El amor y las segundas oportunidades existen.
Meses más tarde.
Leonardo se encargó de poner al tanto a Anna de todos los negocios, ella era bastante ordenada en los asuntos y eso a Leonardo le agradaba, ella tomó el control y en muy poco tiempo se acostumbró a ese ritmo de vida.
Ya no veía a aquellos hombres a su alrededor como matones y de lo peor, los vio como en realidad eran, personas que se encargaban de cuidar su vida.
Leonardo dormía tranquilamente al lado de su esposa, su sueño fue interrumpido por fuertes y desgarradores gritos, Leonardo normalmente se levantaba y tomaba la pistola para ir a cualquier lugar, en aquella ocasión sostuvo el bastón y salió de la cama.
Elena a toda prisa corrió delante, al abrir la puerta de la habitación de Anna ella estaba sentada en el borde de la cama, a sus pies estaba un pequeño charco de líquido amniótico.
Elena y Santino se encargaron de llevar a Anna hasta el parqueadero, todos emocionados fueron con ella al hospital, de camino Anna se