Todos guardan silencio, visiblemente aliviados al vernos a todos ilesos. Le indico a María Isabel que vaya con los niños; necesito hablar con papá en privado. Ella asiente, abrazándome y besándome antes de irse. Ahora pasamos casi todo nuestro tiempo aquí con ellos. Y cuando tengo que viajar, la traigo conmigo para sentirme seguro y centrado, sabiendo que está muy bien protegida.
—Toma, papá —digo, entregándole la bolsa—. Dante insiste en que es urgente realizar esas pruebas de ADN a "El Rubí", especialmente ahora que toda su familia está aquí. Él toma la bolsa sin preguntar nada y luego continúa haciéndome preguntas sobre la situación en Catania por un buen rato. Le explico todo lo que me comentó el tío Alonso: que se quedarán una o dos semanas más para vender la empresa y tratar de averiguar cómo