75. RIVALIDADES Y MISTERIOS
Desde que tengo memoria, los Cantaneros se convirtieron en nuestros enemigos más temibles. Todo empezó en la época en que mi bisabuelo lideraba a nuestra familia. Nadie de nosotros conocía el verdadero motivo de tal enemistad, ni por qué habían atacado a Luigi Garibaldi de esa manera. Ellos se habían retirado al sur de Italia, en Catania, mientras que nosotros, los Garibaldi, nos quedamos en Roma, expandiéndonos hacia Sicilia y otras ciudades.
Con la desaparición del hijo del primer Garibaldi, en la segunda generación de nuestra familia, fue nuestra responsabilidad, la tercera generación, tomar el control. Fabrizio, mi hermano mayor, quedó al frente, mientras yo y mis otros cuatro hermanos le apoyábamos. En ese tiempo, el doctor Rossi, generoso y sabio, nos ayudó a alejarnos del mundo de la mafia. Sin embargo, la brutalidad del ataque a Luigi nos desmoralizó frente a las grandes organizaciones mafiosas. Fue entonces cuando decidí escenificar mi propia muerte y sumergirme por completo