Nosotros (2da. Parte)
Una semana después
Banyoles, Cardona
Camila
Admito que no deseaba lidiar con la oposición de la familia por mi relación con Iván, pero ya era inevitable: estamos a pocos metros de la casa de mi padre. Además, era hora de que se acostumbraran a vernos juntos, sin escondidas, como lo que somos: una pareja.
Aunque nada me preparó para lo que vino después. Fue un escenario tan absurdo, tan desconcertante, que por un momento no supe si estaba soñando o viviendo una pesadilla.
Mi papá fue el primero en protestar por haber vuelto con Iván, como si mi opinión no contara. Pero lo que jamás imaginé fue la intervención de Andrés… hablando de escándalos, de reputación, de lo que “diría la prensa”. Y justo cuando pensaba que la situación no podía ser más ridícula, empezaron a hablar de boda. Una boda.
Entre miradas tensas y palabras cruzadas, no sabía si reír, gritar o llorar de la emoción. Pero algo tenía clarísimo: eso solo nos concernía a Iván y a mí.
—Espera, papá, no puedes hablar de boda —di