POV Riccardo
Observó a mi linda chica con ese hermoso vestido de látex negro tan ajustado. Que me fascina y a la vez me enloquece.
Debo de admitir que se ha comportado muy bien y en unos días me ha dado el mejor placer que he experimentado y me complace en todo lo que quiero.
Además que no he visto a ese infeliz de León cerca de ella. Eso me agrada muchísimo porque significa que aprendió la lección. Porque ella es sólo mía.
Hoy tenía una reunión con unos mafiosos para hablar de la nueva colección de chicas que me traerán en unos meses.
Es que varios de estos hombres son de diferentes países y quiero tener mercancía variada. Quiero tener más brasileñas, mexicanas, colombianas, si es posible árabes y japonesas. Porque he notado que los hombres que vienen a disfrutar de mis chicas prefieren de otros países y yo tengo que darles lo que quieren. Aunque primero me surtiré de chicas latinas, después vendrán las demás.
—Entonces, ¿qué opinas, Riccardo, de nuestras propuestas?