Nápoles/Italia.Los ojos de Elena lentamente se abrieron, llevó sus dos manos a la cabeza, estaba aturdida, su mirada se espantó al observar a su alrededor, estaba en un lugar diferente, le costaba recordar lo que le había sucedido. Con fuerza se levantó de la cama, con las piernas temblorosas se acercó a la puerta e intentó abrir, pero la puerta se encontraba con seguro, intentó forcejear pero de nada le sirvió, se dio vuelta y caminó a la ventana. «¿Dónde me encuentro, qué ha sucedido conmigo?», se preguntó a sí misma.Al fijar la mirada en la ventana su cuerpo se estremeció, viéndose forzada a sostenerse de una pequeña mesa para no caer; no estaba en casa, nunca había observado aquella imagen que sus ojos proyectaban.Llevó la mirada de regreso a la habitación, todo allí se encontraba en su lugar, los lujos estaban por doquier, lentamente colocó las manos sobre su vientre preocupándose por su hijo, el corazón palpitaba con fuerza y su respiración no se quería controlar. Dando pa
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