Capítulo 65. Huecos en la memoria.
Iris no había dejado de pensar en lo que Julián le dijo en el mirador: “¿Alguna vez has sentido que tu vida tiene huecos?”
La pregunta se le había metido bajo la piel. Y lo peor era que sí… sí los había sentido. Desde hacía años.
La tarde en la finca estaba tranquila, demasiado tranquila para su cabeza inquieta. Valentina estaba en el estudio revisando telas; Alejandro había salido a una reunión; y Alma pintaba en el porche, tarareando una canción inventada. Iris aprovechó para encerrarse en su habitación.
Abrió su cajón más profundo, ese donde guardaba las cosas que no quería que nadie más tocara: cuadernos antiguos, cartas sin enviar, y un álbum de fotos pequeñas que había encontrado años atrás en una caja olvidada en el altillo. Lo hojeó lentamente.
Ahí estaba: ella, de bebé, sola. La foto estaba tomada en un lugar que no reconocía: paredes blancas, cortinas azul pálido, una luz de hospital que parecía filtrarse desde un ventanal alto. En el fondo, una maleta abierta y un ramo de f