Luego de aquellos disparos Elena quedó enmudecida, frente a sus ojos vio como los proyectiles atravesaron el cuerpo de Sara y salieron por su pecho, en cámara lenta cayó frente a ella.
Para su desgracia Sara solo había conseguido pegarle a Alessandro en uno de sus brazos, lo cual causó una herida de baja gravedad.
Mario se acercó dando pasos cortos, pasó por encima del cuerpo sin vida de su hermana y fue directo hasta donde se encontraba su padre, con aquella mirada firme vio a su padre.
—Ella al igual que Leonardo ya no hacían parte de nuestra familia, solo somos tú y yo viejo, si vas a decir alguna estupidez te sugiero que mejor cierres la boca —habló Mario con un tono de voz autoritario.
—Ten cuidado muchacho loco, ten cuidado; recuerda que sigo siendo el jefe —recalcó Alessandro.
—No quiero hablar del asunto, mejor apresuremonos con el encargo, así iremos pronto a casa; este lugar ha quedado un completo desastre, moriría por ver la reacción en el rostro de Leonardo, mi hermano