Isabela Durán es la CEO imparable de Durán Global, una empresa multinacional que ha dominado durante años el sector de bienes raíces. Sin embargo, cuando Valeria Cruz, una joven empresaria audaz y de tácticas innovadoras, irrumpe con una estrategia agresiva de expansión, se convierte en la mayor amenaza para Isabela. Entre negociaciones desafiantes, ataques públicos y batallas legales, lo que comienza como una rivalidad profesional se transforma en un peligroso juego de seducción. Ambas mujeres descubren que la única persona que realmente las comprende... es su peor enemiga. ¿Podrán resistirse a sus deseos o acabarán destruyéndose mutuamente en el camino hacia el poder?
Leer másClara miraba la ciudad a través de la ventana del edificio, el bullicio y las luces parpadeantes abajo parecían ajenos a la tormenta que se desataba en su interior. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo con tonos cálidos de anaranjado y rosa, pero dentro de ella todo estaba oscuro. Las palabras de Sofía seguían flotando en su mente, retumbando como un eco que no podía callar. Un pacto, fuerzas invisibles, entidades más allá de la comprensión humana. ¿Qué tenía que ver todo esto con ella? ¿Cómo había llegado tan lejos en un juego del que no entendía las reglas?Se apartó de la ventana y dio un paso hacia la mesa donde descansaba un mapa de la ciudad, lleno de marcadores y círculos rojos que representaban las ubicaciones clave en la red que Sofía había mencionado. Clara había comenzado a trazar sus propios caminos, a investigar, a intentar comprender la magnitud de lo que enfrentaba. Pero cuanto más profundizaba, más perdido se sentía.-¿Cómo llegamos a esto? -murmuró para sí mis
El aire frío se colaba por las rendijas del edificio abandonado, generando un silencio casi absoluto, salvo por el eco de las voces de Clara y Sofía. El horizonte, iluminado débilmente por las luces de la ciudad, parecía observarlas con una mirada distante, ajena a la tensión que se respiraba en la sala. Clara no podía dejar de procesar las palabras de Sofía, esas palabras que resonaban en su mente con una claridad aterradora.-"El pacto no solo se trata de dinero ni poder. Se trata de controlar el futuro mismo de la humanidad."Esas palabras seguían retumbando en su cabeza, como un oscuro eco que no quería desvanecerse. Clara había enfrentado secretos, traiciones, luchas por el poder, pero nunca había imaginado que todo esto tuviera una dimensión tan grande, tan aterradora. Controlar el futuro. ¿Qué quería decir Sofía con eso?Clara intentó reunir la calma que le quedaba, pero el peso de la situación se hacía cada vez más insostenible. La incertidumbre sobre qué camino tomar o qué de
La tarde caía lentamente sobre la ciudad, pintando el horizonte con tonos morados y anaranjados que se reflejaban en las ventanas de los edificios. El aire estaba impregnado de la humedad propia de una ciudad que parecía respirar a su propio ritmo. Clara se sentía extrañamente distante mientras conducía hacia su siguiente destino. Todo parecía demasiado quieto, demasiado en pausa, como si la calma antes de la tormenta se hubiera detenido, esperando a desatarse en cualquier momento.Su mente seguía repitiendo las palabras de Sofía Luján: "Hay algo más grande en marcha". Aquella frase había calado hondo en su ser, como una semilla de inquietud que comenzaba a germinar. Clara sabía que había fuerzas a las que no alcanzaba a comprender del todo, pero la verdad era que cada vez sentía más la presión de estar atrapada en una red de secretos que solo se deshacían cuando se enfrentaban a la más pura oscuridad.El coche avanzaba por las calles poco iluminadas, y Clara no podía evitar pensar en
El cielo estaba teñido de un rojo profundo mientras Clara y los demás se adentraban en las sombras de la ciudad. La reunión con Sofía Luján había dejado más preguntas que respuestas. La mujer había jugado bien sus cartas, pero Clara sabía que había algo más detrás de su fachada de calma y control. Sofía no era una aliada fácil, pero necesitaban su conocimiento y sus recursos. Mientras el coche avanzaba por las calles, Clara observaba en silencio las luces de la ciudad, el brillo artificial que iluminaba las aceras, pero que no podía ocultar la decadencia que se estaba fraguando en las entrañas de todo lo que conocían.Ignacio, que había estado pensativo durante todo el viaje, rompió el silencio al fin.-No confío en ella -dijo, su voz grave y firme.Clara lo miró desde el asiento del conductor. Sabía que Ignacio no era un hombre que ofreciera su confianza a la ligera. Pero también sabía que a veces, en situaciones como esa, las emociones debían quedar al margen. Si querían ganar, tend
Clara caminó a lo largo del pasillo oscuro del archivo, la lámpara en su mano temblando ligeramente. La información que acababa de descubrir la había sacudido profundamente, y no podía quitarse de la cabeza las palabras de Ignacio: "El pacto tiene una cláusula secreta". ¿Qué significaba eso? ¿Por qué no se había mencionado antes? Las piezas se estaban alineando, pero a medida que avanzaba, el panorama se tornaba más turbio. La guerra no era solo contra las familias de la ciudad, ni siquiera contra las empresas o el consejo. Era una batalla contra el mismo sistema que había estado operando en las sombras durante generaciones, y ella ahora era una pieza crucial en ese tablero.Ignacio, a su lado, no había dicho una palabra más mientras caminaban hacia la salida del archivo. Sabía que Clara estaba procesando toda la información, y entendía que no sería fácil. Pero lo que estaba claro era que el tiempo se agotaba. Las piezas del juego estaban moviéndose con rapidez y sin misericordia. La
La mañana siguiente llegó con un aire pesado, casi denso, como si la ciudad misma estuviera esperando algo. Clara aún sentía la adrenalina del día anterior, la incertidumbre que la rodeaba y, a la vez, la emoción de saber que estaba dando los pasos correctos, aunque peligrosos. La conversación en el consejo no había sido lo que esperaba, pero al menos había puesto las cartas sobre la mesa. Sabía que algunos de los miembros ya estaban tomando nota, buscando información adicional, y eso solo significaba una cosa: el control comenzaba a escurrirse de entre sus dedos.Salió temprano, sin rumbo fijo, pero con la determinación de que necesitaba hacer más. La clave para desmantelar todo lo que había descubierto, para liberar a la ciudad de las redes invisibles que la mantenían prisionera, no estaba en el consejo, ni en la empresa, ni siquiera en su familia. La clave residía en algo mucho más antiguo, algo relacionado con los pactos firmados, con las traiciones de antaño y con el poder que se
Clara había pasado la noche en vela, repasando mentalmente todo lo que había descubierto. Cada palabra, cada nombre, cada mapa antiguo en el cuaderno de cuero que había encontrado en la biblioteca, parecía conectar con algo mucho más grande. Alfonso Luján, su abuelo, era parte de una red de poder que había estado manipulando la ciudad desde las sombras. Pero el pacto que había firmado, ese extraño acuerdo que había encontrado anotado en la última página del cuaderno, no solo implicaba a su familia, sino a todas las familias poderosas de la ciudad. Y lo peor de todo, ahora que ella estaba involucrada, se había convertido en un peón más en un juego donde las reglas las ponían otros.Se levantó del sofá, donde había pasado la noche leyendo y analizando los papeles. La mañana había llegado, pero Clara no sentía alivio. Al contrario, la presión aumentaba con cada hora que pasaba. Decidió que debía tomar cartas en el asunto. Ya no podía depender de Ignacio o de cualquier otra persona. Tenía
Clara no había podido dormir esa noche. Las palabras de Ignacio resonaban en su mente, una y otra vez. "El control... la red..." No podía dejar de pensar en lo que significaba todo eso. ¿Cómo podía ser la heredera de algo que ni siquiera sabía que existía? No entendía cómo su vida había llegado a este punto, pero algo le decía que estaba a punto de descubrir la verdad más oscura de lo que nunca imaginó.El día siguiente se presentó gris, nublado, como si el cielo reflejara la turbulencia que sentía dentro. No sabía si las piezas que Ignacio le había presentado encajaban de la manera en que él pensaba o si era todo parte de un juego del que aún no entendía las reglas. Lo único que tenía claro era que, ahora que había tocado esa realidad, no podía ignorarla.Se levantó temprano, dispuesta a hacer frente a las decisiones que debía tomar. No iba a dejar que los demás jugaran con su vida sin que ella pudiera hacer algo al respecto. Si su padre había dejado algo detrás, un legado de poder,
Clara dejó el café con una sensación de determinación. El peso de las palabras de Ignacio aún estaba fresco en su mente, pero algo en su interior le decía que ya no podía seguir viviendo en la ignorancia. Todo lo que había conocido sobre su familia, sobre su padre, había sido una mentira. La verdad estaba más cerca de lo que imaginaba, pero también era más peligrosa de lo que había creído posible. Había una red de poder que se extendía más allá de sus propias expectativas, y ahora ella era parte de esa historia. Pero Clara no estaba dispuesta a ser una víctima más. Si algo había aprendido en su vida era que, si quería algo, tenía que luchar por ello.Mientras se dirigía a su departamento, la realidad de lo que había aceptado golpeaba su mente como un martillo. El poder que había rechazado durante tanto tiempo ahora la perseguía con una fuerza arrolladora. Ignacio tenía razón en algo: no podía quedarse al margen. Ya no era solo cuestión de salvar su propia vida, sino de salvar a todos