Ravi la miró, sus ojos llenos de una mezcla de preocupación y determinación. Tomó sus manos con delicadeza, haciendo que se sentara a su lado. Su voz era suave, pero firme:
 — ¿De verdad crees que soy tan cobarde, hermosa?
 — No, Ravi, no es eso… — comenzó ella, pero él la interrumpió con gentileza.
 — ¿No? Porque fue exactamente eso lo que diste a entender cuando dijiste que saldrías de mi protección por miedo a que Viktor pudiera hacerme algún daño.
 — Sé que no eres cobarde, pero entiende, Ravi… Viktor no tiene límites. Él es…
 — Ya lo sé, Malú — cortó Ravi, su voz cargada de seriedad, haciendo que ella callara. — Viktor es un mafioso peligroso, y no hay límites para las maldades que es capaz de cometer. Pero ¿de verdad crees que dejaría que te fueras así, sabiendo todo lo que él puede hacer contra ti y tu hermanita? ¿Simplemente por miedo a lo que pueda hacerme a mí? No, Malú. Jamás dejaría que te fueras.
 — ¡No te corresponde a ti decidir eso! — respondió Malú, su voz temblando d