AUGUSTO DE FILIPPI
El día estaba normal en la preparatoria, llegamos con Anny y Lucy, los 3 juntos como siempre, pero ahora habían miradas furtivas entre Lucy y yo, y blanqueo de ojos de parte de mi gemela.
Nos separamos para nuestras respectivas clases y todo iba bien hasta que no lo estuvo.
Bajé por las escaleras del segundo piso con mis audífonos a medio colocar y el ceño fruncido porque había olvidado el maldito cuaderno de física. Pero lo que vi al llegar al pasillo principal hizo que me olvidara del cuaderno, de la clase, del planeta entero.
Lucy.
Mi Lucy.
Estaba parada frente a su casillero, con Kael a su lado, conversando como siempre… hasta que él apareció.
Ese idiota de tercer año. El que se creía gracioso. El que le llevaba tiempo echando miradas babosas a Lucy desde el torneo de ciencias.
Y ahora se le acercaba demasiado.
—Vamos, nena. Solo una salida. No tiene que ser algo serio —decía con una sonrisa torcida.
Lucy cruzó los brazos, firme.
—Ya te dije que no, Michell.
Kae