieron como si ella no existiera.Excepto el patriarca, claro. Su padre Leo Grey, quien la miró con profundo desprecio.—¿Así que ya te vas? Por fin. No puedes traer gloria a esta casa, será mejor que no vuelvas nunca. No olvides mandar los cheques mensuales por correo porque tu hermana planea construir una mansión cerca de nosotros —espetó—. Ahora lárgate rápido.Ella asintió sin decir nada, y se dirigió a la limosina.Tosió un poco al sentir el aire fresco, pero sonrió de todos modos.Pronto, ya no se sentiría miserable. Estaría al lado de su esposo y nunca nada le haría falta.No fue educada como sus hermanas que asistieron a universidades de prestigio, pero termino el bachillerato en una escuela pública, con unos familiares del campo, y le encantaba escribir o dibujar.No tardaron en llegar a la iglesia, los invitados ya estaban adentro esperándola.Comenzó a ponerse nerviosa, le daba miedo hacer algo malo, pero respiró profundo y camino a la entrada de la iglesia.Sus suegros, Thomas y Elena estaban ahí, el hombre le sonrió pero su suegra no, ni la miró siquiera.—Bethy, querida, has llegado justo a tiempo —saludó él.Ella les dedico una débil sonrisa.—Ya que mi padre no ha venido, espero usted pueda llevarme al altar, de ahora en adelante seremos familia —pidió Beth con timidez.Elena, su suegra, bufó.—Solamente porque los abuelos así lo decidieron, que si por nosotros fuera tú jamás serías parte de nosotros —espetó con ira.Thomas la miró con desaprobación.—Hoy no, Elena. Es la boda de nuestro hijo y debemos estar felices por ellos —la reprendió.Seguido de esto ofreció su brazo a Beth, quien estaba incómoda por el altercado.Lo último que deseaba era que tuvieran problemas por su culpa.—Mejor entremos, Dominik debe estar ansioso ya —murmuró, no pudiendo soportar más la distancia que los separaba. Deseaba ser su esposa lo más pronto posible.La música sonó cuando comenzaron a entrar a la iglesia, los invitados se volvieron y sonrieron a Beth, quien irradiaba felicidad por los poros.—Te entrego a Beth, cuídala hijo.—Así será —respondió Dominik.Pronto estuvieron frente al cura que los casaba, dando sus votos y mirándose como dos amantes ansiosos... O eso es lo que Beth quería creer al menos.Cuando escuchó las palabras más maravillosas de su vida: «Los declaro marido y mujer», unas lágrimas cayeron por su mejilla.—Puede besar a la novia —dijo el cura.Dominik la tomó entre sus brazos y la besó como jamás la había besado nadie nunca.Suspiró de satisfacción al sentir sus labios sobre los suyos y sus brazos apretando su cintura.Los vítores de sus invitados no se hicieron esperar, así que salieron de la iglesia tomados de la mano como la pareja recién casada que eran.Se tomaron las fotos y luego subieron a la limosina que los llevaría a la recepción para festejar su boda.Nada podía arruinar el día tan perfecto que tenía frente a ella.━─━────༺༻────━─━Cuando miraba hacia el pasado, podía ver cada vez más las obvias señales.El día de su boda siempre sería el punto de quiebre.Beth le sonrió a su prometido cuando el cura los estaba por declarar marido y mujer.Sus ojos brillaban con la emoción de al fin poderle decir: «Esposo».Omitió las claras muestras de odio y desagrado en los ojos de él, omitió la forma en que su cuerpo se alejaba de ella cada vez que se acercaba rebosante de emoción.—Annabeth Grey, ¿aceptas a Dominik Blake como tu esposo? —La pregunta del millón llegó, su momento más deseado.Ella sonrió y asintió repetidamente, parecía una colegiala.—Sí, acepto.—Dominik Blake, ¿tomas a Annabeth Grey como tu esposa?Silencio.Beth frunció el ceño cuando los segundos pasaron y de los labios de él no salía ningún sonido.«Quizás no lo escucho bien», se dijo así misma.Se aclaró la garganta y empujó el codo de Dom con delicadeza.—Te ha hecho una pregunta, querido. Puedes contestar.Omitió por completo la mueca de hartazgo que se figuró en el rostro de él, y también el suspiro resignado que soltó.—Sí, acepto —pronunció finalmente, entonces todo el lugar estallo en aplausos.Para Beth todo parecía estar bajo un lente distinto: había felicidad, colores y brillos alrededor del cuadro que miraba.Desde su perspectiva no había nada malo, ni extraño.Era como siempre debía ser.Dominik la sujeto por la cintura y soltó un beso rápido y casto sobre sus labios.El carmín mancho sus labios, ella intento pasar el dedo para limpiarlo pero Dom sostuvo su mano para evitarlo.El momento paso tan rápido que no le dedico ni siquiera un segundo para pensarlo, pronto estaban tomándose la foto del recuerdo junto a todos sus invitados, y después tuvo lugar la recepción más bonita a la que había asistido... La suya propia.Beth Grey se casó estando ciega de amor...Meses después... - Cuando amaneció, Melina de verdad no tuvo ganas de despertar en lo absoluto. Gruño en señal de protesta, pero supo que tenía que hacerlo. Hoy era el día. Así que se desperezo poco a poco, se sentó en la cama y estiró su cuerpo lo más cuidadosa que pudo. Estaba embarazada de ocho meses y medio, casi en la recta final. Las cosas no podían ser mejores al lado de su esposo, su dulce y domado esposo, Alexei. Sonrió. Si hace seis meses le hubieran dicho lo mandilon que podía ser, y lo sexy que eso lo hacía ver, probablemente se habría reído. Pero ahora, luego de medio año de matrimonio, estrías en las caderas, mucho sexo y otras tantas revelaciones después, podía jurar que no había mejor esposo sobre la tierra que él. Se dedicaba a hacerla feliz, a complacerla, mimarla y amarla tanto que no podía creerse la suerte que tuvo para lograr estar en la cúspide de la felicidad; al fin tenía la familia que toda su vida quiso. Sus padres eran más cercanos que nunca con ella
No había pasado ni veinticuatro horas desde que le conté a toda mi familia que estaba esperando un hijo de Alexei, y la emoción que todos estaban desprendiendo me estaban sofocando porque mi madre esa misma noche llamó a mi ginecólogo para que pudiera revisarme, a pesar que le dije que no era necesario.Pero, tanto como estaba emocionada por la idea, también decepcionada porque quería que me case primero, esto se encargó de decirme cuando nos mandó a dormir a todos, hizo que me quedará un momento más para solo decirme esto y personalmente felicitarme como jamás había hecho en su vida, o al menos en un largo tiempo. Motivada me acercó a ella para abrazarla con fuerza, acurrucandome en sus brazos como niña pequeña, esperando que me metiera en la cama como hace muchos años no puede hacer, o no lo hace, lejos de quejarme, me acomodo de tal manera para que me pueda mimar como hace mucho tiempo no hace. Lista para despedirse se levanta de su sitio para tomar mi mano y subir las escaleras c
Melina Sandoval sabe cómo volverme loco, la sola idea de no poder dormir con ella esta noche me volvía loco, mis ganas de salir de esta comisaría son muchas, pero si no presentó cargos por Enzo, su estadía sería demasiado breve y eso no lo voy a permitir después de lo que hizo, lo quiero ver en esas cuatro malditas paredes sin ser capaz de ver la luz del sol hasta el día en que muera, aunque sé que eso es imposible puesto que seguramente con la influencia de su familia sería una condena reducida.No es que le desee la muerte como tal, simplemente deseo que se haga justicia porque Melina al fin de cuentas está yendo a terapia para sanar lo que vivió esos días encerrada con los matones de Enzo. Jamás le voy a perdonar el daño que le pudo hacer a mi mujer. Mi mujer. Se escucha de hermoso llamarla así. Vamos a llegar al altar, así tenga que mover cielo y tierra, nosotros vamos a estar juntos, sea como sea. Me pone un poco nervioso, pero al recordar las palabras que usó para mí esa mañana
Me remuevo en la cama, mirando hacía el techo con cansancio. Todo ha estado cambiando, desde que hace dos semanas Alexei y yo confesamos nuestros sentimientos fue como redescubrirme a mí misma.Se había sentido tan liberador.Tengo que ir al trabajo, revisar los archivos pendientes para dejar de pagarles un sueldo a personas que nos están robando, no más. Esto ya no lo puedo permitir más, así que comienzo a alistarme para llevar a cabo mi itinerario del día.—Me voy a casar con Alexei —murmuro para mí misma con felicidad, aún incrédula de nuestra nueva situación.Me miró en el espejo, antes de terminar de retocarme el maquillaje y me aliso la falda para después de salir de la habitación en el hotel, esto de convivir tanto tiempo en hoteles me había acostumbrado a vivir en uno, muy a pesar que ya debo de ir a visitar a mi madre, a mi sobrino.Mi sobrino es tan pequeñito, necesita a su familia y sé que mi visita se acerca. Quiero saber cómo está la situación con mis padres, qué haremos
Estoy cansada, todo el cuerpo me duele y solo tengo ganas de tirarme al sofá, comer un delicioso plato de macarrones de queso, y un vaso de Coca Cola dietética pero no es posible porque este maldito infeliz no me deja salir de aquí. Una parte de mí quiere llorar, pero no es posible, no es el momento para lamentos, tan solo puedo pedir que no me maten, que no terminen con mi vida aquí y ahora. Cuando menos lo imagino escuchó a lo lejos la voz de Alexei, por un momento creí que sería falso pero cada vez la sentía más cercana, más real.¿Qué hace él aquí?¿Cómo me encontró?Tengo tapada la boca, pero no evitó hacer ruido con mi propio cuerpo, sacudiendo mis manos para que me puedan escuchar lo antes posible y parece que lo conseguí porque la voz, cada vez, la escuché más cercana.—Lo prometiste —hice más ruido, golpeando más fuerte el suelo con los tacos de mis sandalias—, Tráemela, Enzo. Si tienes palabra.¡Por favor! No me importa ya como consiguió encontrarme, lo que quiero es que me
¿Cuánto tiempo se supone que estaría fuera? Si tan solo le hubiera preguntado, si tan solo pudiera saber en qué lugar está. No tuve necesidad de hablar con Tinna para que pida al hombre que me dio estas fotografías, que también la siga en México. ¿Ya habrá llegado Melina? Esta pregunta no deja de dar vueltas en mi cabeza, ya le dejé una infinidad de mensajes de texto, llamadas, pero ni una sola vez me respondió. ¿Seguirá molesta conmigo y por eso no me escribe? Volví a llamar, pero otra vez me llevó al buzón. ¿De verdad me habrá elegido a mí o es que volvió con Enzo? No entiendo que está sucediendo, y todo esto me está desesperando al punto de enloquecer. ¿Y si mejor voy a México? Dudo que sea una mala idea, además, ¿qué puedo perder? Nada, puede que ahí descubra si de verdad me eligió, o si cambio de opinión.Esto es inquietante. No saber nada, cuando usualmente tengo la seguridad de todo lo que pasa a mi alrededor.Pedí a Tinna que compre un boleto de avión, también pregunte si tie
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