“La debilidad de un hombre fuerte”
LUCIEN MORETTI
Pasaron dos años y la empresa de mi padre subió como la espuma. Mis gestiones hicieron que nuestros proyectos fueran más rentables. Aplastamos muchas empresas que eran nuestra competencia. Ahora la empresa Moretti estaba en la bolsa y nuestras ganancias se multiplicaban a cada momento.
Mi padre me llamó por un depósito que le hice. Estaba asustado.
—Hijo, ¿de qué es ese dinero que depositaste en mi cuenta? Esa es la cuenta oficial, no puede haber movimientos turbios en ella.
—Jajaja, tranquilo padre. Te dije que yo no entraré a ese mundo. Son las ganancias de nuestra empresa.
—¿Qué?
—Así es, padre. Nuestra empresa está cotizando en la bolsa. Estamos recibiendo ganancias sustanciosas, así que empecé a depositarte las utilidades.
—Hijo, eso es maravilloso. Siempre supe que serías un genio.
—Lo heredé de mi mami.
—¡Ja! Qué gracioso. Yo también soy inteligente.
—Lo sé, padre. Solo estoy bromeando.
—Hijo, hace tanto tiempo que no vienes. ¿P