Sombras entre muros (1era. Parte)
El mismo día
Málaga
Camila
Apostaba a conseguir la libertad de Iván y, al mismo tiempo, a frenar a Ramiro. Creía que la investigación de mi padre me daba el poder para poner fin a la guerra familiar. Eso fue lo que llegué a pensar.
Pero todo en lo que había confiado se vino abajo como fichas de dominó con cada palabra de Ramiro, cuando aseguró que yo había sido un peón en la venganza de Iván contra la familia.
Había demasiadas piezas sueltas que empezaban a armar un rompecabezas terrible: una identidad falsa de Iván, su madre encarcelada por vender información, su muerte en prisión. De pronto todo cobraba sentido. Esa sed de venganza, su silencio… no era un Del Valle. Y yo… yo había sido manipulada.
Aun así, no podía creer del todo las acusaciones de Ramiro. ¿Por qué revelar “la verdad” justo en ese momento? ¿Por qué no exponerlo antes? ¿Por qué permitirle ser parte de la familia, dejarlo exigir los mismos derechos que los otros herederos? Las dudas se acumulaban, pero no podía ignora